La confederaci¨®n europea es un ideal y un objetivo a largo plazo, dice H¨¢vel

JAVIER VALENZUELA, ENVIADO ESPECIALLa confederaci¨®n europea es "un ideal, la direcci¨®n de una br¨²jula, una orientaci¨®n de pensamiento, un objetivo a largo plazo", afirm¨® ayer V¨¢ciav H¨¢vel en Praga ante el congreso paneuropeo. El presidente checoslovaco pareci¨® dar raz¨®n a los que afirman que la confederaci¨®n europea es un sue?o nacido muerto al proclamar que los pa¨ªses de Europa central y oriental aspiran ante todo a incorporarse a las instituciones europeas ya existentes.

En un discurso de media hora de duraci¨®n, H¨¢vel quiso poner las cosas en su sitio, o sea, precisar las diferencias entre su visi¨®n de la confederaci¨®n europea y la de Fran?ois Mitterrand, el otro padrino del encuentro de Praga. En primer lugar, el presidente de Checoslovaquia lanz¨® un mensaje de tranquilidad en direcci¨®n a Washington, que mira con reticencias lo que considera un nuevo invento franc¨¦s para intentar reducir la hegemon¨ªa norteamericana en el viejo continente."Creo", dijo H¨¢vel, "que los lazos que en materia de seguridad unen a Europa y el continente norteamericano son y seguir¨¢n siendo inevitables, l¨®gicos y leg¨ªtimos en los planos hist¨®rico y geopol¨ªtico". A lo que a?adi¨®: "La confederaci¨®n europea no debe ser concebida como una tentativa destinada a separar dos continentes cuyas civilizaciones se imbrican la una en la otra".

En la concepci¨®n de H¨¢vel, una hipot¨¦tica confederaci¨®n europea no deber¨ªa tener competencias en materia de seguridad y defensa. ?stas, afirm¨®, pertenecen a la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE). H¨¢vel fue m¨¢s lejos al afirmar que la OTAN "constituir¨¢ durante mucho tiempo el principal pilar de la seguridad europea".

Tales alabanzas a Estados Unidos y la OTAN en un momento en que Mitterrand multiplica los esfuerzos de reafirmar una identidad pol¨ªtica y militar europea aut¨®noma de Washington, fueron acogidas con una sonrisa glacial por Roland Dumas. El ministro de Exteriores franc¨¦s representaba a su presidente en el acto de apertura del congreso sobre la confederaci¨®n europea. Mitterrand participar¨¢ ma?ana en la sesi¨®n de clausura.

El presidente de la Rep¨²blica Federal Checa y Eslovaca tambi¨¦n quiso dejar claro que su pa¨ªs no est¨¢ dispuesto a conformarse con una eventual participaci¨®n en una especie de segunda divisi¨®n europea. "Considero", dijo, "que ser¨ªa nefasto que la formaci¨®n de la confederaci¨®n europea frenara de uno u otro modo el acercamiento de las democracias de la Europa central y oriental a la Comunidad Europea (CE)".

H¨¢vel proclam¨® que la confederaci¨®n "no es un paliativo para las aspiraciones superiores de los pa¨ªses que acaban de liberarse del sistema totalitario". Esos pa¨ªses, record¨®, "luchan de forma decidida por acuerdos de asociaci¨®n con la CE y de cooperaci¨®n con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE".

Tras esos encendidos elogios de las actuales estructuras de la Europa occidental, cab¨ªa preguntarse en qu¨¦ quedaba para H¨¢vel la idea que ha llevado a Praga a 150 personalidades europeas. Su respuesta fue que la confederaci¨®n es "una idea" que podr¨¢ ser encarnada alg¨²n d¨ªa por organismos ya existentes, en particular el Consejo de Europa, instituci¨®n que en su opini¨®n deber¨ªa ser el "centro pol¨ªtico, legislativo e ideol¨®gico" de un continente unido en el siglo XXI desde el Atl¨¢ntico a los Urales.