Tambores sin l¨ªmite
El brillo de oro viejo que imprime Max Roach a su m¨²sica procede de su bater¨ªa culta, inteligente y erudita. Con ¨¦l, los tambores visten toga y se cubren con birrete. No es solamente bater¨ªa de jazz, es tambi¨¦n percusionista contempor¨¢neo interesado en explorar todas las combinaciones posibles que parches y platos le ofrecen. Las piezas le encajan siempre a la primera en un alarde de instinto infalible; sus figuras r¨ªtmicas son monumentos a la l¨®gica, al orden en movimiento; maravillan como lo hace una escrupulosa formaci¨®n de un mill¨®n de soldados desfilando en inexplicable armon¨ªa.Empez¨® el concierto con una suite ¨¢spera y dif¨ªcil y llena de contrastes y fascinante. Despu¨¦s, los miembros del cuarteto tuvieron ocasi¨®n de lucirse en piezas m¨¢s accesibles. Sin embargo, lo mejor lo sigui¨® aportando el l¨ªder cuando toc¨® The drums also waltzes, aquel solo grabado en un disco que define toda su filosof¨ªa musical: Drums unlimited (Tambores sin l¨ªmite).
XI Festival de Jazz de San Isidro
Max Roach Quartet / 29th Street Saxophone Quartet. Colegio Mayor Universitario San Juan Evangelista. 350 personas. Precio: 1.500 pesetas. Madrid, 16 de mayo.
De figuras, consagradas cabe esperar sorpresas relativas, pero no sobresaltos, como el que proporcion¨® el 29th Street Saxophone Quartet en su presentaci¨®n madrile?a. El saxo alto Bobby Watson ha conseguido formar un grupo cooperativo, resplandeciente y din¨¢mico. Est¨¢n tan compenetrados que hasta un bater¨ªa como Roach les hubiera estorbado. Y tampoco necesitaron micr¨®fonos para inundar de sonidos luminosos el agradecido patio de butacas del San Juan Evangelista.
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