"Gracias, vieja"
Di St¨¦fano cree que lo mejor del f¨²tbol es ser jugador, no entrenador
En marzo de 1985, cuando dirig¨ªa al Boca Juniors (Argentina), Di St¨¦fano se expres¨® con amargura en relaci¨®n con su etapa como entrenador del Real Madrid, durante las temporadas de 1982-1983 y de 1983-1984. Su fichaje se hab¨ªa producido como una maniobra electoralista del presidente, Luis de Carlos."Mientras fue el adiestrador de la plantilla, Di St¨¦fano mandaba. Jam¨¢s permit¨ª que nadie se metiera. Quienes pensaron hacerlo me vieron la cara y no se animaron porque en mi trabajo no se mete ni Dios".
"Con Vujadin Boskov, ya dominaban los directivos todo lo relacionado con el f¨²tbol, lo que no consent¨ª, como tampoco que mis colaboradores se mezclaran con el alcahuetaje que existe hoy en el Madrid".
"El club se ha venido abajo por querer quedar bien con la Prensa, con todo el mundo, y se ha destrozado a s¨ª mismo tanto con los jugadores de antes como con los refuerzos".
"Fui contratado primero por un a?o y luego por otro, lo que significa que lo que me exigieron fueron t¨ªtulos, mientras que a otro se le ficha por m¨¢s tiempo para que pueda realizar una labor m¨¢s coherente".
"En las dos temporadas que estuve como t¨¦cnico promocion¨¦ a un grupo de jugadores que no costaron ni una sola peseta, lo cual es un producto normal de un trabajo que lleva su tiempo. Pero para ciertas personas esa labor no era importante. S¨®lo importaba la cuesti¨®n rimbombante, la relacionada con lo period¨ªstico, para sacar frutos de una serie de circunstancias".
"Los entrenadores tenemos que cortar la permanente intenci¨®n de los directivos de meterse en nuestras responsabilidades. Muchos de ellos s¨®lo pretenden alardear, estar en primer plano y sacarse fotos con los jugadores. Despu¨¦s, cuando el equipo va mal, el que paga es el t¨¦cnico".
En esa misma ¨¦poca, a un a?o del Campeonato del Mundo de M¨¦xico 86, ironiz¨® acerca de la selecci¨®n espa?ola.
"Peor de lo que jug¨® en el Campeonato de Europa de Francia 84 no se puede jugar y casi gan¨® el t¨ªtulo. Por tanto, en cuanto juegue algo mejor, puede hacer un buen papel".
Una sentencia de d¨ªas atr¨¢s, a prop¨®sito de la derrota del equipo de Luis Su¨¢rez frente al checoslovaco en Praga.
"Espa?a jug¨® como nunca, pero perdi¨® como siempre".
Reflexiones de 1983, todav¨ªa con el sabor amargo de los cinco subcampeonatos madridistas en la Liga, la Copa, la Recopa, la Supercopa y la Copa de la Liga.
"Pero... ?Y...? Te pega en la madera y... ?qu¨¦ haces, quitar el poste? El f¨²tbol no es una ciencia matem¨¢tica, es un juego. Pero est¨¢ para el que gana".
"Del Madrid dec¨ªan esta temporada que era un equipo vulgar. Yo guardo los peri¨®dicos, los recorto... Menospreciaban a mis jugadores. Entonces, yo ten¨ªa que sacar pecho, que defenderlos, que decir de ellos que eran los mejores del mundo. Natural... Aunque yo s¨¦ los puntos que calzan".
Su justificaci¨®n en esas mismas fechas sobre su presunto mal car¨¢cter.
"?Yo, un tipo con mal genio? Mi genio era en la cancha. El que debe de sentirse fastidiado es mi padre, que est¨¢ enterrado, el pobre... Porque yo siempre me he cagado en mi padre. As¨ª no he perjudicado a nadie".
En los a?os 60, mirando hacia el estadio Bernab¨¦u, ten¨ªa una frase favorita.
"Ah¨ª est¨¢ la f¨¢brica".
Otro vistazo, nost¨¢lgico, a su ¨¦poca de futbolista.
"Me divert¨ªa, pero haciendo una vida deportiva. Cartujo jam¨¢s fui: los amigos, las partidas de cartas, la ruleta, el cabar¨¦... Pero al d¨ªa siguiente ten¨ªa que entrenarme porque deb¨ªa rendir. Yo era mi cr¨ªtico m¨¢s grande".
"Me gritaban: "Ah¨ª va La Saeta Rubia con su propulsi¨®n a chorro". Los centros de Gento eran un bocadito para nosotros, que lleg¨¢bamos a cien por hora. Con Del Sol fue con quien mejor me entend¨ª en el campo. Puskas las clavaba desde el foso. Quien dijo que yo no dejaba jugar a Did¨ª fue su mujer, que era periodista. No cre¨ªmos que la Copa de Europa llegase tan alto".
Mart¨ªn V¨¢zquez y Sanchis
Diversos juicios sobre algunos jugadores en diciembre de 1989 y enero de este mismo a?o."Maradona, si est¨¢ bien, es el n¨²mero uno indiscutible. Rub¨¦n Sosa tiene ante s¨ª un porvenir envidiable. Mart¨ªn V¨¢zquez es un artista del bal¨®n y Sanchis es seguro como pocos y sacude cuando debe; ellos son mis pupilos. Hugo S¨¢nchez tiene el instinto con el que nace el goleador. Van Basten parece que no te lo hace, pero te lo hace. Rijkaard es un centrocampista que marcar¨¢ ¨¦poca. Baresi adopta el juego inventado por Beckenbauer. Donadoni es imprescindible en un campe¨®n. Matth?us es un trabajador de lujo con un gran remate. Butrague?o no me gusta; bueno..., s¨ª me gusta".
Un comentario global en torno a la quinta de El Buitre.
"Tenemos la desgracia de ir cumpliendo a?os y, entonces, las fuerzas se van perdiendo. Tuvimos la suerte en el club de tener una camada de muchachos j¨®venes y muy buenos. Apost¨¦ por ellos. Estos chicos dieron el do de pecho. Levantan a cualquier entrenador".
Sara, la esposa de Di St¨¦fano, confes¨® en enero pasado su infelicidad con su marido en el banquillo.
"He sido muy feliz cuando ¨¦l era jugador. De entrenador, no. Ni cuando lo fue del Madrid lo pas¨¦ bien. A los entrenadores se les paga poco y no se les tiene respeto. A m¨ª me gustaba mucho el f¨²tbol. Pero, despu¨¦s de ver a Alfredo como entrenador veinte a?os, ya me gusta menos. La gente te insulta y que insulten a toda la familia para ganar dos duros no vale la pena".
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