La utilizaci¨®n de las armas nucleares
?Por qu¨¦ no utilizar armas nucleares contra ellos? Esta pregunta es mucho m¨¢s frecuente que su respuesta. Los dirigentes pol¨ªticos y militares han negado que haya alguna posibilidad de recurrir a las armas nucleares. Sin embargo, esta decisi¨®n ha sido puesta en tela de juicio por los palomas, que no est¨¢n convencidos de que el Pent¨¢gono sea capaz de resistir la tentaci¨®n de utilizar el arma definitiva si se presentara la oportunidad, y por los halcones, que no ven ninguna raz¨®n para no utilizarla.No hay armas nucleares en el territorio aliado, ni las llevan las fuerzas a¨¦reas desplegadas en el Golfo, aunque s¨ª hay algunas en las bases estadounidenses de Turqu¨ªa. Muchos de los aviones desplegados en la zona est¨¢n preparados para el lanzamiento de armas nucleares. Se sabe que hay cantidad de este tipo de armamento en la escuadra de portaaviones de la Armada estadounidense en el Golfo, incluidas las cabezas nucleares para misiles Tomahawk. Fuentes oficiosas estiman que el n¨²mero de cabezas nucleares estadounidenses en la zona se eleva a unas mil.
Habr¨¢ pocas, si es que hay, cabezas nucleares brit¨¢nicas. En el conflicto de las Malvinas, el gabinete de guerra, se dice, se alarm¨® al descubrir que algunas iban de camino al Atl¨¢ntico Sur, y fueron retiradas. Mientras que la Armada estadounidense y la Royal Navy brit¨¢nica no confirmen o nieguen la presencia de cabezas nucleares en sus barcos, no podemos estar seguros de cu¨¢ntas hay disponibles, pero s¨ª asegurar que, si las necesitaran, las encontrar¨ªan.
Se han sugerido dos razones de por qu¨¦ podr¨ªan necesitarlas: en represalia por un ataque de armas qu¨ªmicas o para quebrantar la defensa iraqu¨ª.
El arsenal iraqu¨ª
Las fuerzas aliadas hacen hincapi¨¦ sobre sus ataques al arsenal de destrucci¨®n masiva de Sadam. Afirman que el programa nuclear iraqu¨ª ha sido retrasado por un tiempo, aunque expertos estadounidenses consideran como una vaga posibilidad la construcci¨®n de un dispositivo sin probar. Su arsenal de armas biol¨®gicas ha sido siempre materia de especulaci¨®n, pero lo que s¨ª se sabe, porque las ha utilizado, es que tiene una capacidad real de armas qu¨ªmicas. Los aliados tambi¨¦n admiten que no ha sido posible confirmar la destrucci¨®n de sus almacenes de agentes qu¨ªmicos, aunque s¨ª han sido da?adas las plantas de fabricaci¨®n.
Richard Cheney, secretario de Defensa de EE UU, afirm¨® el mes pasado: "Teniendo en cuenta nuestra capacidad armament¨ªstica, ser¨ªa absurdo que Sadam Husein empleara armas de destrucci¨®n masiva, ya que la respuesta de EE UU ser¨ªa aplastante y devastadora".
Es posible que Sadam haya sido disuadido de colocar las cabezas qu¨ªmicas en sus Scud ante el temor a que cualquier suceso grave pudiera conllevar como respuesta un ataque nuclear de los israel¨ªes, si no de Estados Unidos. Sin embargo, no ha descartado todav¨ªa este tipo de ataque. Es muy posible que no haya tenido ¨¦xito en ajustar las cabezas qu¨ªmicas a los misiles.
Es m¨¢s probable que los iraqu¨ªes inicien ataques qu¨ªmicos contra las fuerzas terrestres aliadas. Aqu¨ª cabe la posibilidad de que los preparativos hechos por las fuerzas aliadas eviten los desastres y hagan inefectivos los ataques. Si el ataque tuviera ¨¦xito y exigiera una respuesta, hay muchas otras formas para da?ar a Irak sin que los aliados tengan que acudir a las formas primitivas de destrucci¨®n en masa.
?Cu¨¢l es la tarea que los partidarios de utilizar armas nucleares, con sistemas especialmente dise?ados para destruir las formaciones de tanques y los refugios, asignan a nuestras fuerzas convencionales, tarea que se ver¨ªa reducida considerablemente?. Los que as¨ª razonan no toman en serio cuestiones como la protecci¨®n que necesitar¨ªan los aliados ante tales ataques, ni si se debe avisar a los defensores; tampoco las consecuencias que tendr¨ªan las radiaciones sobre Kuwait en el proceso de su liberaci¨®n, ni la gran humillaci¨®n que seguir¨ªa a la utilizaci¨®n de un arma nuclear, aunque fuera s¨®lo una.
Ser¨ªa peor si la respuesta fuera apagada y la opini¨®n p¨²blica aceptase su utilizaci¨®n como "cosas que pasan en la guerra". Esto supondr¨ªa que un gran tab¨² se hab¨ªa roto. Al mostrarse preparado para la guerra nuclear, simplemente como una conveniencia militar, Occidente podr¨ªa estar sentando un precedente que minar¨ªa todos los futuros esfuerzos para detener la expansi¨®n de las armas nucleares y otros sistemas de destrucci¨®n masiva. ?ste es un hecho catalogado como importante para despu¨¦s de la guerra, y ya ha figurado como uno de los principales motivos para encargarse de Irak ahora, mejor que m¨¢s tarde, cuando su arsenal de armas letales fuera a¨²n mayor.
El general Schwarzkopf ha dicho que su campa?a a¨¦rea debe continuar y ha minimizado los da?os a los civiles. Ser¨ªa ingenuo suponer que no se ha hecho ya un da?o considerable a la poblaci¨®n, pero no es nada comparable con los resultados que se obtendr¨ªan si los aliados usaran el terror deliberamente. Cuando se le pregunt¨® a John Major sobre el tema nuclear, respondi¨®: "Nosotros tenemos muchas armas de corto alcance. No tenemos planes del car¨¢cter que usted imagina". Esta respuesta fue considerada muy poco expl¨ªcita por aquellos que hicieron menci¨®n al tradicional oscurantismo cr¨ªptico de la OTAN. Es mucho mejor, piensan, dejar que el enemigo especule. Pero hay temas que no requieren conjeturas.
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