El paro, ¨²nico tema que interesa a los daneses ante las elecciones

Poco, o casi nada, va a cambiar en el campo pol¨ªtico en Dinamarca despu¨¦s de las elecciones de ma?ana en las que se elegir¨¢n a los 179 miembros del Parlamento. Ya sean los socialdem¨®cratas o los conservadores los ganadores de los comicios, las encuestas vienen reflejando desde que se convocaron, el pasado 22 de noviembre, que ninguno de los partidos conseguir¨¢ votos suficientes para formar Gobierno en solitario, una constante de la pol¨ªtica danesa en los ¨²ltimos 20 a?os.Los sondeos de opini¨®n conceden a los socialdem¨®cratas de Svend Auken el 34% de los votos, y un 17% al partido conservador del primer ministro Poul Schlueter, dos puntos menos que hace 20 d¨ªas.

Esta campa?a electoral ha tenido, sin embargo, una caracter¨ªstica nueva en relaci¨®n con las tres anteriores, y por primera vez desde 1982 -cuando los socialdem¨®cratas dejaron de estar en el poder- se ha dado una lucha por conseguir el apoyo de los partidos de centro, en los que se deposita un papel decisorio a la hora de formar Gobierno pero que, seg¨²n los sondeos, no obtendr¨¢n m¨¢s votos en las urnas que en los comicios precedentes.

La falta de inter¨¦s del electorado dan¨¦s en la campa?a ha sido tal, que la versi¨®n danesa de La ruleta de la fortuna obtuvo m¨¢s ¨ªndice de audiencia en televisi¨®n que los debates entre los l¨ªderes de los partidos pol¨ªticos.

A diferencia de las campa?as electorales espa?olas, en Dinamarca los medios de comunicaci¨®n desempe?an un papel primordial en la estrategia de los partidos para captar votos, y los m¨ªtines, los carteles y las octavillas brillan por su ausencia hasta el punto de que nadie podr¨ªa decir que va a haber elecciones si se da un paseo por la calle.

Lo m¨¢s chocante de esta campa?a es que el asunto de la reducci¨®n de impuestos, la causa por la que se convocaron las elecciones anticipadas, ha pasado casi inadvertido y ha ocupado un lejano tercer puesto en la lista de preocupaciones del electorado.

Muy pocos daneses (tan s¨®lo un 11%) creen que el nuevo Gobierno reducir¨¢, en realidad, las cargas impositivas y la gran mayor¨ªa se resigna a seguir dejando en las arcas p¨²blicas una media de entre un 30% y un 60% de sus salarlos. Los 3,9 millones de daneses con derecho a voto -unos 170.000 de ellos votar¨¢n por primera vez-, por el contrario, han puesto todos sus sentidos en el problema del desempleo, que afecta a un 10% de la poblaci¨®n activa.