El fiscal del Estado, dispuesto a pedir una auditor¨ªa sobre la actividad financiera del PSOE
El fiscal general del Estado, Leopoldo Torres, est¨¢ "decidido" a pedir una auditor¨ªa especial sobre la actividad financiera del PSOE, seg¨²n ha manifestado a personas de su entorno. Esa soluci¨®n ha sido estudiada para el caso de que el informe encargado a la fiscal¨ªa del Tribunal de Cuentas -actualmente en proceso de redacci¨®n- no arroje datos concluyentes. Consejeros del Tribunal de Cuentas aseguran que este organismo no tiene voluntad de "inhibirse" de la investigaci¨®n ni de darle carpetazo, aunque dudan sobre la efectividad de esta eventual auditor¨ªa especial a un partido pol¨ªtico.
El momento es oportuno, para que el Tribunal de Cuentas ejerza una tarea de control m¨¢s estricta que la realizada en a?os anteriores. La contabilidad general de los partidos de 1988 a¨²n no est¨¢ terminada, ni tampoco la de 1989, lo cual proporciona la ocasi¨®n de realizar un trabajo m¨¢s intenso sobre las recientes denuncias de donativos encubiertos al PSOE. Esas denuncias afectan a puntos tan concretos como el pago del alquiler del comit¨¦ electoral, de v¨ªdeos usados por dicho partido y de material propagand¨ªstico para la campa?a de 1989.No hay precedentes de una auditor¨ªa espec¨ªfica del Tribunal de Cuentas sobre un partido, al margen de los informes regulares que se vienen realizando sobre las campa?as electorales y la contabilidad general de los partidos.
Algunos consejeros del Tribunal de Cuentas, consultados por este peri¨®dico, creen que la auditor¨ªa tendr¨ªa que limitarse a la documentaci¨®n del PSOE, y no podr¨ªa extenderse a las empresas que supuestamente le entregaron fondos de modo encubierto. Sin embargo, la Fiscal¨ªa del Estado estima que el Tribunal de Cuentas est¨¢ facultado para llegar "hasta donde sea necesario", incluidas las empresas desde las que, se sospecha un flujo financiero irregular hacia el PSOE.
La clave, en cualquier caso, reside en una eventual investigaci¨®n de Hacienda, esencial para clarificar qu¨¦ factura es cierta y cu¨¢l es falsa, puesto que las ha conocido por el cobro del IVA. Fuentes jur¨ªdicas precisan, no obstante, que si no se hubiera liquidado el IVA existen m¨¦todos periciales para determinar la autenticidad de las facturas. Sobre la investigaci¨®n de Hacienda persiste un manto de silencio, a causa de los problemas pol¨ªticos que plantea una indagaci¨®n directa de los servicios que dependen del ministro de Econom¨ªa, Carlos Solchaga, sobre la financiaci¨®n del aparato del PSOE. Y sin embargo, esa investigaci¨®n de Hacienda va a ser dif¨ªcil, de evitar, tras los indicios de fraude fiscal que se aprecian en la documentaci¨®n sobre Malesa, SA entregados a la prensa por el denunciante de este esc¨¢ndalo, Carlos van Schouwen, ex contable del citado grupo de empresas.
Ocultaci¨®n de datos
Mientras se despejan las dudas sobre la investigaci¨®n oficial, una simple indagaci¨®n privada en los registros p¨²blicos arroja datos sorprendentes respecto al entramado Malesa / Filesa / Time Export y sus sociedades participadas, que no son sino la pantalla tras la que se oculta el "coraz¨®n econ¨®mico" del PSOE, seg¨²n personas que han estado vinculadas a las finanzas socialistas de per¨ªodos anteriores.
As¨ª, la participaci¨®n del dirigente socialista Josep Maria Sala en la empresa Time Export no fue comunicada nunca al registro mercantil. Sala reconoci¨® a este diario haber comprado dicha sociedad por una cantidad simb¨®lica -una peseta, seg¨²n cre¨ªa recordar- junto con el responsable de finanzas del PSC, Carlos Navarro, y haberla vendido un a?o despu¨¦s, tambi¨¦n por una cantidad simb¨®lica: 400 pesetas. (V¨¦ase EL PA?S, 31 de mayo de 1991). Ninguno de estos datos coincide con los existentes en el registro p¨²blico, seg¨²n los cuales Time Export fue fundada en 1978 con 400.000 pesetas y posteriormente no se ha producido variaci¨®n alguna de capital.
Las otras dos sociedades, Malesa y Filesa, han sufrido tambi¨¦n una extra?a trayectoria. Ambas compa?¨ªas fueron constituidas, simult¨¢neamente, el 11 de febrero de 1988. La primera de ellas declar¨® un capital social de 500.000 pesetas y ese mismo d¨ªa invirti¨® 200.000 en la creaci¨®n de Filesa, SA. El resto del capital de esta ¨²ltima fue aportado por Manuel Alberich Oliv¨¦ y Luis Oliver¨® (50.000 pesetas cada uno).
Un a?o despu¨¦s de Su fundaci¨®n, el capital de Filesa, SA sufri¨® un repentino aumento: 9,7 millones de pesetas. No se declar¨® la entrada de nuevos accionistas, sino que el dr¨¢stico incremento de capital fue suscrito por los socios fundadores, seg¨²n los datos aportados al registro mercantil. El ex contable de Filesa, Carlos van Schouwen, afirma que esta empresa fue comprada realmente por el abogado madrile?o Alberto Flores Valencia, -hermano de la dirigente socialista Elena Flores-, quien tampoco figura en el registro p¨²blico como propietario, sino, exclusivamente, como director.
El fuerte aumento de capital mencionado en Filesa, SA se produjo despu¨¦s de una capitalizaci¨®n todav¨ªa mayor por parte de su matriz, Malesa, SA, que el 2 de enero de 1989 vio incrementado su capital en 14,5 millones, respecto al modesto medio mill¨®n que ten¨ªa hasta ese momento. Tampoco en este caso hubo entrada de nuevos accionistas, sino desembolso directo y proporcional de los que ya, lo eran con anterioridad. El contraste de tales datos con Carlos Navarro, Luis Oliver¨® y Alberto Flores ha sido imposible por ahora.
Por otra parte, Alberto P¨¦rez L¨®pez, coordinador de la Asociaci¨®n contra la Injusticia y la Corrupci¨®n (Ainco) present¨® ayer una querella criminal contra los dirigentes socialistas Carlos Navarro y Jos¨¦ Mar¨ªa Sala "porque ning¨²n partido ni instituci¨®n de derecho p¨²blico o privado tom¨® la iniciativa" en este caso.
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