La trampa de las barbas

En el palacio de la Puerta del Sol se ufanan de que Leguina tendi¨® una astuta trampa a Acosta. ?ste hab¨ªa conseguido mantener ocu.lto su enfrentamiento con el secretario general de la Federaci6n Socialista Madrile?a (FSM), quien tambi¨¦n sab¨ªa que si no aireaba la "operaci¨®n de acoso y derribo" iba a ser derrotado en los vericuetos del aparato del partido.La pasada primavera, al hilo de la defenestraci¨®n pol¨ªtica de Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla, apartado en el ¨²ltimo momento de la candidatura a la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa, parece que Leguina se decidi¨® a provocar a su adversario. Por eso no tard¨® en criticar ?a ca¨ªda en desgracia del presidente andaluz y lanz¨® a los cuatro vientos un viejo refr¨¢n castellano: "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar...". El se?uelo surti¨® efecto y Acosta pic¨®, al desautorizarlo en p¨²blico.

Censo de militantes

Una vez abiertas las hostilidades, el presidente de la Comunidad recurri¨® al contraespionaje para preparar el congreso extraordinario de la FSM, en septiembre. Uno de sus m¨¢s destacados partidarios se hizo con el censo de militantes de la federaci¨®n, celosamente custodiado por los hombres de Acosta. Para escarnio de aparato, las listas con los datos de los 16.000 afiliados salieron de los ordenadores de Ferraz.

A partir de septiembre los militantes del PSOE madrile?o reciben en sus casas un escrito de Leguina en el que da la voz de alarma y afirma que lo que dice Acosta no se corresponde con la realidad.

En el congreso extraordinario, previo al XXII congreso federal del PSOE, se libra una lucha agrupaci¨®n por agrupaci¨®n en la que las espadas quedan en alto. Leguina consigue as¨ª su objetivo de que la direcci¨®n nacional del partido reciba un claro mensaje: Acosta no controla todo el partido en Madrid.