Los partidos del Ulster intentan recuperar la paz y el autogobierno

R. M. DE RITUERTO Los partidos pol¨ªticos norirlandeses dieron ayer en Belfast los primeros pasos para intentar acabar con el letal estancamiento del conflicto de la provincia, que ha costado casi 3.000 vidas en los ¨²ltimos 22 a?os. Por primera vez en d¨¦cada y media, nacionalistas (cat¨®licos) y unionistas (protestantes) est¨¢n dispuestos a discutir una agenda sin condiciones previas con el objetivo de recuperar la paz y el autogobierno para Irlanda del Norte.

El mill¨®n y medio de norirlandeses, agotados por la constante sangr¨ªa que sufre la provincia, reprimen su esperanza ante esta ronda de discusiones, calificada de hist¨®rica, tras demasiadas oportunidades en que la confianza se ha visto frustrada. Sin embargo, algo se mueve en la provincia. Lo demuestra el hecho de que los unionistas hayan aceptado sentarse a la mesa con los nacionalistas. Peter Brooke, el ministro para Irlanda del Norte, ha sido el principal art¨ªfice de ello, con 15 meses de paciente discusi¨®n con cat¨®licos, protestantes y Dubl¨ªn.

Brooke recibi¨® ayer por la ma?ana en Stormont, el antiguo Parlamento provincial, a una delegaci¨®n del Partido Social Dem¨®crata y Laborista (SDLP, cat¨®lico) y por la tarde a otra del Partido Alianza (interconfesional) para discutir los t¨¦rminos de las futuras negociaciones. El viernes ser¨¢ el turno de los dos partidos protestantes. Para m¨¢s adelante, y una vez que nacionalistas y unionistas hayan avanzado conjuntamente en sus discusiones, est¨¢ previsto que se sume Dubl¨ªn al proceso negociador, primera ocasi¨®n desde la divisi¨®n de la isla, hace 70 a?os, en que los unionistas aceptar¨¢n compartir mesa con Eire

Tres bandas

Estas conversaciones a tres bandas -primero entre los partidos norirlandeses, luego entre ellos y Dubl¨ªn y m¨¢s tarde entre los Gobiernos irland¨¦s y brit¨¢nico- se espera que den alg¨²n fruto en un plazo de 10 semanas. Lo que se conf¨ªa obtener son las l¨ªneas generales para el establecimiento de una nueva forma de autogobierno en la provincia, con la consiguiente reducci¨®n de la absoluta influencia que hoy ejerce Londres, y un nuevo acuerdo anglo-irland¨¦s acompa?ado de la promesa irlandesa de eliminar la premisa constitucional que habla de una Irlanda unida.

Los unionistas norirlandeses (dos tercios de la poblaci¨®n de la provincia) objetan el compartir el poder que desean los nacionalistas (el tercio restante), pero ya se habla, a modo indicativo, de buscar una soluci¨®n de compromiso por la que los cat¨®licos estar¨ªan representados en determinados organismos del Gobierno.

El Sinn Fein, brazo pol¨ªtico del IRA, ha sido excluido de las negociaciones por su apoyo a la violencia. Los grupos terroristas protestantes han declarado una tregua durante las conversaciones, y el IRA ha replicado que no atacar¨¢ a protestantes civiles si se mantiene ese alto el fuego, pero que seguir¨¢ atentando contra las fuerzas de seguridad.