"No tengo tiempo"
La avalancha de automovilistas desborda a las gasofineras que no secundan la huelga
"No tengo tiempo". 'Lo siento, pero no puedo responder porque hay cola". "Espere a que acabe con estos clientes". ?stas son las respuestas m¨¢s frecuentes de los empleados de las gasolineras que no han secundado la huelga o han hecho servicios m¨ªnimos. Las estaciones de servicio abiertas quedaron ayer colapsadas ante la psicosis de desabastecimiento de los conductores, aunque la incidencia del paro fue menor que el lunes.
Datos de Campsa se?alan que la huelga tuvo ayer menor seguimiento, aunque la mayor repercusi¨®n se centr¨® en las misinas zonas (Astur¨ªas, Baleares, Burgos, Cantabria, C¨¢diz, Castell¨®n, Le¨®n, Salamanca). En Madrid estaban abiertas ayer casi todas las gasolineras. En Barcelona, el paro no tuvo gran incidencia, ya que la fuerza tradicionalmente mayoritaria en el sector es la CGT, que rechaza la huelga.Para medir el alcance de este pero, no basta con calcular el n¨²mero de gasolineras que han cerrado: hay que considerar los efectos psicol¨®gicos, que han originado avalanchas de automovilistas sobre las gasolineras desde primera hora del lunes."Somos tontos", dice el camionero Gregorio Ortega, "porque a la primera insinuaci¨®n nos ponemos a hacer cola y a acumular carburante, cuando no es para tanto".
Las colas ocasionaron que algunos establecimientos se quedaran sin combustible. "La gasolinera de la plaza de Espa?a de Barcelona se ha quedado sin gasolina cinco minutos. Y otras repartidas por el ¨¢rea de Barcelona, durante varias horas", explica Antonio Gimeno jefe de Area de Barcelona de CEPSA. Manuel Mart¨ªnez, conductor de un cami¨®n cisterna, declara: "Transportamos el mismo volumen de carburante salvo que, en lugar de repartirlo, lo llevamos a un menor n¨²mero de estaciones".
Dep¨®sitos llenos
Los conductores, aparte de hacer cola, solicitaron casi siempre el lleno, lo cual propici¨® problemas de desabastecimiento. "El 95% de los clientes pide que le llenemos el dep¨®sito cuando en condiciones normales s¨®lo la mitad llena. As¨ª se acaban pronto las reservas", se?ala un operario.El sistema de suministro de Campsa oblig¨® a algunas estaciones de servicio a secundar la huelga al no llegar los camiones cisterna. "Estuvimos toda latarde y la noche del primer d¨ªa sin trabajar porque no llegaba carburante", se?ala el empleado de una gasolinera madrile?a, en la que el respensable calcula haber servido el primer d¨ªa de huelga 30.000 litros de gasolina s¨²per cuando lo normal es vender como mucho 20.000 litros.
Campsa afirma no haber tenido problemas de suministro el primer d¨ªa de huelga, pero s¨ª el segundo. "S¨ª, alguna gasolinera se ha quedado sin carburante, ha sido s¨®lo moment¨¢neamente", se?ala un portavoz de la compa?¨ªa. Incluso los surtidores tuvieron problemas para ofrecer gasolina a todos. Campsa informa de que el centro de suministro de Madrid sirvi¨® un 40% m¨¢s de lo habitual.
Las colas remitieror. ayer tras el primer impacto de la huelga registrado el lunes. "Se nota que ya hay muchos automovilistas que llenaron el lunes y ya no necesitan m¨¢s combustible", explica el encargado de una gasolinera en la autov¨ªa de Castelldefels, en la provincia de Barcelona.
Durante el lunes, hubo colas que en algunos momentos alcanzaron hasta un kil¨®metro de longitud. Ayer, la situaci¨®n estaba m¨¢s controlada. La actitud de los conductores ha sido en general muy c¨ªvica y responsable. Antonio Gimeno afirma: "Casi todo el mundo respet¨® las colas y la organizaci¨®n de entrada y salida a las gasolineras". En algunos momentos, sin embargo, los nervios originaron altercados entre conductores que quer¨ªan saltarse el orden de la cola.
Los trabajadores del sector no tienen muy claros los motivos de la huelga ni est¨¢n muy seguros respecto a la conveniencia de parar o trabajar. "?Es que somos los quijotes de las gasolineras?", se interroga el encargado de una estaci¨®n de servicio madrile?a que decidi¨® el primer d¨ªa de huelga no parar. "S¨ª cerramos, nos enfrentamos con la empresa, que tampoco est¨¢ para permitirse el lujo de cerrar varios d¨ªas; pero si abrimos nos sentimos como esquiroles", dice una fuente. Por tanto, el primer d¨ªa de huelga dimos una vuelta por ah¨ª y vimos que de siete estaciones, cuatro estaban abiertas, as¨ª que decidimos servir al p¨²blico", a?ade.
Su trabajo s¨®lo fue interrumpido por los piquetes durante unas horas, entre las 8.00 y las 11.00. Durante el primer d¨ªa sirvieron el doble que cualquier d¨ªa por lo que tuvo que trabajar toda la plant¨ªlla.
En Espa?a, hay 27.000 trabajadores en el sector, que trabajan en las 3.673 gasolineras del pa¨ªs y los 1.288 surtidores, de los que 870 est¨¢n en la v¨ªa publica.
Los trabajadores del sector tratan de presioriar a la patronal en la negociaci¨®n de su convenio colectivo, para el que reivindican un incremento del 9% en sus salarios de 1991, mientras que los empresarios ofrecen el 7%.
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