"Soy el reflejo de mi sociedad"
Nada m¨¢s aparecer en el vest¨ªbulo del hotel, Juan Luis Guerra se topa con una ni?a que le regala un dibujo. "Me s¨¦ todas las canciones. Yo la he o¨ªdo. Cantas con los ni?os", dice mirando hacia arriba los casi dos metros que mide el m¨²sico dominicano. Y se sienta a su lado, donde permanece durante toda la entrevista. Juan Luis Guerra acaba de llegar de Santo Domingo y s¨®lo permanecer¨¢ en Madrid unas horas, antes de volar hacia Las Palmas para comenzar su primera gira espa?ola. Parece cansado, pero se ilusiona cuando se entera de que el grupo cubano Los Van Van act¨²a en la plaza Mayor. Y quiere acabar pronto para ir a escucharles.A sus 33 a?os, Juan Luis Guerra se ha convertido en el nuevo fen¨®meno de la m¨²sica latina, a pesar de su breve carrera. Form¨® el grupo 4.40 en 1984, y, con cuatro discos publicados y algunas canciones (Woman del Callao, ?jala que llueva caf¨¦, Burbujas de amor), este m¨²sico de Santo Domingo (Rep¨²blica Dominicana) ha revolucionado el panorama salsero. El dominicano todav¨ªa no alcanza, a comprender bien las razones de este ¨¦xito.
"A veces me siento y comienzo a pensar qu¨¦ es", dice. "A veces no encuentro la raz¨®n, y otras digo que son quiz¨¢ reminiscencias de muchas influencias que tenemos y que el p¨²blico ya ha o¨ªdo y le resultan familiares. Las canciones est¨¢n impregnadas de Beatles, y la gente no se da cuenta, porque hay cosas encima que impiden ver estas influencias. El tratamiento de la l¨ªrica es diferente tambi¨¦n. En muy pocos casos el ritmo latino se utiliza para canalizar un mensaje de expresi¨®n, una situaci¨®n pol¨ªtica, social o amorosa. Quiz¨¢ la gente tambi¨¦n le da valor a eso. Y tambi¨¦n el ritmo, por qu¨¦ no. Es un ritmo bastante fuerte, bailable, popular y comercial. Y la gente hace una relaci¨®n que me parece que es importante".
Es lo que Juan Luis Guerra llama el merengue dual, para los pies y la cabeza, para el baile y la reflexi¨®n. "En la Rep¨²blica Dominicana todo son problemas", afirma. "No tenemos energ¨ªa el¨¦ctrica, y hay escasez de agua, de alimentos, de educaci¨®n de alfabetizaci¨®n... Pero no podemos resolver nada hasta que no haya un cambio".
Denuncia
Este sentido de denuncia, patente en algunas canciones como Ojal¨¢ que llueva caf¨¦ o Acomp¨¢?eme civil, es una de las caracter¨ªsticas de la m¨²sica del dominicano. "Comienzas a interesarte en los problemas simplemente por denunciar. Y yo he tenido que buscar mucho para seguir denunciando, ya que uno tiene una actitud de responsabilidad ante su pueblo y ante los pueblos latinoamericanos, y tiene que ver cu¨¢les son las faltas. Aunque no podamos arreglar nada. Nosotros tenemos que seguir investigando constantemente, porque a veces se resuelven cosas por medio de la m¨²sica, aunque parezca ut¨®pico. Es una escuela, quiz¨¢ la mejor de todas: transmitir a trav¨¦s de canciones y de m¨²sica. No hay mejor".El nombre de Rub¨¦n Blades sale en la conversaci¨®n, y Juan Luis Guerra parece atra¨ªdo por la vocaci¨®n pol¨ªtica del paname?o. "A lo mejor en un futuro pueda querer obtener un cargo pol¨ªtico en mi pa¨ªs", dice el dominicano, "debido a la mala situaci¨®n en que se encuentra. Si estuviera bien, seguir¨ªa en la m¨²sica tranquilo".
Juan Luis Guerra arropa el contenido de sus canciones con un tratamiento musical que le diferencia de los dem¨¢s artistas latinos y que enlaza con el pop. "Es la influencia 4.40, con esos coros suaves, no agresivos, en algunos casos. Nosotros decimos relajados los u¨²ses y los parapapases. Son como un pop... T¨² ya me entiendes. Es otra influencia que no es salsa o merengue, con coros muy tiernos, m¨¢s sencillos y tranquilos. Es el gancho para atraer a un p¨²blico acostumbrado al pop. Siempre digo que en el interludio de ?jala que llueva caf¨¦ me sale un George Martin, el orquestador de los Beatles, pero debajo hay una tambora y una g¨¹ira, y, cuando hay elementos folcl¨®ricos r¨ªtmicos tan fuertes es dif¨ªcil darse cuenta".
La tambora y la g¨¹ira son intrumentos caracter¨ªsticos del merengue dominicano, un ritmo que naci¨® a principios del siglo XIX con influencias africanas y que forma una de las bases del repertorio de Juan Luis Guerra y 4.40. Un repertorio que en el ¨²ltimo disco del dominicano se ha enriquecido con la bachata. "La bachata es el bolero antillano, que se cantaba y se bailaba en Santiago de los Caballeros, en la parte norte del pa¨ªs. Eso llega a la capital, se hace urbano y comienza a ser un ritmo de clase baja. Intentamos dar un tratamiento diferente a ese folclor".
Bachata rosa es el t¨ªtulo del ¨²ltimo trabajo de Juan Luis Guerra y 4.40, y una de las claves de una gira que ayer comenz¨® en Las Palmas, para continuar hoy en Santa Cruz de Tenerife, el d¨ªa 16 en Madrid y el 17 en Barcelona. "Venimos con el concepto de concierto, no de espect¨¢culo. Somos 12 m¨²sicos, cuatro cantantes y tres t¨¦cnicos, y no hemos tra¨ªdo bailarines ni escenograf¨ªa".
Con el lleno asegurado, Juan Luis Guerra se muestra contento de su aceptaci¨®n en Espa?a, recuerda a su mujer y a su hijo de cuatro a?os, que se han quedado en Santo Domingo, y parece que ha olvidado su proyecto de hace algunos meses de trasladar su residencia a Madrid o a Miami para impulsar su carrera: "Creo que voy a quedarme en Santo Domingo. No debo perder el contacto directo, porque podr¨ªa perder las ra¨ªces que tanto quiero y que es parte de lo original que tiene mi m¨²sica. Soy el reflejo de mi sociedad".
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