La Orquesta de RTVE y su nuevo director

La noticia musical de esta semana, ha sido, sin duda, la presentaci¨®n de Sergiu Comissiona (Bucarest, 1928) como titular de la Sinf¨®nica de RTV espa?ola. Sucede en el puesto a seis maestros: Marki¨¦vich, Ros Marb¨¢, Garc¨ªa Asensio, Od¨®n Alonso, G¨®mez Mart¨ªnez y el h¨²ngaro Arpad Joo. A Comissiona se le conoce y estima bien en Espa?a desde su aparici¨®n en marzo del 66 como invitado de la Orquesta Nacional con el pianista Klein de solista mozartiano y la Cuarta sinfon¨ªa de Schumann. Ya hace a?os hubo gestiones en Barcelona para instalarlo en la orquesta de la ciudad, y ahora, por fin, est¨¢ en Madrid en unas actividades que comparte con las que desarrolla en Helsinki y en Vancouver.

Huella en el p¨²blico

La primera actuaci¨®n del director rumano-israel¨ª con la formaci¨®n radiotelevisiva data de 1968 y, a lo largo de otras visitas, dej¨® honda huella en el p¨²blico, que recuerda sus muy bellas versiones de los cl¨¢sicos o su excelente Mahler aplaudido incluso por los m¨¢s exigentes mahieradictos. Y es que Comissiona, efusivo, comunicativo, detallista y pr¨¢ctico a la vez, se form¨® en parte con Constantin Silvestri, y es un excelente m¨²sico de naturaleza y de formaci¨®n. Acaba de demostrarlo ahora en la Sinfon¨ªa n¨²mero 2 en re mayor, de Brahms, expuesta con nitidez, rigor que no resta flexibilidad, buena planificaci¨®n din¨¢mica, justas respiraciones y articulaciones y un concepto que desde?a cualquier vana ret¨®rica. Hizo tocar con calidad a unos profesores que la poseen si se les sabe conducir (aunque, como en casi toda orquesta, existan algunos agujeros negros). Estaban contentos los instrumentistas con su nuevojefe, lo que se advirti¨® en todo momento por la atenta y entregada respuesta a las ideas y los gestos de Comissiona.Intervino el coro de la casa en una obra que no ha pasado ni pasar¨¢ a la m¨¢s brillante historia musical de nuestro siglo: la Serenata a la m¨²sica, basada en un texto de El mercader de Venecia, de Shakespeare, estrenada por Vaughan Williams en 1938. Es obra amable, y no exactamente representativa del autor.

En fin, Justus Frantz (Hohersalza, 1945), que suele formar d¨²o pian¨ªstico con Eschenbach y dirige con acierto el Festival de Schlewig-Holstein, insisti¨® en una obra de su predilecci¨®n: el Concierto n¨²mero 5 en mi bemol, de Beethoven. Dentro de un criterio correcto en general, a cuyo servicio pone una t¨¦cnica limitada para semejante partitura, Frantz se hizo aplaudir, lo que, de mano de Beethoven, no resulta demasiado problem¨¢tico. Sus mejores momentos estuvieron en el adagio.