Un peregrinaje ca¨®tico

La derrota de la selecci¨®n espa?ola ante Francia tuvo un fin de fiesta ca¨®tico. El equipo, excepto los seis jugadores azulgrana que regresaron al mediod¨ªa de ayer en vuelo regular a Barcelona, lleg¨® a Madrid con un retraso de 14 horas y 45 minutos sobre el horario previsto. La p¨¦sima planificaci¨®n del viaje por parte de la federaci¨®n y de la agencia de viajes Ecuador, unido a problemas causados por una fuerte niebla, convirtieron las habituales cuatro horas de vuelo -entre la ida y la vuelta- entre Par¨ªs y Madrid, en una tortura de 9 horas en el viaje de ida, y casi 15 en el de vuelta, para sumar 24 horas, un d¨ªa completo en aeropuertos y aviones.En la expedici¨®n volaba Inocencio Arias, subsecretario de Estado de Asuntos Exteriores, que no pudo estar presente en la audiencia que el rey Juan Carlos concedi¨® ayer al ministro de Asuntos Exteriores rumano; Javier G¨®mez Navarro, secretario de Estado para el Deporte, que tuvo que anular una reuni¨®n con el ministro de Educaci¨®n, Javier Solana; ?ngel Mario Carre?o, diputado del Partido Popular, que tambi¨¦n ten¨ªa una sesi¨®n parlamentaria, y Alfredo di St¨¦fano, entrenador del Madrid, que tuvo que llamar a su mujer a las cuatro de la ma?ana para que le dijera a Jos¨¦ Antonio Camacho, que suspendiera el entrenamiento de su equipo.

El partido concluy¨® a las 22.30 horas de] pasado mi¨¦rcoles. La expedici¨®n viaj¨® al aeropuerto Charles de Gaulle, donde hab¨ªa una niebla espes¨ªsima. All¨ª deb¨ªa estar el avi¨®n contratado por la federaci¨®n, un vuelo charter de la compa?¨ªa vasca Nortjet. Sin embargo, y sin que se informase de ello hasta tres horas despu¨¦s, el avi¨®n no lleg¨® a despegar de su punto de origen, Biarritz, al saber el piloto del cierre del aeropuerto De Gaulle a causa de la niebla.

La espera fue desconsoladora. Inocencio Arias, ante la falta de informaci¨®n, decidi¨® tumbarse en unos asientos de la sala de espera, al igual que algunos jugadores. Alfredo di St¨¦fano comentaba a sus contertulios: "Yo, mientras est¨¦ a las diez de la ma?ana en la Ciudad Deportiva ya estoy tranquilo". Cuando se enter¨® del retraso, recuper¨® un vocabulario m¨¢s radical. La cara de ?ngel Villar, presidente de la federaci¨®n espa?ola, era pat¨¦tica, mientras su asesor Gerardo Gonz¨¢lez, trataba de encontraron a una espera que no ten¨ªa sentido, porque el avi¨®n no iba a poder aterrizar. El primer cap¨ªtulo de la historia finaliz¨® con la expedici¨®n alojada en hoteles de los alrededores del aeropuerto. El segundo comenz¨® por la ma?ana. Te¨®ricamente, la se?al de partida hacia el aeropuerto era a las diez. Pero el avi¨®n no parti¨® hasta las 14.45 horas.

El problema que subyace tras este incidente es la pol¨ªtica enfermizamente ahorrativa de Villar. El viaje en el vuelo de la selecci¨®n costaba. s¨®lo 41.000 pesetas, incluidas tres noches en un hotel de calidad en Par¨ªs. El precio tan ajustado era consecuencia del viaje anterior, a Checoslovaquia, donde la compa?¨ªa Ecuador cobr¨® una cifra desproporcionada. Esos ajustes en busca del m¨¢ximo abaratamiento convirtieron el viaje en un calvario.