Cercanos y distantes
El dramaturgo Arnold Wesker fue de los primeros en tomar distancias con Rushdie, al que vio en adem¨¢n de capitular ante el terrorismo del fundamentalismo isl¨¢mico., que defini¨® como "la nueva plaga del mundo". A Rushdie se le inquiri¨® qu¨¦ pensaba de la reacci¨®n de su amigo, y respondi¨® que lo que ¨¦l hiciera no es asunto de Arnold".El escritor Francis Bennion dimiti¨® del comit¨¦. "Hay razones por las que Rushdie no merece ser defendido", dijo. "Ha decidido no publicar en r¨²stica, con lo que se ha rendido a unos hipot¨¦ticos asesinos; ha decidido no autorizar nuevas traducciones, lo que es otra forma de rendici¨®n. Y, lo peor de todo, ha desconcertado a los que le apoy¨¢bamos al abrazar un credo intolerante".
La comunidad intelectual que hab¨ªa estado api?ada tras Rushdle salt¨® hecha pedazos y con ella el muy relativo apoyo popular. En el extremo opuesto a los anteriores se agruparon Martin Amis, Fay WeIdon y Julian Barnes, el cual consider¨® atrevido pontificar desde una situaci¨®n libre de amenaza, mientras Harold Pinter, el m¨¢s allegado de todos al novelista, y hasta entonces su portavoz, entraba en un silencio que dura hasta la fecha. "Si ven al islam como un enemigo, no son mis amigos", coment¨® Rushdie.
El novelista present¨® su descubrimiento de la fe isl¨¢mica como el resultado natural de una evoluci¨®n espiritual perceptible desde su primera novela y catalizado por la condena y el encierro forzado por Jomeini, confinamiento en el curso del cual dijo haber "despedazado todo lo que pensaba sobre todo".
Estas cr¨ªpticas palabras pronunciadas en septiembre en televisi¨®n alertaron a Hesham el Esawy, presidente de la Sociedad Isl¨¢mica para la Promoci¨®n de la Tolerancia Religiosa, que brind¨® al novelista la escala para emerger del averno en el curso de una reuni¨®n con otros dirigentes religiosos. "Ped¨ª perd¨®n. Dije que estaba dispuesto a admitir mis errores. Me perdonaron. Fue muy emocionante".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.