El PNV exige al PSE un retorno a posiciones auton¨®micas para entrar en el Gobierno vasco
"Los socialistas entrar¨¢n en el Gobierno vasco si suscriben un programa com¨²n en l¨ªnea con su interpretaci¨®n de 1980 sobre el Estatuto de Gernika". Esta es la posici¨®n del Partido Nacionalista Vasco (PNV) sobre la incorporaci¨®n de su actual socio a la nueva coalici¨®n tripartita. Se trata de conseguir del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) un giro casi radical en su pol¨ªtica auton¨®mica, algo aparentemente dif¨ªcil, pese al v¨¦rtigo que comienza a apoderarse de algunos sectores de esta formaci¨®n ante la perspectiva inminente de la p¨¦rdida del poder.
El PNV se ha decidido, tras dos meses de fracasados intentos para renovar la coalici¨®n, a poner sobre la mesa su versi¨®n de las interioridades negociadoras. Tras las elecciones del 28 de octubre, los socialistas decidieron cambiar de estrategia y, as¨ª lo advirtieron a sus socios. Interpretaban que la p¨¦rdida de 40.000 votos y tres esca?os fue debida a la disoluci¨®n de su perfil propio en el del Gobierno presidido por Ardanza.En consecuencia Txiki Benegas y Ram¨®n J¨¢uregui plantearon al PNV todo tipo de exigencias para volver a gobernar juntos. Desde un plan de inversi¨®n para zonas deprimidas de 100.000 millones de pesetas en cuatro a?os, dirigido por el vicepresidente del Ejecutivo, hasta rebajar las exigencias legales de conocimiento del euskera para acceder a puestos en la Administraci¨®n auton¨®mica.
"El PSE-PSOE estaba convencido de que no hab¨ªa alternativa de Gobierno sin ellos", afirma el hombre fuerte del PNV en la negociaci¨®n, Juan Ram¨®n Guevara, "y nos lo dijeron a la cara por activa y por pasiva. Benegas nos lanz¨® en tono amenazante a primeros de diciembre, en la presidencia del Gobierno vasco: o vais con nosotros o sent¨¢is aqu¨ª a Garaikoetxea, vosotros ver¨¦is".
La versi¨®n del PSE-PSOE es diametralmente opuesta. Ram¨®n J¨¢uregui atribuye la ruptura al triunfo dentro del PNV de una l¨ªnea dura, de la que sorprendentemente formar¨ªa parte el lehendakari Ardanza. J¨¢uregui acusa al partido mayoritario de haber maniobrado a prop¨®sito durante casi dos meses para destruir el pacto bipartito y envolver a los socialistas en un acuerdo m¨¢s amplio junto a Euskadiko Ezkerra (EE).
La r¨¢pida evoluci¨®n de los acontecimientos y la verosimilitud creciente de un Gobierno nacionalista compartido por el PNV, EE y Eusko Alkartasuna (EA), ha generado tensiones en el PSE. La ejecutiva nacional rechaz¨®, a propuesta de J¨¢uregui, la hip¨®tesis de entrar en un Gobierno a tres. El pasado jueves, sin embargo, Txiki Benegas, desde los pasillos del Congreso, y Fernando Buesa desde la Diputaci¨®n Foral de Alava, matizaban esa posici¨®n. La intervenci¨®n casi simult¨¢neamente del socialista vasco m¨¢s pr¨®ximo a Felipe Gonz¨¢lez y del ¨²nico diputado general del partido en la comunidad aut¨®noma resulta significativa.
Pacificaci¨®n de Euskadi
En el PSOE existe "una preocupaci¨®n de Estado" por el papel del Gobierno aut¨®nomo en la pacificaci¨®n y el enfrentamiento con ETA. "No es que un Gobierno nacionalista vaya a traicionar el pacto de Ajuria Enea", afirma un dirigente del PSE, "pero si estamos, nosotros en el Ejecutivo las cosas ser¨¢n m¨¢s claras". El Gobierno central, admiten los socialistas vascos, desea disponer de capacidad de influencia interna en el Gobierno de Vitoria ante el previsible final de ETA en los pr¨®ximos cuatro a?os.La p¨¦rdida de las cuotas de poder conseguidas en los ¨²ltimos cuatro a?os en las administraciones auton¨®mica, foral y municipal acent¨²a la convulsi¨®n interna entre los socialistas. Su exclusi¨®n de la coalici¨®n gobernante se trasladar¨ªa casi inevitablemente a ayuntamientos y diputaciones en mayo pr¨®ximo. En total, est¨¢n en juego unos 400 cargos p¨²blicos.
Las cosas han cambiado r¨¢pidamente a peor. Guevara considera una coalici¨®n s¨®lo con el PSE "inimaginable, salvo que EE estuviera de acuerdo en retirarse". La p¨¦rdida por los socialistas de la presidencia del Parlamento no admite marcha atr¨¢s. "Y luego", a?ade, "la composici¨®n del Gobierno no ser¨¢ la misma con dos partidos que con tres y no seremos nosotros quienes paguemos el error ajeno". Algunos dirigentes peneuvistas piensan que el PSE debe ser valorado ahora no por sus 16 parlamentarios, sino por los 10 que necesita el bloque PNV-EE, para conseguir la mayor¨ªa absoluta.
Pero la voluntad de incorporar a los socialistas al Ejecutivo permanece, "como la ha habido siempre", afirma Guevara. Pedimos que suscriban un programa com¨²n, coincidente con el suyo de hace 10 a?os en materias como transferencia de la Seguridad Social o el Instituto Nacional de Empleo".
El PNV no ha terminado de deshojar la margarita pero est¨¢ decidido a formar un Gobierno y a llevar hasta las ¨²ltimas consecuencias la demostraci¨®n de que ninguna soluci¨®n es imposible. La perspectiva de gobernar con EA "es dif¨ªcil y habr¨¢ que explicarla, pero tambi¨¦n hubo que explicar hace cuatro a?os el pacto con el PSOE y no pas¨® nada", argumenta Guevara. Llegado el caso, aseguran, est¨¢n dispuestos a probar a Benegas que pueden gobernar con Garaikoetxea sin sentir lo mismo que los cristianos de Roma ante las fauces de los leones.
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