"La opini¨®n en la URSS es feudal"
![Francesc Valls](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fa589f6be-5488-452d-9d5c-b8c189f9cf77.png?auth=991b5c634146217158e39eb39de850aa748a7fe1791f181e64eb84411220df94&width=100&height=100&smart=true)
"La opini¨®n p¨²blica en la Uni¨®n Sovi¨¦tica est¨¢ evolucionando y creciendo hacia ideas comparables a las del feudalismo", explica VIad¨ªmir Komerski, del gubernamental Centro Sovi¨¦tico para la Opini¨®n P¨²blica. Komerski hizo estas manifestaciones en Trento (Italia) durante un simposio sobre la autonom¨ªa en la URSS. "Las ¨²ltimas encuestas muestran que la actitud de la gente es claramente localista y equiparable a la situaci¨®n existente en la Edad Media, cuando no se ve¨ªa m¨¢s all¨¢ de lo que ocurr¨ªa dentro las ciudades amuralladas", manifest¨® a este peri¨®dico.
"Esto afecta tanto a la poblaci¨®n como a las autoridades locales; apenas les interesa lo que ocurre fuera de las murallas", apunta. Las encuestas muestran que los ciudadanos sovi¨¦ticos conf¨ªan mucho m¨¢s en los poderes que tienen cerca que en el central, y "ello se explica porque buena parte de la distribuci¨®n de alimentos depende de las autoridades locales", dice Komerski, quien asegura que otro elemento de peso es que al poder central se le identifica con el poder opresor, tanto en cuestiones religiosas como nacionales.Los asuntos estrictamente pol¨ªticos, no obstante, preocupan poco a los sovi¨¦ticos. "La principal preocupaci¨®n consiste en lograr pan, mantequilla y leche", agrega el soci¨®logo ruso, quien a?ade que estas dificultades contribuyen a reforzar un comprensible sent¨ªmiento de ego¨ªsmo.
Komerski basa sus afirmaciones en dos encuestas realizadas el a?o pasado: una solamente en la federaci¨®n rusa y otra en las rep¨²blicas de Rusia, Ucrania, Estonia, Georgia, Taylkist¨¢n y Uzbekist¨¢n. El soci¨®logo ruso 1 pone como ejemplo de ese crecimiento de la mentalidad localista que el mayor apoyo a la prohibici¨®n de exportar bienes de consumo y alimentos de una rep¨²blica a otra se da en Estonia: por cada siete ciudadanos partidarios de la prohibici¨®n s¨®lo hay uno contrario a la medida. En Mosc¨² y en Leningrado, el 45% de los encuestados es favorable a la medida restrictiva, y s¨®lo el 20% es contrario.
Esa defensa de los privilegios es extensible en lo que respecta al apoyo a los Gobiernos republicanos.
Un 27% de los ciudadar¨ªos de Estonla est¨¢ dispuesto a ayudar econ¨®micamente al Ejecutivo de su rep¨²blica, incluso a sus propias expensas. La proporci¨®n es de un 16% en Georgia, y desciende progresivamente cuanto mayor es el compromiso del Gobierno de la rep¨²blica con el central. As¨ª, por ejemplo, en Tayikist¨¢n, s¨®lo un 6% est¨¢ dispuesto a ayudar al Ejecutivo regional, seg¨²n los datos del Centro Sovi¨¦tico para la Opini¨®n P¨²blica.
El 54% de los encuestados en toda la Uni¨®n Sov1 ¨¦t 1 ca considera que hasta ahora el Estado ha solucionado sus problemas a expensas de los ciudadanos. S¨®lo un 9% opina que la situaci¨®n de la Administraci¨®n central es tan grave como para ayudarla sin reparos. A este localismo que muestran los sondeos ha contribuido en gran medida la explosi¨®n del nacionalismo y de la religi¨®n en la URSS.
"Las ideas religiosas son muy fuertes en las rep¨²blicas asi¨¢ticas, en las que los 70 a?os de poder sovi¨¦tico s¨®lo han actuado como una m¨¢scara, sin cambiar nada en profundidad; ahora, con la pol¨ªtica de la gl¨¢snost, han salido a la superficie", manifiesta Komerski, seg¨²n el cual adem¨¢s del integrismo isl¨¢mico asi¨¢tico hay un gran peligro en el integrismo cristiano que crece en la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
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