Paradojas
'EL CASO S¨¢enz de Santamar¨ªa' debe ser reconducido cuanto antes a t¨¦rminos de mesura y de sentido com¨²n. Ni un d¨ªa m¨¢s deber¨ªa continuar en la c¨¢rcel el ginec¨®logo malague?o. Su permanencia en prisi¨®n, sin juicio previo y sin darle siquiera opci¨®n a liberarse de ella mediante fianza, puede convertirse en uno de los atropellos m¨¢s sonados contra la persona de la reciente historia espa?ola. De otro lado, el expediente que le ha abierto el Colegio de M¨¦dicos de Waga para expulsarle de la profesi¨®n muestra c¨®mo rige, todav¨ªa en determinados colectivos profesionales una especie de estado de excepci¨®n interno basado en riormas coricebidas, ante todo, para la defensa de trasnochados e inquisitoriales privilegios corporativos.Hubiera parecido una decisi¨®n prudente y plenamente acorde con el esp¨ªritu m¨¢s genuino de la ley procesal anular la prisi¨®n provisional incondicional del ginec¨®logo malague?o y sustituirla, en todo caso, por una medida m¨¢s adecuada a la situaci¨®n y a la naturaleza del delito de opini¨®n que se le imputa. Pues no. La juez que hace ya m¨¢s de una semana decret¨® de oficio, sin mediar querella o denuncia alguna, una medida tan excepcional contra un ciudadano que sigue gozando del derecho a la presunci¨®n de inocencia se mantiene incomprensiblemente en sus trece.
Hubiera parecido tambi¨¦n suficiente el indulto concedido al ginec¨®logo malague?o para dar por saldadas las consecuencias punitivas del aborto que practic¨® a una ni?a de 14 a?os violada repetidamente por un familiar. Pues no. M¨¢s papista que el Papa, la corporaci¨®n m¨¦dica pretende castigarlo por el mismo hecho con la inhabilitaci¨®n para ejercer la med?,cina. En algunos colectivos profesionales sus normas internas parecen estar por encima de las leyes del Estado. Y as¨ª puede darse la aberrante paradoja de que 13 que una ley estatal condona pueda ser sancionado por la interna de una corporaci¨®n.
No desenredar cuanto antes el caso S¨¢enz de Santamar¨ªa no s¨®lo implicar¨ªa fomentar la insensibilidad social e institucional ante un caso de privaci¨®n expeditiva de la libertad de un ciudadano particular. Tambi¨¦n supondr¨ªa dar el visto bueno a un peligroso precedente que puede afectar gravemente en el futuro a los derechos y libertades de otros ciudadanos. De ah¨ª que se imponga la inmediata puesta en libertad del ginec¨®logo malague?o. De ah¨ª, tambi¨¦n, que deba terminarse cuanto antes con situaciones profesionales obsoletas, dominadas por normas que pugnan frontalmente con las democr¨¢ticas que rigen en la sociedad y, el Estado.
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