Adolfo Su¨¢rez apoya a Caso para que siga al frente de la secretar¨ªa general del CDS
Adolfo Su¨¢rez es partidario de la reelecci¨®n del actual secretario general del CDS, Jos¨¦ Ram¨®n Caso, en el congreso extraordinario que celebrar¨¢ este partido a finales del pr¨®ximo mes de septiembre. En conversaciones privadas con parlamentarios centristas, el ex presidente nacional del CDS ha sostenido, frente a las cr¨ªticas de quienes piden el relevo de Caso, que ¨¦ste es "el dirigente m¨¢s preparado" para ocupar ese cargo, aunque haya tambi¨¦n otros con cualidades para desempe?ar ese puesto.
Las consultas mantenidas hasta ahora entre destacados dirigentes indican que Ra¨²l Morodo, eurodiputado y otro de los hombres de m¨¢xima confianza de Su¨¢rez, es el candidato con m¨¢s probabilidades de convertirse en el nuevo presidente nacional del CDS.Adolfo Su¨¢rez va a mantener su retirada del primer plano de la vida pol¨ªtica e incluso de la vida interna de su propio partido. Tras haber asumido la dram¨¢tica decisi¨®n de dimitir como presidente, el l¨ªder centrista no quiere que ahora parezca que juega con su dimisi¨®n.
En conversaciones personales con varios amigos ha afirmado, en un deliberado tono de enojo, que ¨¦l no ha dimitido de todos los ¨®rganos de su partido, en mayo, para volver a ellos cuatro meses despu¨¦s o provocar una aclamaci¨®n para que regrese. Las referencias de esas confidencias coinciden en que Su¨¢rez "ha tomado la decisi¨®n" de no ocupar ning¨²n cargo en el CDS y de permanecer como militante de base.
Consultas
Una actitud que, no obstante, compatibiliza con una labor tan discreta como eficaz de creaci¨®n de opini¨®n en quienes acuden a consultarle. Pero ¨¦l no quiere tomar ninguna iniciativa, para evitar la sensaci¨®n de tutelaje. Incluso ha llegado a reconocer, quiz¨¢ tras las constataciones de otros o quiz¨¢ por convicci¨®n propia, que su forma de dirigir el partido tiene que dejar paso a un estilo m¨¢s propicio a la participaci¨®n y la corresponsabilidad. Una rectificaci¨®n, por cierto, proclamada y asumida por la propia direcci¨®n del CDS en el proyecto de ponencia pol¨ªtica que discutir¨¢ el congreso del partido y que incluye una profunda autocr¨ªtica.El documento refleja un reconocimiento un¨¢nime de los dirigentes centristas de que "el partido ha sido- percibido con perfil d¨¦bil, identidad cambiante, comunicaci¨®n casi inexistente", que ha determinado una im¨¢gen de ambig¨¹edad que "es ahora la dominante en los ciudadanos". Los miembros de la ejecutiva centrista se sienten v¨ªctimas de la conjunci¨®n del rechazo de los electores a las mayor¨ªas absolutas, a los gobiernos inestables y a la vez a los pactos -bandera emblem¨¢tica del CDS- como repulsa hacia los pasteleos.
Mala organizaci¨®n
Pero los m¨¢ximos representantes del CDS no han maquillado, quiz¨¢ por primera vez, el retrato de la crisis de su partido. Constatan que "la organizaci¨®n del partido es inadecuada, insatisfactoria y poco eficiente", aunque aleguen que eso se debe en buena parte a los escasos recursos econ¨®micos.Admiten que "la comunicaci¨®n interna es parcial e insuficiente, los militantes no reciben informaci¨®n ni directrices, y el partido no tiene capacidad de reacci¨®n frente a los ataques", aunque luego aduzcan que la organizaci¨®n carece de personal profesional. "El vac¨ªo del aparato lo cubren -mal, no puede ser de otro modo- un grupo muy reducido de personas de la direcci¨®n nacional ( ... ) con un esfuerzo personal enorme y poco eficaz", admiten de forma un tanto pat¨¦tica.
Los dirigentes centristas incluso han recogido en ese documento p¨²blico el reconocimiento de que el liderazgo de Adolfo Su¨¢rez "ha pesado sobre la institucionalizaci¨®n del CDS", en el sentido de que ha sido imposible asentar una im¨¢gen aut¨®noma del partido. En un lenguaje cuidadosamente respetuoso con Su¨¢rez, al que se cita como "principal activo pol¨ªtico" del CDS, se?alan que una consecuencia perniciosa del presidencialismo ha sido el funcionamiento del comit¨¦ nacional, "en cuyas deliberaciones ha dominado muchas veces el asentamiento t¨¢cito al amparo de la personalidad del l¨ªder".
El mimetismo del presidencialismo en las organizaciones regionales y provinciales ha hecho adem¨¢s, agregan con t¨¦rminos contundentes, que "en el partido no existan ¨¢mbitos institucionales para canalizar las propuestas de la base ni para canalizar la leg¨ªtima discrepancia; no existe alternativa ni posici¨®n intermedia entre la ejecutiva y la base".
Para paliar ¨¦ste deficit democr¨¢tico, las reformas organizativas propuestas por la direcci¨®n nacional del partido incluyen la adopci¨®n del sistema proporcional puro para elegir los compromisarios de los congresos de federaci¨®n y asambleas provinciales. El pr¨®ximo congreso nacional elegir¨¢ con el mismo sistema a diez representantes en el comit¨¦ federal, hasta ahora denominado Consejo de Federaciones.
Investiduras y mociones
Este ¨®rgano, al que se pretende dar un car¨¢cter parlamentario y que se reunir¨¢ cada dos meses, ser¨¢ el que defina la posici¨®n del partido en los debates de investidura y mociones de censura, el que autorice los pactos de gobierno y el que fije las directrices generales.La propia figura del presidente nacional va a quedar desprendida de las numerosas competencias ejecutivas que hasta ahora concentraba para convertirse en esencialmente representativa. Las tareas ejecutivas las asumir¨¢ el secretario general pero a cambio tendr¨¢ que consultar permanentemente con el comit¨¦ ejecutivo.
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