Avelino Bassols

Avelino Bassols tiene la gran fortuna de haber realizado sus sue?os, y lo sabe. Su historia es la de muchos, con la diferencia de que ¨¦l s¨ª se li¨® la manta a la cabeza y con 64 a?os se embarc¨® en una aventura que le ha llevado a 27 pa¨ªses y 173 puertos. Durante casi tres a?os ha dado la vuelta al mundo por la ruta del Ecuador en un velero con bandera andorrana y una tripulaci¨®n cambiante. Se ha enfrentado a temporales y calmas, ha conocido otras culturas y cuando encontraba un sitio que le gustaba tiraba el ancla hasta que la llamada del mar le animaba a continuar el viaje.Todas estas experiencias conforman ahora el libro Andorra entre alisios y tifones, de Editorial Juventud, que se present¨® recientemente en Barcelona. El libro recoge, a modo de diario, las reflexiones y experiencias de este viaje en busca "de otras gentes". Porque Avelino Bassols asegura que lo que m¨¢s le ha marcado de su aventura es el contacto con la gente "Lo m¨¢s interesante es conocer otras civilizaciones y comprobar que los problemas que tenemos todos siempre son los mismos. Y, sobre todo, que los occidentales no somos los mejores ni los portadores de la verdad".

Pero volvamos al principio. Hasta 1981, Avelino Bassols (Barcelona, 1923) era un ingeniero electr¨®nico ocupado en su trabajo, la familia -tiene siete hijos y 12 nietos- y todos estos mil detalles que proporciona la sociedad de consumo. Entre ellos se encuentra, naturalmente, el infarto, y, cuando el coraz¨®n le dio su primer aviso, Avelino Bassols decidi¨® hacer caso a los m¨¦dicos y dejar su trabajo para cambiar de vida. Ten¨ªa un yate de regatas con el que surcaba el Mediterr¨¢neo, que cambi¨®, una vez se decidi¨® a realizar su sue?o, por otro de crucero con dos palos, 13 metros de eslora y equipado con lo imprescindible para la alta navegaci¨®n. Se llamaba Trotamar III, y as¨ª sigui¨® llam¨¢ndose en los viajes de prueba que le llevaron primero, durante 11 meses, al Caribe y despu¨¦s, durante siete meses, por Canarias y las islas Maldivas.

El barco cambi¨® de nombre cuando decidi¨® realizar la vuelta al mundo y, en primer lugar, dirigirse hacia Australia para participar en la Tall Ships Celebration, en conmemoraci¨®n del bicentenario de la colonizaci¨®n de Australia. "Intent¨¦ conseguir sponsors en Espa?a, pero nadie me hizo caso. El Principado de Andorra tuvo inter¨¦s en que llevara su pabell¨®n en la vuelta al mundo y en estas festividades y as¨ª me convert¨ª en su embajador en 27 pa¨ªses", explica Bassols. Cambi¨® el nombre del barco por el de Principat de Andorra, el primero en llevar el pabell¨®n andorrano, y en cada puerto repart¨ªa folletos de propaganda tur¨ªstica de este pa¨ªs cuando se lo reclamaban.

Parti¨® de Barcelona el 3 de enero de 1987 y regres¨® el 23 de septiembre de 1989, sin haber a?orado en ning¨²n momento. Ha presenciado ritos vud¨²s en Sud¨¢n, ha estado en tres ocasiones en un calabozo, ha sorteado diversos amagos de ataques piratas -"los narcotraficantes son los peores", asegura, "porque te asaltan, utilizan el yate y despu¨¦s lo hunden para no dejar rastro"- y ha compartido traves¨ªa, en diferentes etapas, con 27 tripulantes de ocho nacionalidades, entre los que se encuentran cinco de sus hijos.

Ahora, a sus 67 a?os, s¨®lo piensa en volver a embarcarse. En mayo piensa dirigirse al mar Negro para atravesar luego toda Rusia por los canales y regresar a Barcelona circundando Europa. "Mi ilusi¨®n es continuar hasta que el cuerpo aguante, espero que la muerte me encuentre en el mar".