Una justicia bajo extremas dilaciones

El informe del Defensor del Pueblo de 1990 reitera la "existencia de ¨®rganos judiciales con deficientes o insuficientes instalaciones que impiden la adecuada prestaci¨®n del servicio p¨²blico judicial". "Aun comprendiendo las dificultades y el alto coste que supone la construcci¨®n de edificios de nueva planta e incluso la adecuaci¨®n de los ya existentes, debe darse un impulso definitivo a esta cuesti¨®n so pena de convertir en papel mojado la creaci¨®n de nuevos juzgados que ha realizado la ley de planta y demarcaci¨®n judicial". No todo el colapso se debe a problemas estructurales, sino a "deficiente tramitaci¨®n, consecuencia en algunos casos de la insuficiente preparaci¨®n de nuestros jueces, fiscales o personal judicial".El informe da una ampl¨ªa retah¨ªla de "supuestos individuales extremos de dilaciones indebidas". Un ciudadano que interpuso recurso de s¨²plica en Ja¨¦n ante Magistratura de Trabajo en 1977 a¨²n espera resoluci¨®n. Un sumarlo iniciado en 1984 por robo con homicidio en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero dos de Alcal¨¢ de Henares se cerr¨® con sentencia seis a?os m¨¢s tarde. El proceso penal abierto en 1982 en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero dos de Madrid por imprudencia profesional con resultado de muerte lograba culminar en juicio nueve a?os m¨¢s tarde.

La memoria se?ala los ¨®rganos jurisdiccionales m¨¢s atascados, como la Sala Segunda del Tribunal Supremo, con recursos pendientes desde hace tres a?os; la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Madrid -a primeros de 1990 ten¨ªa pendientes 37.000 asuntos- o la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior del Pa¨ªs Vasco, que en 1990 atesoraba asuntos de cinco a?os antes. Y no falta un amplio elenco de juzgados cuya situaci¨®n es tachada de "ca¨®tica".