'Supertanques' para libros en Alemania
Los alemanes tienen un ¨¢gil sistema de bases gigantescas de dep¨®sito y distribuci¨®n de libros
LUIS MEANA El libro no es tratado, en ning¨²n pa¨ªs europeo, como un bien comercial normal. Menos a¨²n en Alemania, donde un muy conocido personaje llam¨® a las librer¨ªas gasolineras intelectuales. La primera particularidad de esas gasolineras es que, desde hace 100 a?os, el precio de venta al p¨²blico del libro no est¨¢ sometido a la libertad de mercado, sino que es, por ley, obligatoriamente id¨¦ntico en todo el pa¨ªs.
Una segunda particularidad log¨ªstica, que viene tambi¨¦n del siglo pasado, es a¨²n m¨¢s notable: la creaci¨®n de una poderosa red de servicios intermedios para editores y libreros, que busca racionalizar al m¨¢ximo la comercializaci¨®n del libro. Nacen as¨ª grandes empresas de servicios: por un lado, bases gigantescas de dep¨®sito y distribuci¨®n de libros, por otro, bases de centralizaci¨®n contable que liberan a editoriales y librer¨ªas del costoso trabajo de realizaci¨®n de cada pago, sustituy¨¦ndolo por una liquidaci¨®n total al organismo intermedio. Los resultados de esas y otras muchas racionalizaciones est¨¢n a la vista: por un lado, un crecimiento constante del volumen de negocio, que en 1988 alcanz¨® ya unos 10.600 millones de marcos (unos 620.800 millones de pesetas aproximadamente), y un abaratamiento del precio medio del libro, unas 1.798 pesetas, que se reduce hasta 857 en el caso de obras literarias. Por otro, una importante especializaci¨®n de funciones: las editoriales, dedicadas cada vez m¨¢s a su funci¨®n de seleccionar, confeccionar y publicar libros; las empresas de pedido y distribuci¨®n, a acortar y mejorar esos sistemas, concentr¨¢ndolos en manos de grandes empresas: por ejemplo, Bertelsmann Distribution, en G¨¹tersloh, la m¨¢s grande, tiene en dep¨®sito y distribuye en la actualidad los libros de unas 300 editoriales; y Koch Neff & Detinger, en Stuttgart, la segunda, los de unas 80.
Pero, dentro de toda esa eficaz red log¨ªstica, hay un invento que asume el honroso t¨ªtulo de joya de la corona, una innovaci¨®n de cuya creatividad y poder reformador est¨¢ especialmente orgulloso el mundo del libro alem¨¢n. Se trata de una especie de enormes supertanques de dep¨®sito y de distribuci¨®n de libros para las gasolineras intelectuales. Los supertanques le ofrecen, tanto al librero como al cliente, algo ¨²nico: al librero, liberarse de la necesidad de que sus ventas dependan de su volumen de almacenamiento -con los problemas de espacio, envejecimiento del stock, costes y riesgo econ¨®mico que eso conlleva-; y al cliente, la posibilidad de disponer de un libro deseado y no existente en la librer¨ªa en un tiempo r¨¦cord.
Para hacerse una idea del volumen, infraestructura, capacidad organizativa, poder financiero y log¨ªstico que suponen esos supertanques, unos detalles m¨ªnimos de funcionamiento. En el mercado alem¨¢n est¨¢n disponibles aproximadamente unos 530.000 t¨ªtulos. De todos esos t¨ªtulos, los supertanques -en teor¨ªa, varias decenas, en la pr¨¢ctica, reducibles a dos gigantes: la ya citada empresa familiar Koch, Neff & Destinger, con sede central en Stuttgart y subsede en Colonia; y Lingeribrink, con sedes en Francfort y Hamburgo- tienen almacenados permanentemente cada uno unos 150.000 t¨ªtulos, lo que supone, incluso calculando un n¨²mero bajo de ejemplares por t¨ªtulo, el almacenamiento permanente de entre uno y dos millones de libros, entre los que est¨¢n, naturalmente, la mayor parte de las 50.000 novedades del a?o y los libros m¨¢s usuales o importantes. Los supertanques completan su funci¨®n distribuidora mediante la organizaci¨®n de una enorme red de informatizaci¨®n de pedidos y de distribuci¨®n. En primer lugar, la edici¨®n anual de los cat¨¢logos completos de existencias de cada uno de los supertanques. En segundo, la conexi¨®n, mediante terminales electr¨®nicas, de unas 6.000 librer¨ªas a esa red de distribuci¨®n. En el ¨²ltimo tercio de la tarde los supertanques recogen electr¨®nicamente, en unos segundos, los pedidos de todas las terminales del pa¨ªs, imprimen por cada libro una hoja de pedido, hojas que recorren, a continuaci¨®n, durante la primera parte de la noche, metidas en la caja de cada librer¨ªa, las enormes naves, donde una serie de operadores van depositando. en cada caja los t¨ªtulos solicitados. Finalizadas esas operaciones, una considerable flota de coches distribuye por todo el pa¨ªs los pedidos, con el resultado de que, hacia las seis de la ma?ana, el conductor deja en cada librer¨ªa asociada, con la llave que posee, el caj¨®n con los libros deseados. Y eso todas las noches del a?o y en toda la geograf¨ªa y sin ning¨²n tipo de recargo para el cliente.
Babelia
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