La banca manda
El alto endeudamiento de las el¨¦ctricas permite a las entidades financieras controlar el sector
La alta dependencia de las compa?¨ªas el¨¦ctricas privadas de las entidades financieras por el endeudamiento que tienen contra¨ªdo -3,8 billones de pesetas- permitir¨¢ que ¨¦stas encuentren el terreno abonado para protagonizar un papel definitivo en la reordenaci¨®n del sector el¨¦ctrico propuesta por el Ministerio de Industria. Las negociaciones sobre la formaci¨®n de uno o dos grupos privados a partir de Iberduero e Hidrola han entrado en la recta final. Su resultado depende ya de lo que decidan los principales bancos accionistas, Bilbao Vizcaya (BBV) y Banesto.
La mayor parte de los bancos que controlan la gesti¨®n de las compa?¨ªas el¨¦ctricas privadas tienen esa situaci¨®n de predominio sin rebasar el 10% del capital. En concreto, el BBV no supera el 10% en Iberduero y tiene algo m¨¢s en Sevillana, Banesto s¨®lo tiene el de Hidrola, el Pastor se acerca al 5% de Fenosa. ..Sin embargo, el sector tiene una dependencia absoluta de la banca, con la excepci¨®n del grupo p¨²blico ENDESA, controlado por el Instituto Nacional de Industria. Del total de los 4,2 billones de deuda de las el¨¦ctricas, la financiera -una vez descontada la que se debe a la Administraci¨®n- se sit¨²a en 3,8 billones De ellos, algo m¨¢s de 3,3 billones son a largo plazo. Con esto, la banca no necesita tener demasiada participaci¨®n para controlar.
Por ello, desde que se plante¨® la reordenaci¨®n del sector -basada, por un lado, en la separaci¨®n de los activos de generaci¨®n no nuclear de las redes de distribuci¨®n y su agrupamiento en dos o tres unidades empresariales (una de ellas p¨²blica) y, por otro, en la creaci¨®n de una sociedad gestora de los activos nucleares- los bancos han estudiado sus estrategias. Hasta hace poco, ¨²nicamente el BBV hab¨ªa mostrado inter¨¦s. Posteriormente lo han hecho Pastor y Banesto, y es muy posible que esta entidad acabe apostando y haciendo que las negociaciones para crear una sola compa?¨ªa privada mediante la fusi¨®n de Iberduero e Hidrola derive a la constituci¨®n de dos encabezadas por esas mismas empresas y en las que tendr¨ªan un control efectivo BBV y Banesto
Una vez creadas las empresas ser¨ªa cuesti¨®n de repartir las propiedades, por lo que es previsible que se tenga que realizar un nuevo intercambio de activos con el objetivo de dejarlas equilibradas. Algunas el¨¦ctricas, mientras tanto, han rechazado la reordenaci¨®n y se han hecho un rosario de preguntas: ?Va a mejorar la reordenaci¨®n las cuentas de resultados?, ?vamos a ganar en competitividad?, ,se va a reducir el endeudamiento?, ?las cargas financieras van a ser menores?, ?c¨®mo va a quedar la estructura organizativa de las nuevas empresas?, ?qu¨¦ va a pasar con los distintos convenios colectivos?, ?cu¨¢l va a ser el coste econ¨®mico y pol¨ªtico de la operaci¨®n?... Las empresas sostienen que lo mejor para ellas es mantener el modelo vertical (integraci¨®n de producci¨®n y distribuci¨®n en un sola estructura). Industria est¨¢ convencida de que la uni¨®n de empresas mejora no s¨®lo la competitividad, sino tambi¨¦n la solvencia del sector ante su alto endeudamiento. Tal vez por ello ha sabido encontrar a los bancos como interlocutores v¨¢lidos para encarar la reordenaci¨®n. Y los bancos saben que su papel ser¨¢ fundamental.
El endeudamiento, sin embargo, anega el sector. En Hidrola, la deuda financiera es de 889.395 millones y su relaci¨®n con los recursos propios -sin contar la deuda administrativa- es del 169%, seg¨²n un informe elaborado por la sociedad de bolsa FG. El de Uni¨®n Fenosa, que junto a FECSA es la ¨²nica de las grandes privadas que ha mejorado la relaci¨®n en los ¨²ltimos a?os, es del 181%; el de FECSA, del 171%; el de Sevillana, 168%, y el de Iberduero, 10'7%. Esta relac¨ª¨®n, no obstante, empeora introduciendo la deuda institucional (ver cuadro).
Pero, adem¨¢s, las empresas el¨¦ctricas tienen que hacer frente a los costes que han diferido en los ¨²ltimos ejercicios, y que en las cinco privadas principales supera los 255.000 millones de pesetas. Los costes diferidos, que tendr¨¢n que ir amortizando en los pr¨®ximos a?os, est¨¢n permitidos siempre que guarden relaci¨®n con las inversiones acometidas. Gracias a los diferidos y a las activaciones del ejercicio las compa?¨ªas el¨¦ctricas han conseguido lograr beneficios suficientes para mantener sus dividendos en las cifras tradicionales.
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