ETA dispara a los asistentes a una jura de bandera en San Sebastian

Tres personas -entre ellas, el gobernador militar de Guip¨²zcoacoa en funciones, coronel Jos¨¦ Luis Garc¨ªa de Fr¨ªas- resultaron heridas de bala ayer por los disparos perpetrados por un comando de ETA contra un millar de personas que celebraban una jura de bandera junto al cuartel de Loyola, en un barrio de San Sebasti¨¢n. Dos francotirado, apostados en la ladera de un monte cercano al cuartel, realizaron cuatro disparos con un fusil provisto de mira telesc¨®pica.

El objetivo de los terroristas era el gobernador militar en funciones, que fue alcanzado por un balazo en una pierna. Los disparos se produjeron a a las 12.20, cuando el coronel Garc¨ªa de Fr¨ªas se dispon¨ªa a dirigir desde un podio una arenga a los 400 reclutas del Regimiento Sicilla 47 que hab¨ªan finalizado el desfile de la jura de bandera. Varios centenares de familiares de los reclutas se agolpaban en la acera junto al cuartel de Loyola.El primer disparo fue dirigido contra el coronel, que se encontraba de espaldas al francotirador. El militar fue alcanzado en la pierna izquierda. La detonaci¨®n caus¨® un gran desconcierto entre los presentes. Pr¨¢cticamente todos se tiraron al suelo. Inmediatamente se escucharon tres disparos m¨¢s.

Dos balazos alcanzaron a Josefa Manuela Ferreira, de 60 a?os, y a su yerno, Jos¨¦ Eduardo Cereijo, de 48, padre de uno de los reclutas. Ambos son vecinos de La Coru?a. La mujer sufre herida en el abdomen y el hombre fue alcanzado en el gl¨²teo izquierdo. Los tres her1dcs est¨¢n fuera de peligro.

El tiroteo sobre el acuartelamiento caus¨® sorpresa y desconcierto entre los asistentes, pero no escenas de p¨¢nico. Los heridos fueron evacuados con gran rapidez por una ambulancia que casualmente pasaba cerca del cuartel. En el lugar desde- donde dispararon fueron encontrados cuatro casquillos de bala de rifle marca Winchester. A pocos metros del lugar termina una. peque?a carretera, por donde huyeron los terroristas en un autom¨®vil. Un oficial retirado participante en la jura relat¨® que todos los presentes se arrojaron al suelo al o¨ªrse el primer disparo.

"Estaba aterrorizada. Pensaba en mi hijo, al que hab¨ªa visto cruzar poco antes delante de m¨ª y al que ahora no ve¨ªa. Fueron unos segundos llenos de terror" explicaba poco despu¨¦s la madre de un joven uniformado con el petate en los hombros y lleno de alegr¨ªa por poder abandonar el lugar. El de ayer es el quinto atentado de ETA contra un gobernador militar de Guip¨²zcoa.

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