"El fracaso de la Ronda de Uruguay ser¨ªa el pr¨®logo de una verdadera guerra comercial"

La Ronda de Uruguay ha sido el proceso negociador m¨¢s importante de la historia del GATT (Acuerdo General sobre Aduanas y Aranceles), que tiene como objetivo b¨¢sico el fomento del libre comercio promoviendo la reducci¨®n de aranceles y la eliminaci¨®n del dumping (subvenciones encubiertas a las exportaciones). Por primera vez desde su constituci¨®n en 1947 los debates se ha producido con una notable transparencia. La importancia de estas negociaciones ha ido creciendo en la medida en que el peso del comercio en la econom¨ªa ha sido cada vez mayor.Pregunta. La importancia de estas negociaciones deriva de que de su resultado depende el establecimiento de un cierto modelo de comercio, de producci¨®n y desarrollo de los pueblo s. ?Qui¨¦n est¨¢ impidiendo un acuerdo?

Respuesta. Bueno, la respuesta a este planteamiento suyo supone iniciar con la reafirmaci¨®n de que estas negociaciones llamadas Ronda de Uruguay han sido las negociaciones m¨¢s H¨¦ctor Gros ambiciosas y m¨¢s grandes de la historia del GATT. Las m¨¢s ambiciosas porque por primera vez se trata de cubrir, adem¨¢s de los sectores tradicionales que estaban bajo el marco del GATT, otros aspectos como propiedad intelectual, servicios, etc¨¦tera. Pero tambi¨¦n son las m¨¢s grandes, porque las rondas anteriores estuvieron encaradas como negociaciones entre las grandes potencias y los pa¨ªses con una mayor tradici¨®n en el comercio internacional. Ahora, cuando la ronda se inici¨® con la Declaraci¨®n de Punta del Este, en 1986, participaron m¨¢s de 100 pa¨ªses, cuando antes, en la d¨¦cada de los cincuenta y al comienzo de los sesenta, se dec¨ªa que el GATT era un club de ricos y no ten¨ªa m¨¢s de 70 u 80 miembros. Adem¨¢s ahora se busc¨® la transparencia. El fracaso de la ronda significar¨ªa un renacimiento del proteccionismo internacional y ser¨ªa el pr¨®logo de una verdadera guerra comercial.

Comercio y desarrollo

P. ?Cu¨¢l es la filosof¨ªa de la Declaraci¨®n de Punta del Este?

R. La Declaraci¨®n de Punta del Este prev¨¦ una consideraci¨®n especial para los pa¨ªses en desarrollo, de sus intereses y de sus aspiraciones. Se trata de encarar el comercio como un factor de desarrollo, y no solamente como un factor de beneficio para algunos pa¨ªses poderosos.

P. Pero parece que la cumbre, al menos desde Europa, se ha planteado como un falso dilema entre el proteccionismo de la Comunidad Europea y el liberalismo de EE UU. Sin embargo, hay otras realidades que han trascendido menos. ?Por qu¨¦?

R. Exactamente. Iba justamente a eso y al falso enfoque que significa ver en la Ronda de Uruguay nada m¨¢s que eso. Ahora, los grandes actores de la Ronda son los tres grandes centros de principal poder econ¨®mico del mundo: la Comunidad Econ¨®mica Europea, Estados Unidos y Jap¨®n. Aunque la Uni¨®n Sovi¨¦tica es ahora observadora por primera vez del GATT y China es parte del GATT, la verdad es que no han jugado ni juegan todav¨ªa un papel determinante.

Pero es un error creer que la Ronda fue exclusivamente una confrontaci¨®n entre el proteccionismo de la Comunidad y el liberalismo de Estados Unidos. Estos factores existieron, pero se matizan y se entremezclan con otros elementos. La confrontaci¨®n, digamos as¨ª, entre Estados Unidos y la Comunidad se bas¨® en la cuesti¨®n del comercio de productos agr¨ªcolas. La Comunidad tiene como elemento b¨¢sico la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n, con subvenciones de precios internos y restricciones en cuanto al acceso a los mercados europeos de productos de otras regiones. Esto, l¨®gicamente, afecta a intereses de Estados Unidos como exportador agr¨ªcola, pero afecta tambi¨¦n a intereses fundamentales de otros grandes productores agr¨ªcolas, de Canad¨¢, de Nueva Zelanda, de Australia, de Argentina, de Brasil, de Chile, de Uruguay y de Colombia, para citar nada m¨¢s algunos. Estos pa¨ªses con Estados Unidos formaron el llamado Grupo Cairns.

Lo que s¨ª afirmaron Estados Unidos y los pa¨ªses del Grupo Cairns era que la negociaci¨®n agr¨ªcola era y es la llave para solucionar el resto de las cuestiones, mientras que la Comunidad insist¨ªa esencialmente en el car¨¢cter de globalidad, es decir, que todos los temas deb¨ªan ser resueltos.

Ahora no voy a relatar en detalle las negociaciones de Bruselas, pero evidentemente se lleg¨® a Bruselas, a pesar de cuatro a?os de negociaciones, con acuerdos no preparados. Yo dir¨ªa que era m¨¢s lo no resuelto que lo ya decidido. Como ya conocen, se produjo una confrontaci¨®n y fue imposible aprobar nada. En estas condiciones, en consulta con la Comunidad, con Jap¨®n, con los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, con Estados Unidos, yo decid¨ª que lo que hab¨ªa que hacer era impedir la confrontaci¨®n y resolv¨ª que la ronda continuara, es decir, que no hubo ni clausura ni suspensi¨®n, sino que continuara bajo una forma distinta lo m¨¢s pronto posible en Ginebra a trav¨¦s de negociaciones conducidas por el director general del GATT, se?or Dunkel, con mi apoyo permanente. Era indispensable, y creo que se logr¨®, evitar un fracaso, una finalizaci¨®n de la ronda con un fracaso.