El emirato intenta volver a la normalidad en una hoguera de petr¨®leo
Un peque?o cartel donde se lee "oficina de negocios" en el hotel Holliday Inn de Kuwait -uno de los dos abiertos en la capital- se antoja m¨¢s un deseo que una realidad actual de la normalizaci¨®n kuwait¨ª. El suministro de agua y electricidad es intermitente en una ciudad oscurecida por la nube negruzca que lo envuelve todo.Desde cualquier parte se pueden ver las llamaradas de los pozos de petr¨®leo. ?Cu¨¢ntos? "Es imposible saberlo", dice un funcionarlo de la compa?¨ªa petrolera kuwait¨ª, "porque no nos podemos acercar a las zonas envueltas en llamas que est¨¢n minadas". Ayer se confirm¨® que una de las mayores refiner¨ªas del mundo, la kuwait¨ª Mina Abdal¨¢, est¨¢ inutilizada. Otros dos importantes enclaves petroleros, Mina Ahmadi y Shuaiba, se hallan gravemente da?ados, pero algunos de sus gigantescos tanques de almacenamiento permanecen intactos. No obstante, esto ¨²ltimo no es sino una peque?a ilusi¨®n; dirigentes kuwait¨ªes aseguran que los 950 pozos petroleros del pa¨ªs han sido da?ados de una u otra forma. No en vano las primeras medidas de reconstrucci¨®n anunciadas por los kuwait¨ªes otorgan preferencia a la industria petrolera.
"La dificultad de llegar a los pozos y apagarlos hace imposible predecir cu¨¢ndo podremos reiniciar la producci¨®n normal de petr¨®leo", asegura un veterano dirigente de la Compa?¨ªa de Petr¨®leo de Kuwait. Sobre el terreno, las labores de limpieza de minas por unidades de zapadores franceses siguieron ayer en la zona de los palacios que serv¨ªan para las labores de Gobierno antes de la invasi¨®n iraqu¨ª.
La agencia de prensa kuwait¨ª, Kuna, sugiri¨® que la limpieza de todos estos edificios significa que el retorno del emir Jaber al Ahmed al Sabaj, exiliado en Arabia Saud¨ª, est¨¢ pr¨®ximo. La misma agencia agreg¨® que las tropas francesas se han encargado de la limpieza de minas en algunas playas cercanas a la capital y en carreteras aleda?as.
Las autoridades repitieron ayer los llamamientos a sus ciudadanos que abandonaron el pa¨ªs antes y despu¨¦s de la invasi¨®n, para que retrasen la vuelta hasta que los servicios b¨¢sicos, la ley y el orden sean restaurados. Ayer, soldados kuwait¨ªes entraron para poner fin al caos reinante en suburbios de la capital donde centenares de armas abandonadas por los iraqu¨ªes est¨¢n en manos de civiles. "No queremos otro Beirut", fue el comentario de un oficial identificado como capit¨¢n Mohamed.
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