'Dama de Porto Pim', de Antonio Tabucchi, ser¨¢ adaptada el cine por Jos¨¦ Antonio Salgot
El escritor italiano reclama el derecho a la huida frente al frenes¨ª de la vida moderna
Antonio Tabucchi, que dej¨® de ser un oscuro narrador gracias a la adaptaci¨®n al cine de su novela Nocturno hind¨² (publicada por editorial Anagrama), ver¨¢ de nuevo llevado a la pantalla su personal¨ªsimo universo gracias a un director de cine espa?ol, Jos¨¦ Antonio Salgot, que trabaja actualmente en el gui¨®n de Dama de Porto Pim, un libro de relatos, tan fragmentario y disperso como la mayor parte de las obras de Tabucchi, pero inspirado sobre todo por las islas Azores y los ¨²ltimos pescadores de ballenas. Salgot ya tiene experiencia como adaptador de textos literarios, y obtuvo el respeto de la cr¨ªtica con su versi¨®n cinematogr¨¢fica de la novela Mater amatissima. Su ¨²ltima pel¨ªcula fue Estaci¨®n central
Tabucchi escribe en la actualidad una nueva novela que todav¨ªa se encuentra en esbozo, pero que pretende ser "una especie de Alicia en el pa¨ªs de las maravillas protagonizada por un personaje masculino y adulto que hace un recorrido on¨ªrico en el que realidad y sue?o, recuerdo y presente, se encuentran en el mismo plano". Al igual que en otras ocasiones, Tabucchi se ha refugiado en la soledad para escribir. "Vivir es agotador", afirma, "y muy dif¨ªcil. M¨¢s dif¨ªcil que escribir. Para un escritor resulta cada vez m¨¢s duro vivir su profesi¨®n, porque es dif¨ªcil vivir el ¨¦xito, los compromisos que el ¨¦xito impone... Para preservarse de todo eso hay que ocultarse y tratar de encontrarse con uno mismo. La vida es una gran distracci¨®n, e impide tener eso que era tan irriportante para los latinos: el ocio, el ocio entendido en un sentido noble, el ocio mental. Es en este ocio mental donde puede trabajar la fantas¨ªa".Para Tabucchi, la vida moderna, que nos obliga a estar constantemente haciendo cosas y que nos ocupa incluso el tiempo de ocio con los hobbies, es la gran enemiga. Las p¨¢jaras que, como a un ciclista extenuado, le aquejan de vez en cuando, forman parte ya de una rutina vital que ha terminado aceptando incluso su familia. "A m¨ª me gusta el tiempo libre. S¨®lo entonces respiro, soy yo. Por eso, cuando necesito encontrarme conmigo mismo no tengo otra elecci¨®n que huir y ocultarme. A veces, para conseguirlo, basta con doblar una esquina para desaparecer. Durante ciertas temporadas me convierto en un desaparecido, hasta para mi familia, que me comprende. Ahora mismo he tenido que irme al campo". Normalmente, Tabucchi reside con su familia en Florencia, una ciudad, seg¨²n ¨¦l, "bell¨ªsima y detestable a la vez". Una dualidad que Tabucchi explica diciendo que "es bell¨ªsima porque all¨ª nunca hay nada que hacer. Pero al mismo tiempo es una gran prostituta que se vende al turismo y al dinero, lo cual hace que durante largas temporadas resulte insoportable. Es en esos momentos cuando me entra una rabia intens¨ªsima y decido huir, ocultarme".
Afirmar, sin embargo, que es un cobarde le parece exagerado. "Pero todos tenemos una punta de cobard¨ªa que, curiosamente, a veces es la responsable de algunas de las grandes opciones que tomamos a lo largo de nuestra vida. La cobard¨ªa es un tema que me interesa mucho. El otro lado de la medalla, claro est¨¢, es la valent¨ªa, que me da mucho miedo tambi¨¦n. M¨¢s que la cobard¨ªa, porque la cobard¨ªa pertenece al coraz¨®n, y la valent¨ªa a la raz¨®n, y yo siento una gran desconfianza ante la raz¨®n. En este siglo, sobre todo, se han cometido muchas barbaridades en nombre de la raz¨®n".
Espa?a y Portugal
En los a?os sesenta, fiel a la tradici¨®n anarquizante de la Toscana, la regi¨®n italiana donde naci¨® hace 48 a?os, Tabucchi comenz¨® a interesarse por los anarquistas espa?oles, nuestra guerra civil y, finalmente y con el tiempo, toda la cultura espa?ola y portuguesa. Tabucchi tiene a estas alturas de su vida vinculaciones muy fuertes con lo ib¨¦rico, sin distinci¨®n de Estados. De ah¨ª que la situaci¨®n de desconocimiento mutuo entre espa?oles y portugueses le parezca "muy curiosa, y hasta un poco c¨®mica. Es como visitar un apartamento en el que los que viven en un lado no se hablan con los que viven en el otro. Viven juntos, cumplen las mismas reglas, pagan el mismo alquiler al mismo due?o, consumen las mismas cosas, pero no se hablan. Mi afici¨®n a la pen¨ªnsula Ib¨¦rica es cultural y sentimental. He absorbido muchas cosas de esta tierra, en los dos sentidos, y lamento esta situaci¨®n de extra?amiento. Pero las cosas van a cambiar poco a poco. Portugal, hasta la democracia, estaba vuelto al oc¨¦ano. Ahora esa actitud est¨¢ modific¨¢ndose poco a poco. Lo noto cuando hablo con mis sobrinas portuguesas, que tienen una mentalidad exactamente igual que la de mi hija, que vive en Italia".Fernando Pessoa y Antonio Machado forman parte de la base cultural sobre la que Tabucchi construye su propia obra, que tiene adem¨¢s otro punto de referencia hispano en Cort¨¢zar: "Es el mejor cuentista mundial de la posguerra. Lo conoc¨ª gracias a una traducci¨®n italiana de Bestiario, pero luego segu¨ª leyendo su obra en espa?ol. Me interesa mucho porque combina un sentido de lo fant¨¢stico que es de ra¨ªz latinoamericana con un sustrato cultural plenamente europeo. A m¨ª me parece que Cort¨¢zar es m¨¢s denso incluso que Borges. ?ste se limita a mostrar el esquema de los cuentos, mientras que Cort¨¢zar nos da el esquema y el propio cuento, el marco y lo que est¨¢ dentro del marco".
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