G-7 pecados capitales

"La declaraci¨®n econ¨®mica del G-7 demuestra su inadecuaci¨®n como Gobierno mundial oficioso", empieza el comunicado final preparado por La Otra Cumbre Econ¨®mica (TOES, siglas en ingl¨¦s), amalgama de grupos verdes y alternativos reunidos en Londres para fiscalizar a los grandes. TOES hace al G-7 reo de los siete pecados capitales:

Soberbia. El G-7 cree, arrogante, que su v¨ªa de desarrollo es la ¨²nica que vale la pena, creencia que ha provocado desastres humanos y ecol¨®gicos.

Avaricia. En 1989 los pa¨ªses del sur pagaron 52.000 millones de d¨®lares m¨¢s a los pa¨ªses ricos del norte de lo que recibieron en pr¨¦stamos o ayudas.

Lujuria. En los pa¨ªses subdesarrollados donde el turismo (de los los ricos G-7) es una fuente vital de divisas, los pobres se ven forzados a vender sexo.

Ira. Los gastos militares globales ascienden a 600.000 millones de d¨®lares. A la OTAN, en su mayor parte G-7, le corresponde el 80%.

Gula. El 16,6% de la poblaci¨®n mundial, en su mayor¨ªa en los pa¨ªses de los siete, consume el 81,9% de los recursos mundiales.

Envidia. Los jefes del G-7 y sus comunicados anuales hablan con el lenguaje del movimiento ecologista ( ... ) forzados a robar envidiosamente las ropas de quienes trabajan por el aut¨¦ntico cambio.

Pereza. Mientras los G-7 apoyan la idea del crecimiento arm¨®nico, no hay un Gobierno que haya enmendado sustancialmente su camino.