Baker, incapaz de romper el bloqueo de Israel al plan de paz

"El bloqueo sigue siendo total", asegur¨® ayer una fuente diplom¨¢tica norteamericana tras las reuniones del secretario de Estado de EE UU, James Baker, con el primer ministro israel¨ª, lsaac Shamir, el titular de Exteriores, David Levy, y el de Defensa, Moshe Arens. Para colmo de males, Baker se puso enfermo durante su primer encuentro con Shamir y confi¨® a un colaborador que habr¨ªa arrojado la toalla hace tiempo de no ser por la insistencia de su jefe, George Bush.

El secretario de Estado pudo esta vez reunirse, al mismo tiempo, con Shamir, Arens y Levy, como si estos quisieran demostrarle, tras pasadas muestras de divergencias internas, que ahora hablan con una sola voz. Pero, esta voz, ?ha sido la del compromiso?Al descontento norteamericano, el Gobierno israel¨ª responde con una calma ol¨ªmpica. ?El motivo? La intransigencia siria. En el en torno de Shamir, se repite la franse de Ben Gurion, el padre del Estado jud¨ªo: "Cada vez que Israel se encuentre en un aprieto, se puede confiar en que los ¨¢rabes los sacar¨¢n de ¨¦l". M¨¢s claramente: que cuanto m¨¢s intratable se muestra Hafez el Asad m¨¢s se frota Shamir las manos.

El primer ministro israel¨ª sabe que no cae bien a Bush y que ¨¦ste estar¨ªa contento de poder acusar a su Gobierno, ante el Congreso y la opini¨®n p¨²blica norteamericanos, del fracaso de la actual iniciativa de paz de Estados Unidos. Pero, por el momento, los errores vienen de ambas partes. Shamir se revela como tan testarudo, si no m¨¢s, que Asad. "Espejito, espejito, ?dime qui¨¦n es el m¨¢s malo de los dos?".Posiciones irreconciliables

La posici¨®n de Israel y la de Siria parecen irreconciliables. Asad exige una participaci¨®n plena de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas y el mantenimiento del marco internacional de la conferencia de paz (Estados Unidos, la Uni¨®n Sovi¨¦tica, la Comunidad Europea y la ONU), durante todo el proceso de negociaci¨®n ¨¢rabo-israel¨ª.

Shamir se niega en redondo. Baker ha propuesto supuestamente a sus interlocutores jud¨ªos que sean un poco m¨¢s flexibles, para. que Sirla pueda suavizar su posici¨®n. "SI Asad se niega, ser¨¢ denunciado por Washington y Mosc¨² como saboteador del esfuerzo de paz", han afirmado los norteamericanos. Pero Shamir no parece dispuesto a dejarse convencer.

Pese a todo, tras la fachada de serenidad perceptible en el entorno d.el primer ministro, se puede apreciar una inquietud creciente. Bush parece decidido a mantener su iniciativa de paz. El l¨ªder laborista, Sim¨®n Peres, que convers¨® largo y tendido con el presidente en Washington, lo dej¨® muy en claro. Y a Peres le ha entrado la prisil.Quiere encarrilar la conferencia internacional para arites del oto?o, si es posible. Su c¨¢lculo es muy sencillo: en noviembre comienza la campa?a para la elecci¨®n de una parte importante de los miembros del Congreso de Estados Unidos, que se efectuar¨¢ un a?o m¨¢s tarde. Y una vez disparado este pistoletazo de salida, ser¨¢ muy dif¨ªcil lograr que senadores y representantes norteamericanos apoyen un endurecimiento de las presiones sobre quienes pongan obst¨¢culos al proceso de paz, sobre todo si Israel est¨¢ implicado.