Un aventurero de la met¨¢fora
Gast¨®n Orellana presenta en Mil¨¢n una antol¨®gica de su pintura
El pintor chileno Gast¨®n Orellana presenta en el pabell¨®n Ex Aansaldo, de Mil¨¢n, hasta el 13 de enero, una exposici¨®n con un centenar de obras, divididas en Bronx around, Orellana's people y Assemble-ages. Se recogen del pintor -que fue amigo de Pablo Neruda y que en 1959 cofund¨® con Millares, Jardiel y otros el grupo Hondo- trabajos fechados entre 1977 y 1990, que tienen que ver tanto con aquel colectivo art¨ªstico como con sus impresiones del Bronx neoyorquino.
Orellana naci¨® en Chile (Santiago, 1933) de padres de origen espa?ol. Emigrada de Andaluc¨ªa su madre, v¨¢stago de una familia de militares y prelados de Extremadura su padre, que, con s¨®lo 27 a?os, se suicida, dejando cuatro hijos y el quinto -Gast¨®n- a punto de nacer.Orellana conoci¨® a Pablo Neruda, y ser¨¢ el poeta de Isla Negra quien, al regreso del exilio, lo estimular¨¢ a irse a Espa?a en busca de sus ra¨ªces. Y en el resto de Europa. Le da algqnas cartas de presentaci¨®n para Eluard, Alberti, Picasso y Mir¨®. Un viaje bastante largo, por etapas: Per¨², Bolivia, Argentina...
Llega a Mallorca y Madrid. Es el periodo en el que en la capital se forma el n¨²cleo de El Paso. Y en 1959 Orellana funda, con Millares, Jardiel y otros, el grupo Hondo. Miran a una abstracci¨®n l¨ªrica basada en una figuraci¨®n m¨ªstica que tome en cuenta la lecci¨®n surrealista y aquella mformalista. Una suerte de nueva figuraci¨®n. Hondo tiene una vida corta. Pronto el grupo se disuelve.
Orellana se traslad¨® posteriormente a Estados Unidos y desde 1968 trabaja en un estudio en Chinatown. En 1969 es invitado por el comisario del pabell¨®n espa?ol a la Bienal de Venecia. Se traslada a Riva del Garda, donde permanecer¨¢ definitivamente.
"La obra de Gast¨®n Orellana", escribe el cr¨ªtico italiano Tomaso Trini, comisario de la muestra de Mil¨¢n, "puede ser parangonada a un pueblo de figuras que se ha formado por oleadas migratorias de individuos, gestas, aventuras a trav¨¦s de aquel signo laber¨ªntico que es el pintar".
La primera fase tiene que ver con el grupo Hondo. La segunda, con Nueva York: aquella del tribalismo pict¨®rico de las vanguardias que estaban de moda en Estados Unidos. La tercera fase afronta1a ¨²ltima d¨¦cada: Nueva York, obras pintadas en gran parte en Italia. Grafitos como signos pict¨®ricos. Abstracci¨®n y figuraci¨®n. Cuadros recientes con trozos de viejas pinturas. De este m¨¦lange emerge el cantor de la nostalgia en el que las diversas voces se acercan al arque¨®logo o al music¨®logo, al conocedor de las civilizaciones precolombinas. Una especie de b¨²squeda a trav¨¦s de una edad interior que parte de la adolescencia perdida y se transforma en delirio, en fuego, en drama. La locura del n¨®mada que convierte en n¨®mada a la pintura.
"Si mis personajes tuvieran que inscribirse en el contexto de un definido grupo social o ¨¦tnico, creo que se revelar¨ªan como ricos, aristocr¨¢ticos aventureros en decadencia ( ... ), completamente destruidos por haber osado demasiado".
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