Enamorados del enemigo americano
Los refugiados iraqu¨ªes en Kuwalt temen la marcha de los 'marines'
ENVIADO ESPECIALCerca de 30.000 refugiados iraqu¨ªes temen por sus vidas cuando el Ej¨¦rcito norteamericano abandone la zona. En un improvisado campamento junto a la ciudad de Safwan, en la misma frontera entre Irak y Kuwalt, miles de familias se aferran a las tropas aliadas, que mantienen el orden y les aseguran agua y alimentos. La llegada (le las fuerzas de paz de las Naciones Unidas ha desencadenado la vuelta (le los 100.000 soldados estadounidenses que todav¨ªa permanecen en territorio iraqu¨ª.
La vida en el campo de refugia(los de Safwan es ya mucho m¨¢s relajada que los primeros d¨ªas. Sus habitantes no tienen que pelearse por una raci¨®n de comida o una botella de agua, como al principio. Todo est¨¢ organizado, v las familias iraqu¨ªes se consue¨ªan con naranjas espa?olas, raCiones de comida del Ej¨¦rcito norteamericano y grandes cisterr¨ªas de agua reci¨¦n tra¨ªdas de Arabla Saud¨ª. La tristeza por haber abandonado su casa y la existencia miserable que les espera se enjuaga con una vida algo m¨¢s c¨®moda o, por lo menos, con la seguridad de que al d¨ªa siguiente tendr¨¢n un sitio para dormir y tina cola a la que acudir en busca de alimentos. Sin embargo, la inrninente retirada de las tropas de Estados Unidos de la zona ha ,,uelto a reavivar el fantasma de la inseguridad. Los exillados iraqu¨ªes no se f¨ªan de sus anfitriones de Kuvialt, ni mucho menos desus propias tropas, que est¨¢n apostadas amenos de 10 kill¨®rnetros del campamento.Reciben noticias de las, calamidades que pasan sus conciudadanos kurdos en las fronteras de Turqu¨ªa e Ir¨¢n y no tiertenla m¨¢s m¨ªnima confianza en que los 1.400 cascos azules de la ONU mantengan el orden y el surninistro de v¨ªveres.Juegos guerreros
Los ni?os, ajenos al futuro, se arremolinan en torno a los Soldados y juegan con sus cascos y el material militar que les dejan. Descalzos y vestidos con harapos de estilo occidental, corren entre las botas de sus carocleros salvadores y les arrancan una sonrisa y, de vez en cuando, un paquete de chicles o una barra de chocolate. Mientras tanto, hombres y mujeres guardan cola durante horas para recibir la raci¨®n diaria de comida y agua. Entre alambres de espino, montones de basura y fuegos improvisados para cocinar, llenan sus improvisados platos y bidones. Los soldados se muestran sonrientes. Saben que en las pr¨®ximas semanas volver¨¢n a sus bases de origen para hacer una vida normal. "?Periodista espa?ol?", pregunta un sargento negr¨ªsimo con acento sure?o. ?Cu¨¢l es la mejor playa nudista del Mediterr¨¢neo?. En junio tendr¨¦ tres semanas de permiso y quiero ir a Espa?a. All¨ª se vive bien, ?verdad?".
La conversaci¨®n tiene que acabar porque acaba de llegar un autob¨²s del que bajan varias docenas de iraquies que han salido del campamento por la ma?ana y vuelven con bolsas llenas de ropa y comida. Se ponen en fila frente a la entrada del campo de refugiados, y van pasando uno auno para ser cacheados antes de entrar. Un soldado le pide las gafas de sol de todos los colores que trae el exiliado y se las pone mientras le hace cosquillas en vez de cachearle. Todos r¨ªen. Las mujeres, enfundadas en capas negras, pero con el rostro al aire, s¨®lo tienen que ense?ar sus bolsas. Vuelven con prisa para recoger a sus hijos y reunirse en la tienda de campana o en la habitaci¨®n que les ha correspondido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Misi¨®n paz
- Kuwait
- Irak
- Refugiados
- Cascos azules
- Arabia Saud¨ª
- Mediaci¨®n internacional
- Misiones internacionales
- Estados Unidos
- Campos refugiados
- Guerra Golfo
- V¨ªctimas guerra
- Pol¨ªtica exterior
- Contactos oficiales
- ONU
- Oriente pr¨®ximo
- Guerra
- Organizaciones internacionales
- Proceso paz
- Asia
- Conflictos
- Relaciones exteriores
- Defensa
- Pol¨ªtica
- Sociedad