La voluntad de Mar¨ªa Kodama
Leo en EL PA?S del 31 de marzo el art¨ªculo de Juan Luis Panero en que, con parcialmente documentado entusiasmo, refiere del primer y ¨²nico encuentro en Ginebra de Marguerite Yourcenar y Jorge Luis Borges. Como traductora -y adoradora- de Borges en Italia, tuve ocasi¨®n de hablar con Borges de la Yourcenar varias veces. Recuerdo, ya que adem¨¢s lo anot¨¦, que en octubre de 1985, en Ostia Antica, cerca de Roma, me explic¨® haberla ya conocido y tratado en una universidad norteamericana en una ocasi¨®n en que ambos autores hab¨ªan sido conjuntamente premiados. Me habl¨® de su estima por la escritora, para conversar luego, como ¨¦l sab¨ªa hacerlo, del encanto de Antinoo y su apoteosis. Considero adem¨¢s necesario precisar que, si bien el afectuoso art¨ªculo de Panero nos lleva a suponer que fue la Yourcenar quien busc¨® piso en Ginebra para Borges, ello no es del todo exacto. Efectivamente, contribuy¨® a localizar el apartamento en la Grande Rue (y el contrato fue s¨®lo posible, dadas las estrictas leyes de extranjer¨ªa en Suiza, gracias a un abogado de una editorial francesa), pero el m¨¦rito fue completamente debido al af¨¢n y abnegaci¨®n de Mar¨ªa Kodama, que dio todo de s¨ª misma en momentos tambi¨¦n para ella incre¨ªblemente dif¨ªciles. De mitos ya tenemos muchos, el de la Yourcenar y Borges es hermoso, pero considero oportuno que no se olviden no s¨®lo los datos de cr¨®nica, sino y ante todoPasa a la p¨¢gina siguiente
Viene de la p¨¢gina anterior
la enorme fuerza de voluntad y devoci¨®n de la aparentemente fr¨¢gil Mar¨ªa Kodama, que hizo feliz a un poeta en vida y le ayud¨® a alcanzar la paz, como ¨¦l le hab¨ªa pedido.- Myriam Sumbulovich.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.