Palacios
Besado el suelo y con la babucha hundida en la finca reconquistada, la familia del jeque kuwait¨ª se apresta a reconstruir los palacios antes de que el nuevo orden cambie la vieja decoraci¨®n en sus salones feudales. Bajo el estado de sitio, las obras avanzar¨¢n muy deprisa, y en breve plazo veremos al emir complacido y a pleno rendimiento, bombeando crudo por todos sus poros.Conviene auxiliarle en la labor de posguerra. Un marmolista alicantino ha dicho por la radio que tiene maravillosas piezas en su cantera y se las ofrece a buen precio, que incluye la asistencia t¨¦cnica de los artesanos. Un fabricante de mantas de Onteniente quiere hacerse cargo de todas las camas del har¨¦n, y pone a disposici¨®n de la tiritona familia del Golfo su completa producci¨®n lanera. Ceramistas valencianos y azulejeros de Castell¨®n miran con ojos de porcelana fina la posibilidad de cubrir suelos y paredes con sus lujosos ladrillos. Uno propone que sea Isabel Preysler la musa del alicatado, aportando su valiosa experiencia al remozamiento de los ba?os soberanos.
En la lista de aspirantes figura un productor de l¨¢tigos de cuero, muy id¨®neos para impartir la pena p¨²blica de azotes vigente en la localidad. Cree este individuo que ha llegado su hora isl¨¢mica cuando el mercado de la porra y la fusta est¨¢ a la baja entre la cristiandad.
Por supuesto, los pa¨ªses aliados que m¨¢s metralla dieron en el campo de batalla obtendr¨¢n pedidos ventajosos y har¨¢n ventas millonarias.
Pero hemos de convenir que no se puede nadar y guardar la ropa, pese a que nuestras posibilidades a¨²n son tentadoras. Lo importante es que no olvide el mundo d¨®nde est¨¢n las bases que propiciaron la gran victoria, pues Espa?a es algo m¨¢s que una pista de despegue en alquiler.
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