Entre la guerra justa y la 'yihad'
Los presidentes de Irak y EE UU recurren a los textos sagrados para legitimar sus acciones b¨¦licas
La profec¨ªa de Isa¨ªas seg¨²n la cual las naciones de la tierra caer¨ªan sobre Babilonia se est¨¢ cumpliendo. Irak es, adem¨¢s del pa¨ªs de la m¨ªtica ciudad, la patria de Abraham, el profeta com¨²n del islamismo, cristianismo y juda¨ªsmo, cuyo nombre significa padre de muchas naciones. Las naciones, sin embargo, parecen haber olvidado antiguos lazos de paternidad com¨²n. Los presidentes de Irak y Estados Unidos utilizan con frecuencia el nombre de Dios para satanizar al enemigo.Sadam Husein, un laico nacionalista, llama a la yihad -la guerra santa- en nombre del islam, con la fe del converso. Su principal oponente, George Bush -s¨®lido creyente-, asegura que Dios est¨¢ del lado de las fuerzas multinacionales.
"Creyentes, haced la guerra a los infieles que moren a vuestro alrededor. Castigadlos con firmeza", dice el Cor¨¢n. Este llamamiento s¨®lo puede ser realizado por un l¨ªder religioso, a juicio de varios expertos isl¨¢micos,* otros opinan que no es as¨ª. Tampoco hay acuerdo sobre si la guerra del Golfo enfrenta a una naci¨®n musulmana con otra o a EE UU con una naci¨®n musulmana."El Cor¨¢n contiene un mensaje de paz; pero si eres atacado, tienes derecho a recurrir a la guerra, y el que muere en defensa de su honor, de su pueblo, de su religi¨®n o de su propiedad es m¨¢rtir", dice el imam Elthair Hussein, que dirige la mezquita del Centro Isl¨¢mico de Barcelona.
Desde el punto de vista teol¨®gico hay dos tipos de yihad: la yihad el asgar o guerra menor, que corresponde a la contienda f¨ªsica, y la yihad el akbar o guerra mayor, que corresponde al combate interior o espiritual. Seg¨²n el imam Hussein, "para los musulmanes la guerra de Irak es justa, porque es defensiva desde el momento en que EE UU bombarde¨® Bagdad". Sobre los prop¨®sitos de Sadam y su conversi¨®n al islam para el llamamiento a la yihad, el imam opina que puede ser una maniobra o puede ser verdadera. "En el caso de que sea una maniobra, ser¨¢ Dios quien lo juzgar¨¢", concluye.
Para la pr¨¢ctica totalidad de los musulmanes es un insulto que tropas extranjeras campen por Arabla Saud¨ª, donde se encuentra el lugar sagrado de La Meca, vetado a los infieles. As¨ª lo han entendido los imames de las mezquitas del Magreb, que han convertido la salatul-yuma -la oraci¨®n del viernes- en un llamamiento a la yihad. En el otro extremo, la Liga Mundial Musulmana, reunida recientemente en Arabia Saud¨ª -pa¨ªs que parad¨®jicamente tiene como c¨®digo civil las leyes cor¨¢nicas- ha considerado que Irak no puede llamar a la guerra santa. Para completar la complejidad, Al¨ª Jamenei, l¨ªder espiritual de la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n, asegura que luchar contra EE UU en el Golfo es una guerra santa, pero su pa¨ªs se mantiene neutral
Los enemigos coinciden
La coincidencia se produce entre los grandes enemigos de esta guerra: Husein y Bush. Ambos han repetido, con escaso tiempo de por medio, la misma idea: "Dios est¨¢ de nuestro lado". Bush ha recurrido a Plat¨®n y a santo Tom¨¢s de Aquino para hablar de guerra justa."San Agust¨ªn, en La ciudad de Dios, ya habla de guerras justas", explica el te¨®logo cat¨®lico Jos¨¦ Mar¨ªa Diez Alegr¨ªa, quien recalca que el santo de Hipona estuvo sin duda influenciado por la ca¨ªda del Imper¨ªo Romano."Al Estado se le reconoce la posibilidad de responder a una agresi¨®n, pero siempre con la justa moderaci¨®n", agrega el te¨®logo espa?ol.
Desde esta perspectiva, una guerra justa deber¨ªa ser emprendida como ¨²ltimo recurso y tendr¨ªa que ajustarse a la leg¨ªtima autoridad, utilizando medios proporcionados al fin.
"Que en nombre de la ONU se haga una guerra de estas caracter¨ªsticas es muy duro", opina el te¨®logo D¨ªez Alegr¨ªa. El Concilio Vaticano II puso coto a la guerra, pero ya con anterioridad -y lejos del ardor belicista de las Cruzadas- algunos papas se negaron a declarar justas determinadas contiendas, como sucedi¨® con Benedicto XV y la I Guerra Mundial. Sin embargo, existe divisi¨®n entre cat¨®licos respecto al conflicto del Golfo. Juan Pablo II ha condenado la guerra, igual que los obispos norteamericanos, entre otros. En la otra cara de la moneda, episcopados como el franc¨¦s se mostraban m¨¢s pr¨®ximos a las tesis de la coalici¨®n multinacional.
"?sta no es una guerra religlosa per se", ha dicho Bush, quien ha a?adido que "por otra parte, tiene mucho que ver con lo que la religi¨®n encarna; el bien contra el mal, lo justo contra lo injusto". El presidente estadounidense ha hecho acopio de citas b¨ªblicas para afirmar:"Sabemos que es una guerra justa y, si Dios quiere, la ganaremos", porque "el bien prevalecer¨¢".
Una se?al para los jud¨ªos
Mientras los sectores m¨¢s conservadores del protestantismo de EE UU se suman a la campa?a de la guerra justa, hay jud¨ªos que no ven en ello ning¨²n tipo de justificaci¨®n teol¨®gica. Este es el caso de Mois¨¦s Bendahan, rabino adjunto de Madrid, quien afirma que la guerra no tiene ninguna vinculaci¨®n religiosa. Sin embargo, Bendahan reconoce que, como los jud¨ªos est¨¢n en los proleg¨®menos de la venida del Mes¨ªas -que estar¨¢ precedida de grandes convulsiones mundiales-, hay quien puede ver en esta guerra una se?al. Si a ello se a?ade la tremenda profec¨ªa de que las naciones de la tierra caer¨¢n sobre Babilorila (Isa¨ªas, 13-14) el asunto a¨²n cobra m¨¢s fuerza para algunos.
Bendahan dice: "Si hay una guerra o un cataclismo el responsable es el hombre, no Dios; no podemos buscar elementos teol¨®gicos en una cosa de la que el hombre es el ¨²nico guionista".
M¨¢s propensos a las profec¨ªas son los protestantes conservado res norteamericanos, quiz¨¢s en l¨ªnea con Isa¨ªas. "Israel es un basti¨®n de la democracia en una parte del mundo que es pol¨ªticamente inestable y que se caracteriza por estar cercana a la locura ( ... ) esa peque?a naci¨®n ser¨¢ ata cada por sus enernigos, ayudados por los grandes ej¨¦rcitos rusos y sus aliados ¨¢rabes". Esta profec¨ªa fue hecha por Falwell en su libro That miracle called Israel antes de la crisis de los totalitarismos del Este europeo.
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