Del fatalismo a la prevenci¨®n
La OMS se suma hoy a la campa?a de la ONU para prevenir los riesgos de las cat¨¢strofes naturales en el mundo
La OMS, que desde 1948 celebra el 7 de abril el D¨ªa Mundial de la Salud, ha decidido en 1991 unir su llamamiento al Decenio para la Prevenci¨®n de los Desastres Naturales, proclamado por la ONU. "Los avances logrados en la salud y en el desarrollo socioecon¨®mico han sido interrumpidos por desastres naturales o inducidos por el hombre, con impacto terrible en la salud de comunidades o regiones enteras" ha declarado Hiroshi Nakajima, director general de la OMS.Durante los ¨²ltimos 20 a?os, tres millones de personas perdieron la vida y 1.000 millones resultaron afectadas por cat¨¢strofes de la naturaleza para las que la sociedad carec¨ªa de preparaci¨®n adecuada. El Decenio Internacional para la Reducci¨®n de ,os Desastres Naturales (INDR), proclamado por la ONU para los a?os noventa, es ?in llamamiento a todos los Gobiernos y la comunidad mundial para reducir y mitigar las cat¨¢strofes, particularmente en los pa¨ªses en desarrollo, donde el impacto de estos fen¨®menos es mayor. El fracaso se medir¨ªa, al filo del siglo XXI, en miseria humana y p¨¦rdida de millones de vidas en un planeta cada vez m¨¢s poblado y crecientemente expuesto a los riesgos de la naturaleza.
"Los desastres naturales tienen un componente humano, porque en una regi¨®n despoblada suponen m¨¢s un fen¨®meno que una tragedia, que se produce cuando las poblaciones se desplazan hacia zonas vulnerables o crean ellas mismas condiciones de vulnerabilidad", ha declarado Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, secretario general de la ONU.
Optimismo
Los responsables de la d¨¦cada son optimistas despu¨¦s de un a?o de trabajo. M¨¢s de 70 pa¨ªses, entre ellos Espa?a, han constituido ya los comit¨¦s nacionales para el decenio, y los expertos han puesto en marcha los mecanismos de investigaci¨®n y coordinaci¨®n de sistemas de alerta. Un comit¨¦ t¨¦cnico, formado por 25 cient¨ªficos, define las prioridades en la investigaci¨®n y eval¨²a las actividades. La interacci¨®n con organismos internacionales y nacionales es la otra vertiente de la estrategia establecida.
Frente a terremotos, erupciones volc¨¢nicas, inundaciones, ciclones, deslizamientos de tierras, incendios, sequ¨ªas, plagas y desastres industriales, es fundamental estar preparados. "Nadie se muere de un terremoto (en el peor de los casos, uno se me al suelo), sino porque se te viene un edificio encima", dice el experto estadounidense en predicci¨®n s¨ªsmica Karl Kisslinger. "En el terremoto de California (EE UU) del a?o pasado murieron 60 personas; en el de Armenia, en 1988, de similar magnitud, hubo 25.000 v¨ªctimas. La diferencia estriba en la preparaci¨®n, porque s¨ª en Armenia se hubieran usado mejores t¨¦cnicas de construcci¨®n, el terremoto habr¨ªa matado a muy pocas personas", explica Robert Hamilton, del secretariado de IDNDR, , establecido en Ginebra.
"Los pa¨ªses desarrollados, incluida Espa?a, disponen de muchas tecnolog¨ªas y expertos que hay que transferir a trav¨¦s de las agencias internacionales a los pa¨ªses peor preparados", afirma Hamilton, y pone la meteorolog¨ªa como ejemplo de cooperaci¨®n cient¨ªfica al servicio de sistemas de alerta para salvar vidas.
Ciclones y tornados
Los desastres originados por los fen¨®menos atmosf¨¦ricos producen cada a?o una media de 30.000 muertos, y los ciclones y tornados o los sistemas de nubes no entienden de fronteras. Se originan en un lugar del planeta y se desplazan cientos de kil¨®metros hasta que arrasan una regi¨®n lejana o descargan lluvias torrenciales que inunden extensos territorios al otro lado del mundo "La cooperaci¨®n es vital en meteorolog¨ªa; es seguramente la ¨²nica actividad humana donde existe el trabajo conjunto, porque no se puede predecir sin ayuda de los vecinos", afirma Ricardo Riosalido, experto del Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa.
Pedro Caba, miembro del consejo ejecutivo de la OMS, se?ala que hay dos, tipos de desastres: "Unos con titulares en la prensa (inundaciones, ciclones, terremotos) y otros que yo denomino cat¨¢strofes permanentes silenciosas, con muchas m¨¢s v¨ªctimas, y me refiero a la malnutrici¨®n cr¨®nica, a la morbilidad y mortalidad Infantil, a la penuria o falta de sistemas sanitarios, a las enormes desigualdades sociales, a la desertizaci¨®n de zonas pobladas". Los desastres agudos agravan los silenciosos, dice Caba, y puntualiza que las cat¨¢strofes afligen especialmente a los pa¨ªses que padecen una mala situaci¨®n econ¨®mica y sanitaria, que las epidemias son acompa?ante de casi toda cat¨¢strofe: el hambre, de las sequ¨ªas y las diarreas, de las inundaciones". Sat¨¦lites meteorol¨®gicos y de teledetecci¨®n, dispositivos de alerta, ordenadores que mantienen en contacto a los organismos encargados las cat¨¢strofes y manejan millones de datos recogidos en toda la Tierra, construcci¨®n antis¨ªsmica, infraestructura de protecci¨®n frente a inundaciones o avalanchas, reforestaci¨®n y m¨¦todos agr¨ªcolas responsables, demuestran que la ciencia y la t¨¦cnica pueden adelantarse a los fen¨®menos naturales. "Yo pedir¨ªa en este decenio que los hombres no contribuyan a provocar cat¨¢strofes como la contaminaci¨®n ambiental o el efecto invernadero", comenta Caba.
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