La vision de Stephen Frears de 'The Grifters', una de las grandes novelas de Jim Thompson
El cine acaba de descubrir a uno de los maestros indiscutibles de la novela negra, el autor de la genial 1.430 almas, una de las cumbres de la lileratura norteamericana que se han producido en este siglo.Hombre literato airado y aislado, de una especie que se mantiene ¨²nica, radical y violento en extremo, pero dotado de una insobornable imaginaci¨®n tr¨¢gica, acorde con el destir¨ªo de la sangre india que corr¨ªa por sus venas, Jim Thompson fue ignorado, y no casualmente, en su pa¨ªs, Estados Unidos, durante d¨¦cadas.
Fue el director Bertrand Tavernier quien, desde Francia, inici¨® el rescate de Jim Thompson con Coup de torchon, hace cosa de 10 a?os. Y es ahora un brit¨¢nico, Stephen Frears, el que toma el relevo con The grifters, otro de los grandes relatos de Jim. Thompson, que se ha presentado en la Berlinale fuera de programa. De nuevo, la expectaci¨®n vuelve a los vaivenes de este despoblado y confuso festival. Otros relatos de Thompson est¨¢n a punto de salir a las pantallas.
Un rescate
Aunque s¨®lo sea por la oleada de reediciones de sus novelas que presagia este descubrimiento por el cine de la obra de Jim Thompson, est¨¢ m¨¢s que justificada la existencia de una pel¨ªcula sobre The grifters, o Los embaucadores. Pero el hecho de que Stephen Frears haya sido el pionero de este rescate del olvido de uno de los m¨¢s poderosos escritores que ha dado Estados Unidos a lo largo de todo este siglo a?ade esperanza a un acto de justicia hist¨®rica.
La solvencia art¨ªstica y profesional de Frears, cuyas interpretaci¨®n de las Amistades peligrosas de Choderlos de Laclos sigue viva en las pantallas de todo el mundo, y la turbulenta precisi¨®n de su estilo son, probablernente, el veh¨ªculo que requer¨ªa la obra de Thompson para no ser degradada por el mal celuloide.
Y decimos probablemente porque la proyecci¨®n de The grifters tuvo lugar anoche, fuera de competici¨®n, e incluso de programa, en una pantalla situada en un rinc¨®n del Panorama y fuera de la hora del cierre de esta cr¨®nica.
Hoy Stephen Frears llega a Berl¨ªn, y a lo largo de todo el d¨ªa comparecer¨¢ en ruedas de prensa y conceder¨¢ entrevistas sobre esta su nueva aver¨ªtura.
Agua de mayo
Aunque ocurra fuera de la oficialidad de la compet¨ªlci¨®n, su presencia ha ca¨ªdo sobre la nieve -berlinesa como un agua de mayo: trae consigo calor, ganas -que buena falta hacen- de seguir aqu¨ª, y sensaci¨®n de que otra vez se rompe -como ocurri¨® con la llegada de Coppola- la desolada idea de cerco a que est¨¢ sometido este festival, cuyas voces, los medios de comunicaci¨®n, se resienten cada d¨ªa m¨¢s de la encerrona a que est¨¢n sometidos por las mordazas pol¨ªticas de una rerriota guerra, que no obstante es abrumadoramente cercana, convertida en batalla interior.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.