Los sindicatos europeos exigen a la CE m¨¢s poder y democracia para defender los derechos sociales
Los principales dirigentes de la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos (CES) exigieron ayer con rotundidad m¨¢s poder y un mayor papel de las centrales sindicales en el proceso de la uni¨®n econ¨®mica y la uni¨®n pol¨ªtica europea para defender un mayor protagonismo de los intereses sociales en el proyecto comunitario. La CES agrupa a los mayores sindicatos europeos; con la incorporaci¨®n de CC OO, que se decide hoy, ya s¨®lo quedan fuera la CGT francesa y el sindicato portugu¨¦s CGTP-IN.
La Confederaci¨®n que cuenta con 47 millones de afiliados, ha expresado su temos porque el proceso de uni¨®n europea situe en un papel cada vez m¨¢s marginal los aspectos sociales. Frente a las casi 200 directivas que desarrollan el mercado interior s¨®lo se han aprovado tres relativas a aspectos sociales.Ninguna de las seis directivas comunitarias que se consideran prioritarias para el desarrollo de la llamada Carta Social (carta comunitaria de los derechos fundamentales redactada hace m¨¢s de un a?o), tiene visos de que se vaya a aprobar en breve plazo. Se trata de las directivas relativas a trabajo at¨ªpico, horario, trabajo de la mujer embarazada, condiciones laborales, sectores m¨®viles e informaci¨®n y participaci¨®n de los trabajadores en la empresa. Las dificultades de su aprovaci¨®n derivan de la actitud obstruccionista de los gobiernos conservadores como Gran Breta?a y Alemania, aunque en ocasiones estos gobiernos ban zontado tambi¨¦n con el apoyo de Espa?a. Para denunciar este proceso de p¨¦rdida de facto de los derechos sociales en la Europa comunitaria, y coincidiendo con la conferencia sobre la unidad monetaria y pol¨ªtica que tendr¨¢ lugar ma?ana y pasado en Roma, la CES ha celebrado en esta ciudad un encuentro con la participaci¨®n de los m¨¢ximos dirigentes sindicales europeos y representantes de cinco medios informativos (La Rep¨²blica, EL PA?S, Le Monde, The Independent y Frankfurter Allgemeine).
El presidente de la CES, el alem¨¢n Ernest Breit, expreso¨® su temor de que en la Europa del futuro "los m¨¢s fuertes sigan siendo m¨¢s fuertes y los m¨¢s d¨¦biles cada vez m¨¢s d¨¦biles". Se?al¨® que los avances conseguidos con la aprobaci¨®n, de la carta social -documento muy completo que recoge ampliamente los principales derechos sociales reconocidos en los Estados de Europa- no sirve de amparo a rnuchos trabajadores ya que no se ha logrado darle la validez pol¨ªtica al no haberse aprobado ninguna directiva que la desarrolle.
En esta cuesti¨®n, el debate se centra en un aspecto jur¨ªdico. Los gobiernos sostienen que la aprobaci¨®n de estas directivas debe hacerse por unanimidad, y como siempre hay alg¨²n Gobierno en contra hablar de unanimidad implica la imposibilidad de que se apruebe ninguna de esas directivas. Sobre esta cuesti¨®n el pasado 26 de noviembre el secretario general de la UGT, Nicol¨¢s Redondo dirigi¨® una carta al presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, en la que le solicitaba una entrevista con una delegaci¨®n de la CES, pero la carta no ha tenido respuesta todav¨ªa. Breit critic¨® tambi¨¦n la falta de democracia en las instituciones europeas, al se?alar que en ¨²ltima instancia, las decisiones se toman en Ios consejos de ministros y no en los Parlamentos". El presidente de la CES manifest¨®: "No queremos una Europa en la que s¨®lo est¨¦n los pa¨ªses de la CE, y si deseamos que no termine en las orillas del Oder".
El secretario general de la Uni¨®n Italiana del Trabajo (UIL), Giorgio Benvenuto, manifest¨® que no se puede construir una Europa de los capitales sin poner en marcha la Europa de los Pueblos. Consider¨® la necesidad, de aumentar el peso y el papel de los sindicatos en Europa, y afiadi¨® que la falta de espacios sociales constituye el mayor handicap para la integraci¨®n de las regiones menos desarrolladas.
La eventualidad, el problema m¨¢s grave para Espa?a
El secretario general de la UGT, Nicol¨¢s Redondo, explic¨® que uno de los problemas m¨¢s graves para Espa?a en el proceso de integraci¨®n curopea es el dumpin social. Es decir, la mejora de la cornpentividad que est¨¢n consiguiendo algunos pa¨ªses rnenos desarrollados a base de bajos salarios y luna creciente precariedad en el empleo. Redondo dijo que en Espa?a esta mejora de la competitividad se hab¨ªa conseguido con un incremento espectacular de las nuevas modalidades de contrataci¨®n temporal y que ya representaban el 30% del total de empleados. Jos¨¦ Mar¨ªa Zufiaur, miembro de la comisi¨®n ejecutiva de UGT y que tambi¨¦n asisti¨® a la reuni¨®n, precis¨® que los salarlos de los empleos temporales son un 40% inferiores a los fijos.El problema de fondo, que pusieron de manifiesto varios sindicalistas, es c¨®mo se articula el nuevo espacio social en el marco de la Comunidad. La actitud reticente de muchos, Gobiernos hace muy poco probable que las mejoras sociales conio la consecuci¨®n de la semana de 35 horas, el objetivo trazado en Alemania para 1995, se consiga por la v¨ªa de una directiva comunitarla. Varios sindicalistas recordaron que todos los avances sociales se hab¨ªan conseguido mediante la lucha y las movilizaciones.
Donat Cattin, ministro de Trabajo de Italia, cerr¨® la reuni¨®n con un discurso muy pesimista. El ministro se?al¨® que el nivel de empleo de las ¨¢reas atrasadas en Europa se aleja de las ¨¢reas desarrolladas. En su opini¨®n de los 327 millones de trabajadores que hay en Europa, 60 millones est¨¢n en condiciones deficientes, y calific¨® de simb¨®licas todas las pol¨ªticas de fondos estructurales destinados a corregir los desequilibrios.
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