Palestinos en Kuwait, los otros derrotados
Propuestas de reducir derechos c¨ªvicos por la colaboraci¨®n con los ocupantes
Qu¨¦ hacer con los palestinos que, residiendo en Kuwait, colaboraron con las tropas iraqu¨ªes es uno de los puntos cr¨ªticos a resolver por el Gobierno de vuelta del exilio y por los propios kuwait¨ªes. Algunos piden mano dura y una legislaci¨®n que recorten los derechos de esa comunidad, tan numerosa e influyente como la nacional. La convivencia entre palestinos y kuwait¨ªes no ser¨¢ la misma tras siete meses de ocupaci¨®n iraqu¨ª.
Seguidores de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) en la naci¨®n liberada han sido acusados de actuar como comisarios pol¨ªticos de Sadam Husein y de informar sobre las casas y refugios de militares kuwait¨ªes en la clandestinidad.Ahmed Abi, uno de los funcionarios kuwait¨ªes que trabajan en la reconstrucci¨®n del aparato administrativo del pa¨ªs, precisa que no todos los palestinos son iguales. "Algunos llegaron aqu¨ª hace a?os, tuvieron hijos y los educaron en esta sociedad, ganaron dinero y est¨¢n contentos".
Seg¨²n varios de los kuwait¨ªes que estos d¨ªas ocupan todo su tiempo en hacerse a la nueva vida y en recuperar su nivel de vida anterior a la guerra, los palestinos que llegaron procedentes de Beirut tras la entrada de las tropas israel¨ªes en L¨ªbano fueron el elemento discordante en una sociedad pr¨®spera econ¨®micamente y una naci¨®n ba?ada en petr¨®leo y en d¨®lares. "Creo que llegaron 50.000, y comenzaron a odiarnos porque ten¨ªamos dinero y ellos no. No trabajaban. ?Me odias porque tengo dinero?".
El drama de los palestinos, sus diferencias en el proceso hacia la reconquista de una patria y la apuesta a un solo n¨²mero efectuada por su direcci¨®n pol¨ªtica en la arriesgada loter¨ªa ofrecida por Sadam Husein el 2 de agosto de 1990, tendr¨¢ una nueva y dolorosa manifestaci¨®n en la posguerra kuwait¨ª.
Los motivos del rencor
Ahmed Abi dice no entender las razones del rencor palestino y su alineamiento con Sadam. No cree que el Gobierno espa?ol, por ejemplo, "regale el dinero a quien no trabaje". "Ocurre en todos los pa¨ªses. El que trabaja aqu¨ª tiene dinero, y los que llegaron de Beirut tambi¨¦n pudieron conseguirlo".Abdulateef al Nafisi, economista de la Compa?¨ªa Nacional de Petr¨®leos, agrega: "Algo tendr¨¢ que cambiar con los palestinos. Hay muchas cosas que no me gustan de ellos, aunque no estoy en contra de que sigan trabajando en Kuwait".
?Cu¨¢ntos palestinos apoyaban la Administraci¨®n militar impuesta desde Bagdad? Abi, un experto de 27 a?os en intercambios comerciales con crudo, afirma no saberlo. "Realmente lo ignoro. Algunos s¨ª, otros no". De acuerdo con datos recientes, kuwait¨ªes y palestinos, mitad por mitad, se reparten el total de los aproximadamente 800.000 habitantes del emirato.
No todos los palestinos estuvieron de acuerdo con las fuerzas que ocuparon el emirato, ni aceptaron trabajos de delaci¨®n o lucharon con las armas en la mano en las mismas unidades que los iraqu¨ªes que invadieron el pa¨ªs. "Unos 7.000", calcula Ahmed. "Un amigo m¨ªo militar tuvo que cambiar de residencia en tres ocasiones porque le denunciaban. Finalmente pudo salir del pa¨ªs".
Muchos palestinos se unieron a la resistencia o trabajaron en servicios asistenciales despu¨¦s de la ocupaci¨®n. Uno de ellos dijo sentirse tan despojado como los propios kuwait¨ªes. Abu al Deeb, uno de los dirigentes de la comunidad palestina en Kuwait, fue apartado de sus responsabilidades al haber criticado la postura de la OLP durante la crisis que sigui¨® a la conquista.
Las oficinas de la organizaci¨®n que lidera Yasir Arafat fueron quemadas tras la liberaci¨®n del emirato. Se alzan ahora las voces de quienes piden una severa aplicaci¨®n de las leyes internacionales contra los palestinos que sean llevados a juicio con cargos de perpetrar cr¨ªmenes de guerra.
No parece que la postura oficial vaya a sintonizar con la recomendaci¨®n efectuada por el comandante Mataib en su antiguo campamento del desierto saud¨ª: "Soy militar profesional, pero, si tuviera una empresa, no emplear¨ªa a un palestino".
Restricciones
El comandante, horas antes de comenzar la ofensiva terrestre contra las defensas de Irak, aseguraba que cualquiera de sus soldados disparar¨ªa antes contra un palestino que contra un iraqu¨ª.No es descartable, sin embargo, que en una fecha no lejana se promulguen o apliquen, de hecho, reglas menos permisivas para los palestinos en la convivencia resultante de la guerra. "Espero que podamos superar las diferencias", subraya Al Naf¨ªsi.
En sus primeras manifestaciones tras el alto el fuego en el Golfo, el Gobierno kuwait¨ª ha asegurado que respetar¨¢ los derechos civiles de los palestinos y velar¨¢ por la seguridad de los residentes en Kuwait.
"Oficialmente creo que nada cambiar¨¢", piensa el directivo de la empresa estatal de petr¨®leos. "Apoyarnos la recuperaci¨®n de Palestina y la resistencia en los territorios ¨¢rabes ocupados, pero a nivel particular las cosas no ser¨¢n como antes. De todas formas, ninguno de los cinco dedos de la mano son id¨¦nticos, ni todos apoyaron a Sadam Husein".
"Nada ten¨ªamos, nada hemos perdido", dicen los palestinos de la di¨¢spora. Sin disfrutar de las comodidades de sus compatriotas en el rico Kuwait, sus portavoces retienen el aspecto positivo de la derrota ante la coalici¨®n internacional encabezada por Estados Unidos: la lucha por la recuperaci¨®n de Palestina y sus demandas son m¨¢s conocidas que nunca desde que el presidente iraqu¨ª enarbol¨® esa bandera desde el mismo momento en que los coligados pusieron cerco al emirato y prometieron recuperarlo por las buenas o por las malas.
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