Industria intenta asegurar el gas natural como base fundamental del nuevo Plan Energ¨¦tico

El ministro de Industria, Claudio Aranzadi, celebrar¨¢ el pr¨®ximo martes en Madrid una reuni¨®n con sus hom¨®logos de Argelia y Marruecos; en la que como objetivo b¨¢sico se tratar¨¢ de conseguir un acuerdo que asegure la construcci¨®n del gasoducto que conecte los tres pa¨ªses. Este logro supondr¨¢ una garant¨ªa definitiva para contar con gas natural suficiente y poder presentar un nuevo Plan Energ¨¦tico Nacional (PEN) en el que las posibilidades de que se incorpore nueva energ¨ªa nuclear -y en concreto la central de Valdecaballeros- al parque el¨¦ctrico quedan muy reducidas.

La cumbre de Madrid, a la que asistir¨¢, por parte argelina, Sadek Bousser¨ªa -tambi¨¦n presidente de la OPEP- y, por parte marroqu¨ª, Moulay Alaorni, coincide con un mornento de marejada interna en el PSOE, en que la cuesti¨®n nuclear ocupa un lugar de primer plano. En los ¨²ltimos d¨ªas se ha producido la amenaza de dimisi¨®n del presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodr¨ªguez lbarra, en caso de que se abra la central nuclear de Valdecaballeros, y la manifestaci¨®n a favor de mantener la moratoria nuclear por parte del grupo parlameritario socialista. Las dos cuestiones han calentado el ambiente ante la inminente revisi¨®n del PEN, aunque los responsables de realizarla -el Ministerio de Industria- han preferido rriantenerse callados.Las relaciones entre los dos pa¨ªses magre¨ªes y Espa?a han sido muy estrechas, aunque durante los meses que dur¨® la guerra del Golfo pasaron por momentos delicados por la posici¨®n que mantuvieron cada uno de ellos. Precisamente, durante ese periodo representantes espa?oles -principalmente, el secretario general de la Energ¨ªa, Ram¨®n P¨¦rez Simarro, y el presidente de Enagas, Juan Badosa- se trasladaron en varias ocasiones a esos pa¨ªses, por lo que ha permanecido el hilo de uni¨®n, de rr¨ªanera que en ning¨²n momento se ha perdido la convicci¨®n de que la construcci¨®n del gasoducto no corr¨ªa peligro. De todos modos, todav¨ªa queda por cerrar el acuerdo

y eso es lo que se tratar¨¢ de amarrar el pr¨®ximo martes.El previsto gasoducto norteafricano, cuya iniciativa data de septiembre de 1989, tiene una longitud de 1.250 kIl¨®rnetros desde los yacimientos argelinos de Hassi R'mel hasta Sevilla. La inversi¨®n estimacla asciende a 1.300 millones de d¨®lares (unos 140.000 millones de pesetas), de los que entre 900 y 1.000 millones los pagar¨ªan entre Espa?a y Marruecos. Tanto con este pa¨ªs como con Argelia, el Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), propietario de Repsol y Enagas, tiene compromisos de colaboraci¨®n.

El contrato que se espei a firmar es a 25 a?os y supone que Espa?a pueda aumentar, en una primera fase, de los 20.000 millones de termias actuales hasta 50.000 millones de term¨ªas el suministro que recibe de Argelia, con la garant¨ªa adicional de que lo va a recibir por conducto firme y no va a depender del transporte mar¨ªtimo, como ahora. Adem¨¢s, a m¨¢s largo plazo, la extensi¨®n del gasoducto permitir¨¢ enlazar con el resto de pa¨ªses europeos a trav¨¦s del gasoducto que entrar¨¢ en Espa?a por los Pir¨ªneos desde el momento en que empiece a llegar gas noruego, previsto para 1993, lo que da mayor importancia al enlace.

Potencia necesaria

El suministro de gas mencionado -al que hay que a?adir el de Noruega, el de Libia, el que se acaba de asegurar con Niger¨ªa por 5.000 millones de term¨ªas anuales a partir de 1995 y el posible enlace con gas sovi¨¦tico sobre el que Aranzadi firm¨® un protocolo en la visita a Espa?a de Gorbachov- permite a los responsables energ¨¦ticos espa?oles aventurar un Futuro energ¨¦tico basado en el gas como fuente principal.

Seg¨²n las previsiones que maneja Industria, el suministro de gas puede aseguirar una potencia entre 2.500 y, 3.000 megavatios para el futuro parque el¨¦ctrico. Esta cantidad viene a suponer el 40% de las necesidades que se prev¨¦n para los a?os que van de 1995 al 2003.

Seg¨²n esas previsiones, Espa?a necesitar¨¢ alrededor de 7.000 megavatios de potencia para el per¨ªodo comentado. Aunque el asegurarse el suministro de gas natural no significa per se que se deseche definitivamente nueva energ¨ªa nuclear, lo cierto es que queda menos margen que cubrir.

Y adem¨¢s se cuenta con otros tipos de energ¨ªa como el carb¨®n de importaci¨®n (se prev¨¦ que pueda cubrir hasta 2.000 megavatios); energ¨ªas renovables (alrededor de 500 magavatios) y energ¨ªa iriportada de Francia (existe un contrato para 1.000 megavatios que puede ser ampliado a 2.000, a pesar de que en este pa¨ªs, tradicional exportador de energ¨ªa, se considera que empezar¨¢ a haber carencias a partir de 1996).

En el horizonte del a?o 2000, seg¨²n las previsiones, se contempla que el consumo de Plas natural se eleve a 120.000 millones de term¨ªas (10.000 termias suponen una tonelada equivalente de petr¨®leo) frente a los algo m¨¢s de 50.000 millones de 1990.