La pensi¨®n
Los diputados que son funcionar se han adjudicado una pensi¨®n vitalicia, y los altos cargos la tiene tambi¨¦n. Es decir, cuando se reingresen a la Administraci¨®n gozar¨¢n del complemento asignado a los directores generales, all¨¢ penas si el puesto que ocupaban antes de ser diputados era t¨¦cnico o subalterno.Un diputado tuvo la gentileza explicar los motivos. Vino a decir: si, por ejemplo, uno era teniente cuando dej¨® el puesto para ejercer de diputado (o alto cargo), al reincorporarse al cabo de los a?os contin¨²a siendo teniente, y es injusto. No dijo, en cambio, que, de haber permanecido todos esos a?os en puesto de trabajo, seguir¨ªa de teniente, pues en la Administraci¨®n no se asciende por antig¨¹edad, si por oposici¨®n.
Los mismos que ahora se conceden pensiones vitalicias aceptaron en su d¨ªa que los jubilados no perciban cantidades superiores a determinada cuant¨ªa, aunque hubieran cotizado para tenerla mayor. Era desde luego, un expolio de derecho y se encubri¨® invocando la solidaridad que deb¨ªan tener los pensionistas m¨¢s favorecidos con los que peciben pensiones de miseria.
El argumento es tan falaz como demag¨®gico, pues las pensiones no son la beneficencia; est¨¢n generadas por las aportaciones contantes y sonantes de los trabajadores durante toda su vida laboral. Y adem¨¢s, solidaridad deben ejercerla los fuertes con los d¨¦biles, no los jubilado entre s¨ª, que en el mejor de los caso est¨¢n a la cuarta pregunta.
Entendida de esta manera la solidaridad, ning¨²n diputado tendr¨ªa la osad¨ªa de autoconcederse prebendas mientras existieran funcionario mal pagados, eterniz¨¢ndose en su modestos puestos de trabajo. Per entonces, cuando dejaran de se diputados ser¨ªan funcionarios mal pagados eterniz¨¢ndose en sus modestos puestos de trabajo. O sea, estar¨ªan donde les corresponde. Y ah¨ª no quieren volver ni hartos de vino.
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