La econom¨ªa espa?ola se normaliza, pero no se reactivar¨¢ hasta el segundo semestre del a?o
La recuperaci¨®n de la actividad en sectores como el tur¨ªstico, la publicidad o las ventas de coches animar¨¢ a las compa?¨ªas europeas, norteamericanas y japonesas a llevar a cabo los planes de inversi¨®n aplazados durante la crisis del Golfo. Las autoridades monetarias, preocupadas por reactivar esta inversi¨®n, se muestran m¨¢s -complacientes con la inflaci¨®n y, permiten una relajaci¨®n en los tipos de inter¨¦s. La sensaci¨®n entre los analistas espa?oles es que el enfriamiento ha tocado fondo, pero que la vuelta a la normal¨ªdad ser¨¢ lenta y sus efectos no se notar¨¢n hasta la segunda mitad del a?o.
"Existe una frontera muy rara entre optimismo y euforia. En este caso, hay motivos para ser optimista en cuanto a la recuperaci¨®n de la actividad econ¨®mica, aunque existe el peligro de volver a una situaci¨®n de recalentamiento nada deseable", declara Emilio Ontiveros, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Empresa en la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
Ontiveros se?ala que uno de los efectos positivos de la crisis del Golfo en Espa?a ha sido precisamente el ajuste de la demanola interna durante el segundo semestre de 1990. El incremento de la demanda interna en los ¨²ltimos a?os fue, en opini¨®n de los expertos, la causa fundamental de los desequilibrios que a¨²n persisten en la econom¨ªa espa?ola.
Por otra parte, el comportamiento de los consumidores es un buen baremo para medir el pulso de la recuperaci¨®n econ¨®rnica. Su renovada confianza, que en Estados Unidos subi¨® hasta el 81% en marzo frente al 59% de febrero, responde al cambio de escenario econ¨®mico antes y despu¨¦s de la guerra.
Un barril de petr¨®leo a 19 d¨®lares frente a los 28 que costaba el ¨²ltimo trimestre de 1990, una inflaci¨®n mejor de la esperada y unos tipos de inter¨¦s con tendenela a la baja, son los ingredientes que propician este optimismo, refrendado por declaraciones iristitucionales. Hace poco m¨¢s de un mes en Bruselas, el propio ministro de Econom¨ªa, Carlos Solchaga, declaraba que la econom¨ªa espa?ola pod¨ªa crecer este a?o m¨¢s del 3% frente al 2,5% calculado por el gobernador del Banco de Espa?a, Marlano Rubio unos d¨ªas antes. Otras previsiones, como la del banco de inversiones Morgan Stanley, el fran el crecimiento de la econom¨ªa espa?ola en el 2,6%.
Problemas latentes
Pero el final de la crisis del Golfo no soluciona los problemas ya existentes antes de la invasi¨®n el pasado mes de agosto. Los s¨ªntomas de enfriamiento que azotaban a las econom¨ªas europeas respond¨ªan a la doble presi¨®n de unos elevados tipos de inter¨¦s reales y unas monedas muy sobrevaloradas. El primero estaba deprimiendo la inversi¨®n industrial; y el segundo, restando competencia a las exportaciones.
A esta delicada situaci¨®n vino a sumarse la incertidumbre de la crisis del Golfo que provoc¨® una par¨¢lisis generalizada de los aigentes econ¨®micos y, en consecuencia, una preocupante desaceleraci¨®n del crecimiento econ¨®mico, que en los pa¨ªses de habla inglesa se convirti¨® en reces¨ª¨®n. En el cuarto trimestre del a?o pasado, cuando los costes energ¨¦ticos se dispararon, la producci¨®n indusTrial cay¨® en Espa?a, Reino Unido, Italia, Francla, Estados Unidos y Canad¨¢.
Los sectores m¨¢s afectados fueron los m¨¢s sensibles al rrianten¨ªmiento de unos tipos de nter¨¦s alto, que incluye los bienes de consumo duradero como los coches y la vivienda, y la inversi¨®n en bienes de equipo y la industria pesada. En Espafia, las ventas de coches en 1990 cayeron un 12,6% y el sector sobrevivi¨® gracias a las exportaciones que representan el 63,5% de la produci¨®n nacional. Desde que termin¨® la guerra, el sector ha notado una leve recuperaci¨®n, pero seg¨²n la patronal del sector (ANFAC)," esta reactivaci¨®n ser¨¢ lenta". Ahora que el Banco de Espa?a ha relajado la pol¨ªtica monetar¨ªa, la demanda de cr¨¦dito para el consumo de autom¨®viles y bienes duraderos puede recuperarse. As¨ª lo cree la directora del servicio de estudios del Banco Bilbao Vizcaya, Carmen Alcalde, qui¨¦n prev¨¦ que se reactivar¨¢ el cr¨¦dito para la financiaci¨®n de inversiones aplazadas. "Marzo mostrar¨¢ una evoluci¨®n positiva, pero ¨¦sta ser¨¢ m¨¢s notable a partir de abril", se?ala.
Algunas de estas inversiones aplazadas, como las publicitarias, est¨¢n siendo aprobadas estos d¨ªas, seg¨²n coinciden las principales agericias publicitarias. "Antes se aprobaban s¨®lo presupuestos parciales, para un mes, ahora est¨¢n empezando a aprobar los anuales. Se nota sobre todo en los sectores de la banca, automocl ¨®n y las multinacionales", comenta Manuel Gil, representante de la agencia Media Europa.
M¨¢s preocupante es la desaceleraci¨®n de la inversi¨®n industr¨ªal en bienes de equipo y en viviendas que, seg¨²n Jos¨¦ Folgado, director del departamento de Econom¨ªa de la CEOE, ha pasado de crecer un 10% a caer en el mismo porcentaje.
Folgado se lamenta de esta vertiginosa ca¨ªda de la inversi¨®n "sobre todo a efectos de la confianza" y cree que seguir¨¢" agarrotada" hasta la segunda mitad de 1991, en espem de unos mayores descensos en los tipos. El responsable del ¨¢rea de estudios de la patronal considera que es necesarla una bajada de dos puntos en los tipos, adern¨¢s de que el Gobierno baje su recaudaci¨®n en "frentes que afectan el ahorro y la inversi¨®n empresarial".
El turismo
Otro de los sectores severamente afectados por el enfriamiento econ¨®mico ha sido el turismo, que en Espa?a es una de las principales fuentes de: ingresos ya que representa el 9% del Producto Interior Bruto (PIB). Las perspectivas para este a?o son m¨¢s optimistas. Seg¨²n la Secretar¨ªa de Estado de Turismo, en 1991 se recuperar¨¢n los niveles alcanzados en 1989, a?o en que se registr¨® la entrada de 54 millones de extranjeros.
No obstante, esta recuperaci¨®n se produce por la exclusi¨®n de terceros lugares como Turqu¨ªa, Marruecos, T¨²nez y Yugoslavia, por cuestiones internas. Los problemas estructurales del sector siguen sin solucionarse y, seg¨²n recomend¨® el anterior titular del desaparecido Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones, Jos¨¦ Barrionuevo, "no hay que dejarse llevar por la euforia".
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