Un jubilado por la reconversi¨®n naval secuestra a un forense para no ser desalojado de su piso
Antonio Fern¨¢ndez P¨¦rez, jubilado del sector naval, de 59 a?os mantuvo secuestrado durante m¨¢s de seis horas al m¨¦dico forense Pedro Cabezas como forma de impedir que le desalojaran de la casa en la que vive desde su infancia, en la glorieta de Cuatro Caminos. El autor de los hechos, que ten¨ªa una pistola del 9 corto, amenaz¨® con matar al reh¨¦n. Fue reducido poco despu¨¦s de las cuatro de la tarde. El desmesurado cord¨®n policial establecido en cien metros a la redonda caus¨® numerosos problemas de tr¨¢fico.
A las diez de la ma?ana de ayer, una comisi¨®n integrada por un oficial del juzgado, el forense Pedro Cabezas y el cerrajero Cipriano S¨¢nchez llegaron al n¨²mero 2 de la avenida de la Reina Victoria. Llamaron a la puerta del sexto piso, pero el inquilino se neg¨® a franquearles el paso, por lo que S¨¢nchez tuvo que utilizar sus conocimientos para abrir la puerta.El cerrajero recordaba as¨ª la escena: "Antonio estaba tranquilo. Pidi¨® que entrara el forense para reconocerlo, porque desde hace tiempo est¨¢ enfermo del est¨®mago. De repente dio una patada a mi caja de herramientas y logr¨® encerrarse de nuevo con el m¨¦dico. Empez¨® a amenazar con matarlo.... y ah¨ª se mont¨® el l¨ªo".
Nada m¨¢s producirse el secuestro, agentes de la Polic¨ªa Municipal cortaron el tr¨¢fico en uno de los sentidos de la avenida de la Reina Victoria, obligando a todos los veh¨ªculos a circular por el paso elevado. Decenas de funcionarios del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa establecieron un f¨¦rreo cord¨®n en todo el contorno como si se tratara de cercar a un peligroso comando de ETA.
Semejante despliegue policial levant¨® enorme expectaci¨®n entre los que durante esas horas atravesaron la glorieta de Cuatro Caminos. "Es un loco que est¨¢ armado con una ametralladora", dec¨ªa una mujer. "No, no es una ametralladora. Son dos granadas de mano, y amenaza con hacerlas estallar", terci¨® otro vecino con aire de sabelotodo.
Antonio Fern¨¢ndez pidi¨® sobre las tres de la tarde, que subieran de la cafeter¨ªa Reina Victoria cuatro bocadillos y dos latas de coca-cola, que pag¨® de su bolsillo con un billete de 5.000 pesetas. Despu¨¦s exigi¨® la entrega de la factura por importe de 1.240 pesetas.
Con los pies por delante
El pasado jueves, Fern¨¢ndez llam¨® al diario Claro para denunciar los atropellos que la inmobiliaria Metrovacesa. (vinculada al Banco Bilbao Vizcaya) estaba ejercitando sobre los inquilinos de los numerosos pisos que posee en Cuatro Caminos. Explic¨® que llevaba cinco a?os pleiteando para poder comprar por medio mill¨®n (no por los tres millones que le demandaban) la casa en la que vive desde hace 50 a?os. Fern¨¢ndez advirti¨®: "S¨®lo me sacar¨¢n con los pies por delante".
Sobre las cuatro y caarto de la tarde, la polic¨ªa derrib¨® la puerta a hachazos y redujo al secuestrador, tras efectuar varios disparos de intimidaci¨®n. Segundos antes se hab¨ªa escuhado un tiro procedente del interior de la vivienda. El forense Pedro Cabezas sali¨® luciendo una extrema palidez.
El juzgado hab¨ªa intentado desahuciar a Antonio Fern¨¢ndez hace un mes, pero no lo hab¨ªa conseguido porque estaba enfermo. El piso que ocupa fue adquirido por un vecino que vive en la d¨¦cima planta, lo que motiv¨® que aqu¨¦l entablase una nueva guerra legal.
El secuestrador, que est¨¢ separado de su mujer, hab¨ªa trabajado en un astillero de Gij¨®n (Asturias) y en otro de la Comunidad Valenciana, vi¨¦ndose implicado en la reconversi¨®n del sector. ?l sostiene que no percibe nada desde que fue jubilado hace ocho o diez a?os, pero algunos vecinos creen que "cobra unas 30.000 pesetas". Un testigo dice que el piso no ten¨ªa luz por falta de pago.
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