Prop¨®sito de enmienda

Si usted es de los que siempre llegan a tiempo al trabajo, anda permanentemente angustiado, va a la carrera en la oficina, es muy competitivo y, sobre todo, le achacan frecuentemente que no expresa sus sentimientos, no le d¨¦ m¨¢s vueltas: es un perfecto candidato al infarto, seg¨²n revelan diversos estudios sobre el tema recopilados por el cardi¨®logo del Hospital Ram¨®n y Cajal, Jos¨¦ Mar¨ªa Maroto.

No es s¨®lo el perfil de un ejecutivo agresivo. "Se da en todo tipo de personas, estratos sociales y profesiones", dice, Tienen en com¨²n una personalidad ansiosa y, despu¨¦s del infarto, un firme prop¨®sito de enmienda. "Estoy medio mentalizado de que debo tranquilizarme y dejar de fumar", comenta resignado Manuel durante la primera semana de recuperaci¨®n.

A lo largo del primer a?o, el miedo hace que los pacientes dependan mucho de su m¨¦dico, "pero luego se les olvida y vuelven a las costumbres de antes", lamenta Maroto. "Por eso es tan importante que sigan con un control peri¨®dico durante el resto de su vida", insiste.

El tramo de edades en el cual este tipo de accidentes se da con mayor frecuencia es entre los 50 y los 60 a?os, aunque por la unidad del Ram¨®n y Cajal ha pasado alg¨²n joven de 24 a?os. De los 1.200 atendidos desde la creaci¨®n del servicio, en 1979, tan s¨®lo 20 fueron mujeres. "Es la minor¨ªa. Hasta ahora, las hormonas las han protegido, pero veremos qu¨¦ pasa en el futuro, una vez que entre las mujeres se han generalizado algunas costumbres hasta ahora mayoritariamente masculinas, como la de fumar".