La incredulidad saud¨ª va a la guerra

Nunca una guerra -si alg¨²n d¨ªa la hay- se hab¨ªa preparado con tanta calma y entre tanta incredulidad. Los programas de protecci¨®n civil en Arabla Saud¨ª, cuidadosamente planificados para culminar el 15 de enero, cuando se cumple el plazo de la ONU se desarrollan paso a paso y se han integrado ya en una rutina diaria que pasa francamente inadvertida.

La cuesti¨®n es que los ciudadanos de la provine a oriental, donde est¨¢ el grueso de la fuerza multinacional, nunca han acabado de creerse que vaya a haber guerra.

Una encuesta realizada entre profesores, pol¨ªticos y periodistas saud¨ªes, publicada ayer, llegaba a una conclusi¨®n monosil¨¢bica: no.

La tranquilidad ciudadana no ha experimentaci¨®n alteraciones sustanciales confome se ha ido acercando la fecha clave, el 15 de enero. La larga reuni¨®n de ayer entree James Baker y Tarek Aziz tampoco suscit¨® demasiada curiosidad entre los apacibles saud¨ªes.

En conjunto, todo es bastante frustrante para los m¨¢s de 2.000 periodistas desplazados a esta zona, ¨¢vidos de historias terribles.

Las grandes cadenas de televisi¨®n, muy especialmente, se desesperan por la monoton¨ªa de las im¨¢genes que sirven a su audiencia: maniobras militares, paisajes des¨¦rticos y soldados posando en actitud feroz con una sonrisa contenida constituyen el men¨² de cada d¨ªa desde hace casi medio a?o, cuando Irak invadi¨® Kuwait el 2 de agosto y Estados Unidos empez¨® a enviar tropas al Golfo.

A falta de guerra, camar¨®grafos y reporteros agradecer¨ªan un POC-0 de p¨¢nico civil: multitudes huyendo, acaparaci¨®n de alimentos, construcci¨®n de refugios.... pero no hay forma. En las tiendas no falta jam¨¢s un art¨ªculo, a pesar del entusiasmo con que compran los soldados y los periodistas en este pa¨ªs libre de impuestos.

Mir Ayoob Ali Jan, un periodista del Saudi Gazette, explicaba ayer las dificultades de comprensi¨®n que encontr¨® en un recient¨ªsimo viaje a la India. "Mis interlocutores cre¨ªan que la gente en Arabia Saud¨ª viv¨ªa en una situaci¨®n de temor. de preguerra. Cuando yo intentaba explicarles que las probabilidades de guerra no son tantas y que la gente en mi pa¨ªs segu¨ªa con su vida de forma normal, cre¨ªan que por alguna raz¨®n yo me negaba a expresar la realidad y mis verdaderos sentimientos", confesaba el periodista.

Asegurar los suministros

Abdul Rahm¨¢n al Mansur, jefe de la Compa?¨ªa de Mercados Municipales, anunciaba ayer en una conferencia de prensa que en caso de guerra no habr¨ªa desabastecimiento. "Estabamos aplicando diversos sistemas para asegurar que los suministros no se ver¨¢n afectados y que la estructura de precios no sufrir¨¢ alteraciones", dijo Al Mansur.

Los trabajadores filipinos tampoco ofrecen noticias ni im¨¢genes espectaculares. No se van. Al contrario, llegan m¨¢s de 300 cada d¨ªa. S¨®lo las familias de los trabajadores occidentales han protagonizado un ¨¦xodo casi general, pero muy poco vistoso.