El Big Bang del PSUC

El 6 de enero de 1981, hace 10 a?os, finaliz¨® en Barcelona el V Congreso del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), en el que los comunistas catalanes realizaron su haraquiri pol¨ªtico. Un sector del partido rechaz¨® la revisi¨®n de la ortodoxia emprendida con el nombre de eurocomunismo y provoc¨® un estallido de contradicciones en el grupo dirigente. En el Kremlin, la perestroika estaba muy lejos todav¨ªa. El quinto congreso fue un Big Bang que dio a luz una nueva situaci¨®n en la izquierda catalana, en la que el PSUC no ser¨ªa ya nunca m¨¢s lo mismo.

En las siguientes elecciones legislativas, en 1982, el PSUC perdi¨® el 70% de los votos que hab¨ªa recibido en las anteriores: de 494.000 electores se qued¨® con 145.000.Los delegados hab¨ªan acudido al V Congreso divididos en tres bloques de distinta envergadura. El mayor, el ortodoxo o prosovi¨¦tico, estaba formado por los militantes fieles al aparato organizativo del partido. De dimensiones parecidas era el eurocomunista, integrado por varios grupos, entre los cuales el m¨¢s homog¨¦neo era el compuesto por los ex militantes de Bandera Roja que en 1974 hab¨ªan ingresado en el PSUC. El tercer bloque, el leninista, estaba formado por quienes se hab¨ªan opuesto al abandono del leninismo en el PCE impuesto por su secretario general, Santiago Carrillo. Era el colectivo m¨¢s reducido, pero actu¨® como bisagra e inclin¨® la balanza contra la definici¨®n eurocomunista.

El hombre que tuvo en sus manos la llave de aquel congreso, porque controlaba al grupo prosovi¨¦tico, era Josep Serradell, m¨¢s conocido como Rom¨¢n, secretario de organizaci¨®n saliente. Ahora, a 10 a?os vista, define as¨ª lo que sucedi¨®: "Fue un congreso positivo, porque triunfaron las posiciones que nosotros defend¨ªamos, Pero tuvo consecuencias negativas porque aprob¨® unas tesis y en cambio eligi¨® un Comit¨¦ Central cuya mayor¨ªa era partidaria de otras. Esa tremenda contradicci¨®n marc¨® el futuro".

Cuatro d¨ªas despu¨¦s del congreso, recuerda Rom¨¢n, Santiago Carrillo le llam¨® a Madrid: "Me dijo: 'Catalu?a necesita un partido eurocomunista y lo tendr¨¢'. Le respond¨ª que eso ser¨ªa a costa del PSUC. Y as¨ª fue".

Enfrentamiento

Los protagonistas de aquel feroz enfrentamiento entre camaradas cre¨ªan que se trataba de un episodio m¨¢s de las turbulencias internas de los partidos comunistas, en las que casi todos hab¨ªan participado en la clandestinidad y en ¨¦pocas de m¨¦todos m¨¢s expeditivos. Pero no sab¨ªan que asist¨ªan, merced al vanguardismo hist¨®rico del PSUC, a los propios funerales del partido comunista, adelantados en cinco a?os a la perestroika y en nueve a la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn.La pugna escenificada p¨²blicamente en el V Congreso continu¨® en todas las organizaciones del partido y a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n. Cuando la existencia de fracciones organizadas y direcciones paralelas se hizo evidente, a principios de 1982, la direcci¨®n expuls¨® a los prosovi¨¦ticos. Los expulsados se constituyeron inmediatamente en un nuevo partido -el Partit dels Comunistes de Catalunya (PCC)- y se lanzaron a la batalla para ocupar el espacio pol¨ªtico y electoral del PSUC.