Escepticismo ¨¢rabe ante el nuevo orden

( ... ) S¨ª el recuerdo de Hitler empuj¨® a Occidente a la guerra con Sadam Husein, el de su traici¨®n conquista e interferencia configuran, ahora m¨¢s que nunca, la respuesta de los ¨¢rabes a la guerra y al lugar que ocupar¨¢n en el nuevo orden mundial del presidente Bush.Los ¨¢rabes pueden ver elementos positivos en las ideas de los pa¨ªses occidentales sobre su futuro, tales como las sugerencias de Douglas Hurd sobre una distribuci¨®n m¨¢s equitativa de la riqueza en la regi¨®n, un control de armamentos que afecte a todos los pa¨ªses del ¨¢rea, y pese al continuo rechazo a toda conexi¨®n entre el Golfo y Palestina que, sin embargo, suena m¨¢s bien a aceptaci¨®n impl¨ªcita. ( ... )

Despu¨¦s de una guerra descaradamente anti¨¢rabe, cualquier democracia o participaci¨®n popular desembocar¨¢ inevitablemente en la formaci¨®n de Gobiernos antiamericanos.(...)

Aun as¨ª, es de esperar una gran resistencia instintiva a los designios occidentales. ( ... ) La ¨²nica Am¨¦rica que los ¨¢rabes conocen es la que hered¨® de los europeos la misi¨®n de mantenerlos divididos y d¨¦biles, de controlar sus riquezas y de, por encima de todo, apoyar al enemigo hist¨®rico israel¨ª, contra toda justicia y l¨®gica. Para ellos, este conflicto, ampliamente considerado como nueva cruzada, no es m¨¢s que otra campa?a de Occidente para aplastar su crecimiento natural. ( ... )

, 8 de febrero