Mitterrand defiende una confederaci¨®n europea basada en la democracia

JAVIER VALENZUELA ENVIADO ESPECIAL, "Los pa¨ªses de la Europa Central y Oriental no deben ser tierras v¨ªrgenes para mercaderes ambiciosos o nuevos protectores", proclam¨® ayer Fran?ois Mitterrand en el acto de clausura del congreso que ha reunido en Praga a 150 personalidades europeas. En un discurso vibrante y repleto de citas filos¨®ficas, el presidente franc¨¦s explic¨® su visi¨®n de la confederaci¨®n europea como "un lugar de encuentro permanente de los pa¨ªses democr¨¢ticos de Europa".

Flanqueado por el presidente checoslovaco V¨¢clav H¨¢vel, Mitterrand afirm¨® que la reuni¨®n de Praga tendr¨¢ en la historia europea la misma dimensi¨®n que el congreso celebrado en La Haya en 1948. El congreso de La Haya tambi¨¦n reuni¨® a personalidades independientes y dio lugar al nacimiento del movimiento que culminar¨ªa en la creaci¨®n de la Comunidad Europea (CE).Mitterrand sali¨® al paso de los que afirman que su proyecto de conferencia pretende servir de v¨ªa muerta a los deseos de checos, polacos y h¨²ngaros de incorporarse de inmediato a la CE. Afirmar que esa incorporaci¨®n r¨¢pida es posible, dijo el jefe del Estado franc¨¦s, es "demag¨®gico" y, en todo caso, supondr¨ªa la conversi¨®n de la CE en un mero espacio de libre comercio. Cuando los Doce hayan culminado su actual proceso de unificaci¨®n pol¨ªtica, econ¨®mica y monetaria y los pa¨ªses del centro y el Este de Europa est¨¦n preparados, dijo Mitterrand, Francia postular¨¢ su incorporaci¨®n.

Durante tres d¨ªas, gentes de tan distinta procedencia como el estratega sovi¨¦tico Alexandr Y¨¢kovIev, la actriz griega Melina Mercuri, el industrial italiano Glanni Agnelli, la cineasta espa?ola Pilar Mir¨®, el periodista italiano Eugenio Scalfari o el soci¨®logo espa?ol Jos¨¦ Vidal Beneyto han hablado del futuro de Europa. Desde ese punto de vista, la iniciativa de Mitterrand ha sido un ¨¦xito.

Pero el congreso de Praga ha hecho avanzar m¨¢s bien poco el proyecto mitterrandiano de confederaci¨®n europea. Desde la sesi¨®n de apertura, V¨¢elav H¨¢vel, el ¨²nico compadre que Mitterrand hab¨ªa encontrado para su criatura, expres¨® su poca fe.

Uno de los participantes norteamericanos en el congreso, el historiador Stanley Hoffman, expres¨® ayer las razones por las cuales Washington ve con malos ojos el proyecto de Mitterrand. "Los norteamericanos desean de todo coraz¨®n la integraci¨®n europea, pero son muy celosos ante cualquier iniciativa que intente excluirlos de ese proceso".

Sospechas de Washington

En las ¨²ltimas semanas, Mitterrand ha sido, precisamente, el abanderado de dos intentos sospechosos a los ojos de Washington: el de la confederac¨ª¨®n europea y el de la conversi¨®n de la Uni¨®n Europea Occidental (UEO) en el embri¨®n de un sistema estrictamente europeo de seguridad y defensa. En ambos casos, la renacida potencia norteamericana ha conseguido dejar pr¨¢cticamente solos a los franceses.

El pasado mi¨¦rcoles, H¨¢vel tambi¨¦n hab¨ªa impuesto otro estricto l¨ªmite al proyecto que se hab¨ªa comprometido a apadrinar con su colega franc¨¦s. El presidente checo reafirm¨® que la confederaci¨®n europea, que calific¨® de "ideal a largo plazo", no deber¨ªa hacer la competencia a las estructuras occidentales ya existentes: Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE), Comunidad Europea (CE), Consejo de Europa y OTAN.