Ben Johnson regresa hoy a la gran competici¨®n obsesionado por su falta de potencia
El velocista canadiense Ben Johnson defiende hoy por vez primera el pabell¨®n de su pa¨ªs tras su retorno a las pistas. Dos a?os y medio despu¨¦s del c¨¦lebre esc¨¢ndalo de Se¨²l, Johnson competir¨¢ en Ia carrera de 60 metros lisos en los Mundiales de Pista Cubierta de Sevilla, que se abren con una sensaci¨®n de fastidio entre los organizadores. Las prisas no han podido con la borrasca. El barro aparece en los accesos al recinto, e incluso se han apreciado goteras en la sala de prensa. Ajeno a todo esto, Johnson confirm¨® sus dificultades para recuperar su vieja potencia en las salidas, y anunci¨® su retirada tras Barcelona 92.
Johnson presidi¨® ayer una rueda de prensa que se desarroll¨® de forma ca¨®tica y confirm¨® su condici¨®n de estrella indiscutible de estos Mundiales. Acompa?ado por su abogado, Ed Futerman, el atleta canadiense estuvo obsesionado por el problema que le causan las salidas, su imagen de marca en otros tiempos. M¨¢s delgado, correcto, aunque poco comunicativo, Johnson reconoci¨® que le resulta dif¨ªcil encontrar por medios naturales lo que antes consegu¨ªa en los anabolizantes. En este sentido, desestim¨® casi totalmente el duelo en Sevilla con Carl Lewis. "Es un problema de preparaci¨®n, no de dinero", declar¨®.El atleta canadiense confes¨® que los resultados han sido satifactorios, pero no apabullanes. "Estoy contento con mi velocidad, pero tengo dificultades para despegar con energ¨ªa de los tacos. Todo mi trabajo a partir de ahora estar¨¢ dedicado a mejorar este aspecto". En sus mejores a?os, la salida de Johnson marc¨® la diferencia. Su fortaleza le permit¨ªa descargar una potencia descomunal en esta parte de la carrera y ganar unos metros insalvables para sus adversarios.
Buenas condiciones
Pese a su preocupaci¨®n por la falta de una respuesta eficaz en la parte inicial de la carrera, declar¨® que est¨¢ en condiciones de ganar hoy la carrera de 60 metros en Sevilla. "Si salgo como debo hacerlo, puedo ganar la prueba. No creo que sea significativo el registro de Linford Christie [6.58 contra 6.55 de Johnson]. Cualquiera puede vencer, tanto ¨¦l como yo, o Andr¨¦ Cason".Johnson se?al¨® que este Mundial tiene una gran trascendencia para evaluar su preparaci¨®n: "Ser¨¢n tres carreras en un d¨ªa, frente a atletas de gran prestigio. Las conclusiones que saque ser¨¢n fundamentales". Su trabajo en los entrenamientos ha estado dedicado a invertir la potencia en velocidad. Sin anabolizantes, no puede realizar el mismo trabajo intensivo en los entrenamientos y se ve en la obligaci¨®n de variar su estrategia como velocista. "He perdido confianza en mi potencia sobre la pista. Todo esto me causa dificultades en mi t¨¦cnica de salida. Tengo que compensar este defecto con una mayor preocupaci¨®n por la velocidad", indic¨®.
El retorno a las pistas era obligatorio, aclar¨® Johnson, y se refiri¨® a este asunto en t¨¦rminos personales y emotivos m¨¢s que mercantiles. "Hubiera sido una verg¨¹enza no regresar, tanto por m¨ª, como por mi familia y mi, pa¨ªs. S¨¦ que las dificultades ser¨¢n grandes, pero conf¨ªo en mis posibilidades". Con relaci¨®n al clima que ha encontrado en su regreso, dijo que todo el mundillo atl¨¦tico le hab¨ªa recibido con afecto.
Su participaci¨®n en Sevilla cuenta con otro aspecto muy importante para su personalidad: la capacidad de despertar su apetio competivo. Siempre voraz en las grandes competiciones, Ben Johnson reconoci¨® que los Mundiales de Pista Cubierta pueden empezar a cubrir esta faceta psicol¨®gica, un tanto dormida despu¨¦s de 27 meses de ausencia de las pistas: "Siempre me he sentido mejor cuando la presi¨®n era m¨¢s fuerte. Por eso creo que en Sevilla puedo reencontrarme con este aspecto emocional".
Johnson ha mejorado sus marcas progresivamente desde su regreso a las pistas en la ciudad canadiense de Hamilton el 11 de enero pasado. Las c¨¢balas sobre su futuro son incesantes, e incluso ¨¦l mismo anunci¨® ayer que piensa retirarse tras los Juegos de 1992. Su calidad est¨¢ demostrada por esa constante mejora de sus registros, despu¨¦s de dos a?os de inactividad, alejado de las competiciones y sometido a un r¨¦gimen de entrenamientos que no observa el consumo de anabolizantes. Ahora mismo, cuenta con un mejor tiempo de 6.58, el s¨¦ptimo del a?o en el mundo, logrado el domingo en Sindelfingen (Alemania).
El problema para Johnson es el recuerdo de proezas anteriores. Este intento por conseguir aquellos registros imposibles es el que presiona al velocista canadiense. No le vale la abierta probabilidad de conseguir hoy la victoria o una medalla. Cualquiera de estos resultados figuran al alcance de un gran velocista, pero a Johnson se le pide retornar como un superhombre.
Las dudas sobre la reedificai¨®n del viejo Johnson parecen alcanzar a sus patrocinadores. En Sevilla acaba de firmar un nuevo contrato con la firma italiana Diadora, especializada en prendas deportivas. Esta marca fue la ¨²nica que mantuvo su contrato en vigor con el atleta despu¨¦s de que Johnson diera positivo en el control antidroga de Se¨²l. Aquel contrato multianual le garantiza alrededor de 100 millones de pesetas al a?o. Ahora, el contrato no tiene un fijo. Johnson cobrar¨¢ por un sistema de bonos, seg¨²n os resultados en las grandes competiciones. De esta manera, tambi¨¦n los patrocinadores aprietan al velocista canadiense. Ganar a Leroy Burrell, e incluso Carl Lewis, exigir¨¢ de Johnson tiempos espectaculares; es decir, la captura de su viejo estado como can¨ªbal de la velocidad.
Sobre Burrell dijo que no le hab¨ªa sorprendido el r¨¦cord mundial de 60 metros que logr¨® en Madrid. Sin embargo, dio a entender que el registro del estadounidense -6.48- es bueno, pero no espectacular: "Creo que en la final rondaremos los 6.50 segundos, y si las cosas van bien es posible que bajemos de 6.48".
Johnson afirm¨® que ha pasado nueve controles sin previo aviso durante la temporada de entrenamientos. Tambi¨¦n dijo que hab¨ªa pasado las pruebas antidroga en cada una de las carreras que hab¨ªa disputado desde su regreso a las pistas.
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