Los expertos que cambiaron el sexo a ratones ven inmoral aplicarlo a seres humanos
La confirmaci¨®n de la localizaci¨®n del factor gen¨¦tico que convierte hembras en machos es uno de los grandes avances cient¨ªficos del siglo, capaz de abrir las puertas a descubrimientos sobre el desarrollo del c¨¢ncer y las enfermedades cong¨¦nitas y de potenciar las explotaciones pecuarias. Peter Goodfellow, uno de los investigadores brit¨¢nicos que han alterado gen¨¦ticamente el sexo en tres embriones de ratones, cree que ser¨ªa "moralmente repugnante" aplicarlo a seres humanos.
Goodfellow, de la Fundaci¨®n Imperial sobre la Investigaci¨®n del C¨¢ncer, y Robin Lovell-Badge, del Instituto Nacional para la Investigaci¨®n M¨¦dica, publicaron ayer en la revista cient¨ªfica Nature la conclusi¨®n pr¨¢ctica de su descubrimiento el a?o pasado del factor g¨¦netico que produce la masculinidad, llamado SRY en los humanos y Sry en los animales, compuesto por el equivalente a 14.000 letras en un c¨®digo del car¨¢cter gen¨¦tico humano integrado por 3.000 millones.Los equipos de ambos investigadores junto con el doctor Peter Koopman inyectaron ese min¨²sculo gen extra¨ªdo del cromosoma Y que determina las masculinidad en 11 embriones de rat¨®n que estaban destinados a ser hembras y acabaron teniendo tres machos, circunstacias que los cient¨ªficos atribuyen a que el gen transplantado se coloc¨® donde no deb¨ªa en el DNA de ocho de los receptores.
Uno de los ratones a los que se cambi¨® el sexo se ha comportado como un donjuan impenitente y los investigadores le han dado el nombre de Randy (Salido), pero sus apasionadas incursiones no han dado fruto: la adici¨®n del gene Sry a los cromosomas femeninos XX es incompatible con la producci¨®n de espermatozoides, lo que convierte a estos machos de nuevo cu?o en seres est¨¦riles.
Los cient¨ªficos creen que que Sry contiene las instrucciones que activan los genes del DNA que producen los atributos de la masculinidad y Lowell-Badge dice haber probado tres circunstancias en el desarrollo de la sexualidad: "En primer lugar, toda la informaci¨®n gen¨¦tica necesaria para convertir en masculino un embri¨®n est¨¢ en un s¨®lo gene; no hay duda de que ese gene es Sry, y los embriones femeninos tienen todos los genes requeridos para hacer un macho, lo ¨²nico que se necesita es Sry para activarlos".
Control del c¨¢ncer
Goodfelllow dice que "a¨²n m¨¢s importante es que as¨ª se abre una v¨ªa para entender la compleja serie de acontecimientos gen¨¦ticos que controlan el desarrollo y puede tambi¨¦n arrojar luz sobre complejas enfermedades como el c¨¢ncer; cada vez hay m¨¢s genes de los llamados oncogenes (los que provocan c¨¢nceres) que est¨¢n resultando tener un papel en el desarrollo". Aparte de las aplicaciones sobre enfermedades cong¨¦nitas y cancerosas, el descubrimiento tiene repercusiones econ¨®micas en explotaciones pecuarias en las que el macho tiene mayor rendimiento.
El experimento tambi¨¦n puede aplicarse a seres humanos, algo que repugna a Goodfellow. "Es ilegal y moralmente repugnante y nadie podr¨¢ contar con mi aprobaci¨®n si lo intenta", dice, "aunque el hecho de que los machos sean est¨¦riles quiz¨¢s anule el objetivo de quienes pudieran intentarlo".
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