El incierto Kuwait del d¨ªa despu¨¦s

El Kuwait de posguerra puede no convertirse en el sue?o democr¨¢tico que la oposici¨®n ha fraguado en el exilio. Dos ministros que se reunieron la semana pasada con la comunidad kuwait¨ª refugiada en El Cairo (unas 30.000 personas), advirtieron que "no se prev¨¦n elecciones inmediatas". Entre las razones para esta decisi¨®n se refirieron a la ausencia de muchos kuwait¨ªes, ya que la vuelta a casa deber¨¢ hacerse de forma escalonada.

"No todo el mundo puede volver al mismo tiempo", asegur¨® el responsable de Salud del Gobierno kuwait¨ª en el exilio, Abduluahab Sulim¨¢n al Faus¨¢n. El ministro explic¨® que los planes para regresar al emirato "se dividen en dos fases, la primera, de emergencia, y la segunda, de reconstrucci¨®n". De acuerdo con las explicaciones de Al Faus¨¢n a sus conciudadanos, los que tengan familiares dentro del pa¨ªs, gozar¨¢n de prioridad para el retorno.Seg¨²n el proyecto que las autoridades kuwait¨ªes est¨¢n explicando a la poblaci¨®n del emirato, la fase de emergencia durar¨¢ al menos tres meses. En ella se atender¨¢n necesidades primarias como provisi¨®n de alimentos y medicinas, toneladas de los cuales ya est¨¢n listos para enviarse a Kuwait. Tambi¨¦n se prev¨¦ la llegada en los primeros, d¨ªas de barcos cisterna con agua, de generadores y del restablecimiento de 500 l¨ªneas telef¨®nicas.

Dados los recursos de que dispone el Gobierno kuwait¨ª, o lo que viene a ser lo mismo, la familia real, nadie duda de su capacidad para emprender tal tarea. La duda se presenta en cuanto a la organizaci¨®n pol¨ªtica del emirato. Poco antes de que se produjera la invasi¨®n, un sector de la sociedad reclamaba una mayor participaci¨®n en los asuntos del Estado. Esta oposici¨®n tan moderada como leal -nunca cuestion¨® la figura del emir-, logr¨® una convocatoria electoral, cuyo ¨²ltimo objetivo era la vuelta a la Constituci¨®n de 1962 y la reinstauraci¨®n de la ¨²nica experiencia parlamentaria entre las monarqu¨ªas del Golfo.

Una vez en el exilio, ese n¨²cleo de intelectuales y pol¨ªticos partidarios de recuperar esa tradici¨®n casi democr¨¢tica, se ha mostrado especialmente activo en preparar la vuelta a casa. La necesidad de empezar de nuevo les ha animado a so?ar y pedir que ahora se vaya m¨¢s all¨¢ y la sociedad civil tenga una participaci¨®n directa en los asuntos del Estado.

La respuesta de las autoridades ha sido ambigua. Mientras en una especie de Estados Generales reunidos en Yeda, el pr¨ªncipe heredero, Saad Abdal¨¢ al Sabaj, promet¨ªa esa democratizaci¨®n hace unos meses, sus ministros han negado en diversas ocasiones que sea posible en las actuales circunstancias.

"Existe el riesgo de que se utilice ese pretexto para negar el derecho de los kuwait¨ªes a definir la forma pol¨ªtica de su pa¨ªs", asegura Salua Charaui Gomaa, profesora de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad Americana de El Cairo. Gomaa, que ha estudiado la Constituci¨®n de 1962 y la experiencia parlamentaria consiguiente, cree que existen dos escenarios posibles tras la liberaci¨®n.

"Todo depende del grado de participaci¨®n en la reconstrucci¨®n que logre la sociedad", explica. Si ¨¦sta es grande, el Estado tendr¨¢ que hacer concesiones pero "si es el aparato oficial el que controla el proceso, hay pocas expectativa". El emir derrocado, Jaber al Ahmed al Sabaj, declar¨® el domingo que "el Kuwait de ma?ana no ser¨¢ el de ayer", en lo que se interpret¨® como una insinuaci¨®n de una posible democratizaci¨®n del r¨¦gimen kuwait¨ª.