Madrid es una lengua
El madrile?o no lo habla todo el mundo, pero es una lengua bastante com¨²n entre los espa?oles. Los madrile?os son estos personajes que viven en Madrid y tienen familia en Cuenca o en Toledo. Son peninsulares, como es natural, y se distinguen porque hablan bajando el labio como si lo fueran a perder. "Que qu¨¦ te has cre¨ªo, majo". Los retrat¨® Larra, y vivieron durante a?os con la ilusi¨®n de que el cielo de Vel¨¢zquez era una prolongaci¨®n del mar. "Que ni por esas, chaval". A veces ese tono alica¨ªdo del labio da alcaldes de Marbella. Como esa gente que Madrid exporta vocifera tanto, los que no son de Madrid creen que as¨ª habla todo el mundo aqu¨ª. No es verdad. Hay gente que habla como Juan Garc¨ªa Hortelano, pongo por caso, que se expresa untando de dudas las palabras, o como hablaba Tierno Galv¨¢n, que se untaba las manos para hablar con guante blanco.No son de Madrid, la mayor¨ªa, pero se han adaptado a su idioma y hablan la lengua del madrile?o, que es una manera de decir las cosas. A una joven venezolana la hicieron espa?ola el otro d¨ªa en un juzgado de Madrid. Es decir, la hicieron madrile?a. Le leyeron un papel, le dijeron qu¨¦ hab¨ªa que hacer para seguir al dedillo la Constituci¨®n, y luego le dieron un portazo porque, despu¨¦s de a?os intent¨¢ndolo, ya no ten¨ªan que decirle "vuelva usted rna?ana". No ten¨ªan que hacerle tanto examen constitucional: ten¨ªan que haberle le¨ªdo unas cuantas palabras, como hostia, joder y leches, y esperar a que las repitiera con el acento genuino de Madrid. Despu¨¦s la debieron haber situado frente al Campo del Moro para percibir si era capaz de saber d¨®nde empieza el mar en Casnlla. Pero no: hicieron que leyera una cartilla, y ahora es madr¨ªlef¨ªa con acento venezolano. Por tanto, ni madrile?a ni nada.
Los madrile?os creen que su lengua la habla todo el mundo y la imponen desde la ventanilla de la oficina ("pues no se ha entera o ust¨¦ de n¨¢", desde la cola de los taxis ("este tasis es m¨ªo, u es que no tienes Ojos en la cara, chaval") y desde las barras de los bares, donde te arrojan gambas como si fueran exabruptos. En realidad, es una lengua con pocas complicaciones porque se basa en unos cuantos tics. Entre ¨¦stos, el de creer que todo el mundo es de Madrid: "Pues eso est¨¢ por las Salesas". ?Y d¨®nde est¨¢n las Salesas?" ?Queno sabe ust¨¦ d¨®nde est¨¢n las Salesas? Amos, horribre". Es una lengua con reglas muy Fijas que atesora algunas de las expresiones que el espa?ol de Castilla ha hecho suyas como si fueran pedruscos: "Yo, siempre con la verdad por delante, y que nadie me venga a contradecir". "Yo no tengo pelos en la lengua". Anda y que te te den dos duros".
El labio alica¨ªdo
Llega uno a Madrid y se da cuenta de cu¨¢les son las sensaciones que deja tras de s¨ª el ejercicio del imperio. En Colombia, por ejemplo, dicen ustedes donde los espa?oles de Castilla dicen vosotros. En Colombia se dice ustedes donde los castellanos de aqu¨ª dicen vosotros. Pues cuando cualquiera de esos millones de seres dice lo que es habitual en tanta gente, siempre hay un madrile?o que te dice con el labio alica¨ªdo: "Pero ?es que todav¨ªa no sabes hablar castellano, majo?".
Es una lengua bifurcada, porque al tiempo que vocifera y apabulla con tanto argumento de peso ("hostia, joder, leches") es tierna y abierta como una plaza. Se dicen de Madrid muchos lugares comunes, y entre ellos est¨¢ acaso el que acabamos de dejar escrito, pero hay muy pocas ciudades de este pa¨ªs orgulloso y altanero que resistan con tanto entusiasmo estoico lo que los dem¨¢s tienen que decir de ella. Se le insulta, se le pone patas arriba, se le deja caer, se le humilla, y se le dicen las cuatro verdades que siempre tienen los espa?oles en un bolsillo sin fondo, y nadie se inmuta. Madrid, claro que s¨ª. Pero les da igual: son nacionalistas de goma, gente muy preocupada por lo que hacen en su esquina, y a veces se van con la tortilla a los toros y ya se creen que han subido los pelda?os que llevan al altar de la patria chica.
Y es que no padecen ni siguiera el orgullo de la lengua: por eso la tienen tan arrastrada y a veces no la usan y se limitan a ense?arla.
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