"Egipto no volver¨¢ a tratar con Sadam"
El responsable de informaci¨®n de El Cairo rechaza una acci¨®n contra el r¨¦gimen iraqu¨ª
Egipto ha declarado p¨²blicamente que no puede continuar relacion¨¢ndose con el r¨¦gimen de Sadam Husein despu¨¦s del conflicto provocado por la invasi¨®n de Kuwait. Esto no significa que est¨¦ maquinando contra los gobernantes de Bagdad, y Mamduj el Beltagui se esfuerza en dejarlo claro. Beltagui es el responsable del Servicio de Informaci¨®n del Estado egipcio y, desde su despacho de Talat Hard, defiende la postura de firmeza de su pa¨ªs y de la coalici¨®n internacional ante Irak.
Pregunta: ?Cu¨¢l ha sido la actitud del Gobierno de El Cairo ante el retraso de la coalici¨®n multinacional en aceptar la rendici¨®n iraqu¨ª?Respuesta: La postura egipcia no ha cambiado desde el principio de la crisis. En todo momento hemos afirmado la necesidad de que Irak se retirara de Kuwait, se restaurara la legitimidad en el emirato y se aplicaran todas las resoluciones de la cumbre ¨¢rabe, su consejo ministerial y el Consejo de Seguridad. Primero lo intentamos por la v¨ªa pol¨ªtica, tanto en el marco ¨¢rabe como internacional. Este intento fracas¨® por la obstinaci¨®n del r¨¦gimen iraqu¨ª y la mala elecci¨®n de los momentos de sus decisiones pol¨ªtico-militares.
Quienes han cre¨ªdo que bastaba con el anuncio de Radio Bagdad son, en mi opini¨®n, pol¨ªticos y analistas que se encuentran lejos del campo de operaciones militares. En lo que se refiere a la seguridad de las fuerzas armadas, hay que desconfiar. No se pod¨ªa aceptar y creer a las primeras de cambio una declaraci¨®n que, en primer lugar, se ha hecho fuera de tiempo y, en segundo, es altamente contradictoria. Existe un salto entre el discurso de Sadam Husein hac¨ªa su pa¨ªs y el que dirige a la comunidad internacional. Ese doble lenguaje tal vez se ha tolerado en tiempos de estabilidad, pero no es serio en tiempos de guerra y combate, cuando se juega con la vida de los hombres.
P. Si tras la rendici¨®n Sadam Husein logra permanecer en el poder, ?cu¨¢l va a ser la actitud de Egipto hacia el Irak de posguerra?
R. Debo hacer dos consideraciones al respecto. Una, que, con franqueza, hemos perdido toda confianza en Sadam Husein. Para nosotros ha perdido su credibilidad y, por tanto, nunca m¨¢s podremos tratar con su r¨¦gimen. Pero, al mismo tiempo (y esta es la segunda consideraci¨®n), Egipto contin¨²a respetando el principio de no intervenci¨®n en los asuntos internos de otro pa¨ªs, sea cual sea su r¨¦gimen pol¨ªtico. La misma insistencia que pusimos para rechazar el cambio a la fuerza del r¨¦gimen kuwait¨ª por Irak la mantenemos para este pa¨ªs. Se trata de un asunto del pueblo iraqu¨ª.
P. Entonces, ?qu¨¦ hay de cierto en que su Gobierno est¨¢ ayudando a la oposici¨®n iraqu¨ª de cara a establecer un Gobierno en el exilio?
R. No tenemos en nuestra pr¨¢ctica pol¨ªtica la costumbre de pasar por encima de los reg¨ªmenes establecidos. Nosotros tratarnos con los Estados, sea cual sea su r¨¦gimen pol¨ªtico.
P. ?Podr¨ªan entonces restablecer relaciones diplom¨¢ticas con el actual r¨¦gimen de Bagdad?
R. No, no vamos a hacerlo.
P. La poblaci¨®n egipcia ha apoyado de forma mayoritaria la postura oficial de su pa¨ªs en esta crisis, pero aun as¨ª algunos; grupos de oposici¨®n han recordado lo doloroso que es para un pueblo ¨¢rabe hacerle la guerra a otro pueblo ¨¢rabe. ?C¨®mo valora usted este sentimiento?
R. Me parece normal. La simpat¨ªa y solidaridad con el pueblo de Irak es una realidad y no s¨®lo aqu¨ª, sino tambi¨¦n en otros pa¨ªses; pero esto no tiene ning¨²n efecto sobre los principios de condena del r¨¦gimen iraqu¨ª, que no han cambiado. Egipto no es un pa¨ªs que vaya a reprimir por la fuerza las manifestaciones hasta el punto de que esto act¨²e como elemento de disuasi¨®n. Las concentraciones de estos d¨ªas en la universidad pueden desarrollarse y nada impide que se celebren all¨ª reuniones pol¨ªticas. Lo que la ley proh¨ªbe es que se extiendan a la calle. Si los estudiantes lanzan piedras a la polic¨ªa, entonces las fuerzas del orden tienen que intervenir.
El liderazgo de Mubarak
P. Adem¨¢s de oponerse a la guerra, los estudiantes de la Universidad de El Cairo han pedido libertad y cuestionado el liderazgo del presidente Mubarak. ?Cree usted que va a ser posible un sistema m¨¢s democr¨¢tico tras la crisis del Golfo?R. La profundizaci¨®n de la democracia es una pol¨ªtica que se sigue en Egipto desde 1981. No se debe a los cambios ocurridos en la Europa del Este el que nosotros hayamos emprendido ese camino. Tampoco la crisis del Golfo va a cambiar las cosas.
P. Puede la crisis econ¨®mica afectar un avance en ese terreno?
R. No, al contrario. Estamos siguiendo una doble v¨ªa democratizadora, pol¨ªtica y econ¨®mica a la vez, porque se encuentra dentro de los objetivos del r¨¦gimen egipcio.
P. ?Ve con el mismo optimismo las perspectivas de democratizaci¨®n en el resto de la zona?
R. As¨ª lo espero. Reconozco que existen en el mundo ¨¢rabe una serie de agujeros entre los que destacan la composici¨®n demogr¨¢fica, la democracia, el fracaso de los modelos de desarrollo econ¨®mico, el sistema de defensa, la situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo, incluida la situaci¨®n palestina, y la tensi¨®n en el mundo ¨¢rabe de algunas fuerzas que le rodean. Creo que en conjunto deben afrontarse seriamente, al concluir la crisis.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.